Crea un guion gráfico para comprobar la colocación
«Cuando estés determinando el tamaño y la colocación de las fotos, empieza con las impresiones pequeñas y ve aumentando el tamaño progresivamente, imprimiendo copias más grandes si es necesario», recomienda Hannah. «Así ahorrarás tiempo y dinero».
«Para que tu álbum de boda tenga ritmo y asegurarte de que narre toda la historia, es bueno crear una especie de guion de director de cine», explica Hannah. «Empiezas con las fotos destacadas e indispensables, y luego añades las fotos de ubicación y organizas todas las impresiones en un plan de producción. Esto te ofrece una referencia visual fácil para completar la historia y evidencia si hay huecos en la narrativa que se deben llenar. También te mostrará si hay falta de equilibrio, por ejemplo si hay demasiadas fotos de los discursos o muy pocas fotos espontáneas de los invitados».
Da a tus imágenes favoritas suficiente espacio
Elige una proporción parecida de impresiones grandes y pequeñas para el álbum, y asegúrate de dejar espacio en blanco alrededor de ellas para que las páginas no parezcan sobrecargadas. Las imágenes más pequeñas pueden ser incluso las que se hayan tomado con una impresora cámara instantánea, como la Zoemini S2 de Canon, tomadas ese día por los invitados. En cuanto a la estética, también es importante dar a algunas de tus imágenes favoritas algo de espacio para respirar.
«Entre las fotos indispensables, es bueno elegir tres o cuatro imágenes destacadas», aconseja Hannah. «Serán tus favoritas absolutas y querrás darles espacio en el álbum. Un error habitual es crear páginas atestadas visualmente con demasiadas imágenes que luchan por captar la atención. Dedicar páginas enteras a las fotos destacadas produce una mezcla y una sensación de equilibrio mejores. Las buenas fotos destacadas tendrán un potente impacto visual, una gran composición y, a menudo, capturarán un momento en el que todo se une a la perfección».
«La otra cara es que algunas imágenes quedan mejor con otras imágenes más pequeñas alrededor», continúa Hannah, «como las fotos espontáneas de los invitados en el banquete y de la gente alardeando de sus movimientos en la pista de baile».