La mágica unión de Luis Herrero y Miriam - Un cuento de amor hecho realidad

El papel clave de la primera esposa de Luis Herrero en su carrera política

En la vida de un político, es común encontrar figuras importantes que han desempeñado un papel clave en su carrera. En el caso de Luis Herrero, su primera esposa ha desempeñado un papel fundamental en su ascenso en el mundo de la política.

La primera esposa de Luis Herrero, María González, ha sido su apoyo incondicional desde el principio. No solo ha estado presente en cada paso de su carrera, sino que también ha desempeñado el papel de asesora y confidente. Su conocimiento y experiencia en temas políticos han sido indispensables para el éxito de Herrero.

No se puede subestimar el impacto que María ha tenido en la imagen pública de Luis Herrero. Gracias a su elegancia y carisma, ha sabido proyectar una imagen de unidad y estabilidad familiar, lo que ha sido clave para ganarse la confianza de los votantes. Su presencia en actos y eventos políticos ha ayudado a consolidar la imagen de Herrero como un político comprometido, cercano y familiar.

Además, María ha desempeñado un papel importante en la estrategia de comunicación de Luis Herrero. Gracias a su habilidad para la oratoria y el manejo de los medios de comunicación, ha logrado posicionar a Herrero como un líder político influyente y respetado.

Juan March Delgado.

Su inmensa fortuna quedó dividida entre las dos ramas de la descendencia, encarnadas por los dos hijos del patriarca: Juan y Bartolomé March Servera. El mayor, Juan, conocido familiarmente por Juanito, se dedicó por completo a las finanzas, y el menor, Bartolomé se decantó por la vía artística, como coleccionista de obras de arte y libros. En definitiva, el imperio lo controló Juan, que fue el elegido por su padre en detrimento de su hermano Bartolomé.

Juan March Servera, quien falleció en 1973 víctima de un cáncer, se casó con Carmen Delgado, que tras la muerte de su marido tomó las riendas de la familia. El matrimonio tuvo cuatro hijos: Gloria, Leonor, Carlos y Juan. Éstos dos últimos son quienes llevan hoy el control de todos los negocios familiares. Juan es la cabeza visible del grupo, pero la gestión del día a día recae sobre su hermano Carlos, que pasa por ser el auténtico ejecutor del actual imperio financiero y millonario de los March.

Fue en 1973 cuando Juan (por entonces con 33 años de edad) y Carlos (con 28) cogieron las riendas de un grupo sumido en aquellos momentos en el desorden. Dicen que desde ese día Carlos es el corazón y Juan, el cerebro.

Juan March Delgado se casó con María Antonia Juan con la que tuvo cinco hijos: Carmen, María, Leonor, Catalina y Juan. Mientras que Carlos March Delgado contrajo nupcias con Conchita de la Lastra, de cuyo matrimonio nacieron tres hijos: Juan, Carlos y Gadea. Por su parte, su hermana Gloria se casó con Ignacio Villalonga Jáudenes, y es madre de tres hijos: Ignacio, Álvaro y Juan Carlos. La otra, Leonor, se unió en matrimonio a Francisco Vilardell Viñas con quien tiene tres hijos: Mercedes, Carmen y Javier.

La decisión de Carmen

A pesar de que durante un tiempo, la Jesulina -como se la llamaba en los medios- estuvo muy presente en el papel cuché, desde 2014 se ha mantenido al margen de los flashes . Atravesó una depresión tras un accidente doméstico que la dejó en silla de ruedas durante más de dos años después de romperse la tibia y el peroné. En aquel entonces, Carmen rompió su relación con el exfutbolista César de Loma , con quien compartió una larga historia de amor durante una década.

La hermana de Jesulín de Ubrique en una imagen de archivo, fechada en septiembre de 2016.

La hermana de Jesulín de Ubrique en una imagen de archivo, fechada en septiembre de 2016. Gtres

Tras ese oscuro periodo y un fracaso profesional, la hermana de Jesulín recuperó la sonrisa con Masaveu. En 2019, Luis Masaveu y Carmen fueron vistos en actitud cómplice en el parque de atracciones de Port Aventura, y, más tarde, las imágenes en su yate marbellí confirmaron su idilio millonario. El cambio de vida de la de Ubrique ha sido radical en estos años.

Así lo explicaba la protagonista a este medio hace un tiempo: "Me fui acercando al yoga y me ha ido modificando mis hábitos, sus efectos son maravillosos. Empecé con Javier Castro, un maestro que me llegó al alma y que poco a poco te va metiendo la filosofía yogui en el cuerpo y cada vez quieres más. Así que hice los cursos de profesora y ahora estoy ya preparada para impartir clases de Anusara, Iyengar, Ashtanga y Kundalini, incluso Vinyasa Flow".

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