The Beatles y Serrat sonaron en su último viaje
La historia la cuentan el propio Juesas y Romero en Nino Bravo, Vivir (2023), el nuevo documental producido por el programa Imprescindibles con el que se rinde tributo a uno de los artistas más importantes de la historia musical española, que se estrena coincidiendo con el 50 aniversario de su fallecimiento. En él, los dos músicos relatan aquel las horas previas al fatídico accidente de tráfico en el que Nino Bravo perdió la vida. Un viaje, entre Valencia y Madrid, muy diferente al que puede hacerse hoy día, mucho más largo y cuyo trayecto se hacía por viejas carreteras secundarias.
Habían salido muy temprano, a las 7 de la mañana ya estaban en marcha. Con Nino al volante, los cuatro dejaron pasar las horas con lo que más les apasionaba: la música. Los Beatles, Serrat… sonaban a todo volumen en el reproductor de casettes del coche. También hablaron de la producción del disco que tenían entre manos. Poco antes del accidente, me llamó a casa y me dijo que había compuesto unas notas”, cuenta Juesas. Nino se refería a la canción Vivir, que tuvo que terminar de arreglarse en estudio, de forma póstuma. Inicialmente, la letra de aquel tema decía “Mary”, en vez de “vivir”, en referencia a su mujer, a quién quiso dedicar la canción.
Así fueron sus últimas horas
Pero sus sueños se quedaron en la carretera, exactamente en el kilómetro 95 de la Nacional III. "El cantante Nino Bravo falleció ayer en accidente de automóvil en la carretera de Valencia, Madrid. Se produjo el accidente en la provincia de Cuenca, en el término de Villa Rubio. Nino Bravo estaba casado y su esposa había dado a luz una hija en enero del pasado año y esperaba otro para finales de este", contaba Radio Nacional.
Las últimas horas de Nino Bravo: ¿Se pudo evitar su muerte? ¿Fue imprudencia o fatalidad?

Nino Bravo muere el 17 de abril de 1973, un martes. El sábado anterior recoge al fotógrafo Martín Frías en el aeropuerto y van al campo para hacer unas fotos. Allí encuentran a un pastor con sus ovejas y el cantante habla con él de ecología, cuando nadie hablaba de este tema como se hace ahora. En algunas de las fotografías que se hicieron se ve a Nino Bravo apoyado en su coche, un BMW 2800 blanco: el mismo en el que perdería la vida.
Quiso vivir en Valencia y no en Madrid, y eso le hizo que pasase media vida en la carretera, llegando a confesar que en un año se recorría 115 000 kilómetros. "A veces comentábamos la vida que llevábamos y a eso le añades el estado de la carreteras, que no era el de ahora, pues sí éramos conscientes que tenía un peligro", recuerda su guitarrista, Pepe Juesas.
