Carmen March.
Quien también ha dirigido su carrera hacia otros lares es su hermana Leonor, una mallorquina con una ya cumplida treintena de años de edad, la tercera de esta saga, quien se dedica a la Historia del Arte, aunque se licenció en Ciencias Biológicas por la universidad británica de Brighton.
El 21 de septiembre de 2002 se casó con el cineasta Jaime Rosales de Fontcuberta, de 36 años de edad, descendiente de la más antigua y adinerada nobleza de Barcelona. Éste se graduó en la Escuela de Cine de La Habana y llegó a realizar diversas películas.
Siguiendo el desarrollo genealógico de la familia March-Juan, aparece en segundo lugar María, que nació en Mónaco y estudió la carrera de Traducción e Interpretación en la Universidad Europea de Madrid, un centro privado donde compartió pupitre con su amiga María Zurita Borbón, prima hermana del Rey Felipe VI.
También está Catalina, la cuarta de esta saga, que ha estudiado Arquitectura; y Juan, el menor, que nació en Nueva York y se decantó por aprender la carrera de Derecho y Administración de Empresas en el Colegio Universitario de Estudios Financieros (CUNEF), de la Universidad Complutense de Madrid.
Los hijos de Bartolomé
Pero al margen de esta destacada rama familiar, también están los descendientes del tío Tomeu, Bartolomé March Servera, quien de joven fue apartado de las finanzas familiares y se decantó por el arte, fundamentalmente renacentista.
En 1976 constituyó su propia fundación, que lleva su nombre y que marcha al margen de la de sus sobrinos. La Fundación Bartolomé March tiene su sede en el Palau March de Palma de Mallorca, muy cerca del Palacio de la Almudaina, donde también se encuentra la casa familiar. Cuenta con 70.000 históricos fondos bibliográficos, algunos de ellos (17.000) datan de la época de esplendor de la Casa de Medinaceli.
Descubre la verdadera historia de la primera esposa de Luis Herrero: secretos y revelaciones imperdibles

En este artículo, vamos a hablar sobre la misteriosa primera esposa de Luis Herrero, un reconocido escritor y periodista. Aunque muchos conocen su trayectoria profesional, pocos están al tanto de su vida personal y de la mujer que estuvo a su lado en los primeros años de su carrera.
La primera esposa de Luis Herrero se llamaba Laura López. Fue una mujer discreta y reservada, que prefirió mantenerse alejada de los reflectores mediáticos. A pesar de esto, hay algunos detalles sobre su relación con Herrero que han salido a la luz. Se casaron en 1995, justo cuando él comenzaba a ganar reconocimiento como periodista. Laura, una exitosa abogada, lo apoyó en su carrera y estuvo a su lado en cada paso que dio.
Desafortunadamente, la relación entre Luis Herrero y Laura López no resistió el paso del tiempo. En el año 2002, decidieron separarse de mutuo acuerdo. Aunque los detalles sobre los motivos de la separación se mantienen en privado, se rumorea que las diferencias de opinión y los compromisos profesionales de ambos fueron los factores que contribuyeron al fin de su matrimonio.
A pesar de la separación, Luis Herrero y Laura López han mantenido una relación cordial y respetuosa. Ambos han seguido adelante en sus respectivas vidas y han encontrado la felicidad en nuevos proyectos personales. Sin embargo, el recuerdo de esa primera esposa en la vida de Luis Herrero siempre estará presente como parte importante de su historia.
El papel clave de la primera esposa de Luis Herrero en su carrera política
En la vida de un político, es común encontrar figuras importantes que han desempeñado un papel clave en su carrera. En el caso de Luis Herrero, su primera esposa ha desempeñado un papel fundamental en su ascenso en el mundo de la política.
La primera esposa de Luis Herrero, María González, ha sido su apoyo incondicional desde el principio. No solo ha estado presente en cada paso de su carrera, sino que también ha desempeñado el papel de asesora y confidente. Su conocimiento y experiencia en temas políticos han sido indispensables para el éxito de Herrero.
No se puede subestimar el impacto que María ha tenido en la imagen pública de Luis Herrero. Gracias a su elegancia y carisma, ha sabido proyectar una imagen de unidad y estabilidad familiar, lo que ha sido clave para ganarse la confianza de los votantes. Su presencia en actos y eventos políticos ha ayudado a consolidar la imagen de Herrero como un político comprometido, cercano y familiar.
Además, María ha desempeñado un papel importante en la estrategia de comunicación de Luis Herrero. Gracias a su habilidad para la oratoria y el manejo de los medios de comunicación, ha logrado posicionar a Herrero como un líder político influyente y respetado.
Juan March Delgado.
Su inmensa fortuna quedó dividida entre las dos ramas de la descendencia, encarnadas por los dos hijos del patriarca: Juan y Bartolomé March Servera. El mayor, Juan, conocido familiarmente por Juanito, se dedicó por completo a las finanzas, y el menor, Bartolomé se decantó por la vía artística, como coleccionista de obras de arte y libros. En definitiva, el imperio lo controló Juan, que fue el elegido por su padre en detrimento de su hermano Bartolomé.
Juan March Servera, quien falleció en 1973 víctima de un cáncer, se casó con Carmen Delgado, que tras la muerte de su marido tomó las riendas de la familia. El matrimonio tuvo cuatro hijos: Gloria, Leonor, Carlos y Juan. Éstos dos últimos son quienes llevan hoy el control de todos los negocios familiares. Juan es la cabeza visible del grupo, pero la gestión del día a día recae sobre su hermano Carlos, que pasa por ser el auténtico ejecutor del actual imperio financiero y millonario de los March.
Fue en 1973 cuando Juan (por entonces con 33 años de edad) y Carlos (con 28) cogieron las riendas de un grupo sumido en aquellos momentos en el desorden. Dicen que desde ese día Carlos es el corazón y Juan, el cerebro.
Juan March Delgado se casó con María Antonia Juan con la que tuvo cinco hijos: Carmen, María, Leonor, Catalina y Juan. Mientras que Carlos March Delgado contrajo nupcias con Conchita de la Lastra, de cuyo matrimonio nacieron tres hijos: Juan, Carlos y Gadea. Por su parte, su hermana Gloria se casó con Ignacio Villalonga Jáudenes, y es madre de tres hijos: Ignacio, Álvaro y Juan Carlos. La otra, Leonor, se unió en matrimonio a Francisco Vilardell Viñas con quien tiene tres hijos: Mercedes, Carmen y Javier.

Juan March de la Lastra.
El gran auge de la familia llegó de la mano de la Corporación Financiera Alba, un instrumento de ingeniería financiera con el que se lanzaron a la compraventa de empresas, fundamentalmente las relacionadas con el sector servicios.
La nueva generación
Es hijo de Carlos March y está casado con María Herrero, hija de Ágatha Pidal e Ignacio Herrero, biznieto del fundador del Banco Herrero, y perteneciente a una de las familias más acaudaladas de Asturias. La boda se celebró por todo lo alto en septiembre de 2001 en la catedral de Oviedo con más de medio millar de invitados. La pareja tiene un hijo. Y como fiel imagen de los March, vive a caballo entre Madrid y Mallorca, donde su abuela Carmen le ha dejado en herencia la finca de origen medieval de Son Fiol, en la localidad de Llubi.
Los March también poseen una mansión junto a la céntrica Plaza de Cort, donde se ubica el Ayuntamiento de Palma de Mallorca. Pero su gran possessió es la finca de Sa Vall, la más grande de Mallorca, con 37 kilómetros cuadrados, entre los términos municipales Ses Salines y Santanyi, al sur de la isla.
Juan estudió en la Universidad Carlos III de Madrid. Allí se licenció en Administración y Dirección de Empresas. Como todos los jóvenes de bien entró a trabajar en la JP Morgan en Nueva York, una entidad en la que su padre era miembro de su Comité Internacional. Luego marchó a Londres, donde reforzó su bagaje financiero, para volver a Madrid y trabajar en Corporación Financiera Alba y en March Gestión de Fondos.
En 2001 se incorporó a la línea ejecutiva del grupo familiar y empezó a participar decisivamente en el proceso de creación y lanzamiento de las Sociedades Gestoras de Fondos de Inversión y Fondos de Pensiones del grupo. En ellas asumió la máxima responsabilidad, primero como director general y luego, desde junio de 2002, como presidente. En junio de 2004 también entró en el consejo de administración del Grupo Acerinox, en representación de la empresa familiar Alba.
