El destino de la esposa de Nino Bravo: descubre qué fue de ella hoy en día

Cuando el legendario cantante español Nino Bravo perdió la vida en un trágico accidente automovilístico en 1973, dejó un vacío enorme en la música y en el corazón de sus fanáticos. Pero detrás de esa devastadora pérdida, se encontraba su esposa, Isabel Martínez, quien tuvo que enfrentar el dolor y buscar una forma de seguir adelante.
Después de la muerte de Nino Bravo, Isabel Martínez decidió mantener vivo el legado de su esposo y dedicarse a preservarlo. A pesar de las dificultades, ella se convirtió en una perseverante custodia de la música y el recuerdo de Nino Bravo, llevando adelante proyectos y eventos en su honor.
La viuda de Nino Bravo no solo se enfocó en mantener viva la memoria de su esposo, sino que también tuvo que lidiar con los desafíos personales que la vida le presentó. A lo largo de los años, ha enfrentado diversas circunstancias y ha demostrado una fortaleza admirable para sobreponerse a la adversidad.
En resumen, después del trágico fallecimiento de Nino Bravo, la vida de su esposa, Isabel Martínez, ha sido una muestra de coraje, determinación y amor incondicional. A través de su perseverancia, ha llevado adelante el legado de Nino Bravo y ha superado las dificultades personales que se le han presentado.
¿Se produjo alguna imprudencia? ¿Hubo temeridad?
El siniestro se produjo a las 10 de la mañana, tres horas después de comenzar el viaje. El cantante llevaba el coche y la prensa de la época publicó que no era muy buen conductor. También que la carretera no estaba en condiciones óptimas. Lo que ocurrió, al parecer, fue un capricho aciago de destino: Nino Bravo estaba dando la vuelta a una casete mientras hablaba con uno de sus acompañantes, el coche se desvió de su trayectoria y él pegó un volantazo que hizo zozobrar el vehículo, que terminó volcado. El cantante es el que está en peor estado.
A todos los trasladan en vehículos particulares al hospital llamado Santa Emilia de Tarancón. Las monjas intentan sanar las heridas, pero necesitan otro tipo de ayuda y se les lleva a Madrid, recorriendo 80 kilómetros de lucha contra la muerte.
Su mujer estaba embarazada cuando ocurrió el accidente
Nino Bravo era, ante todo, una persona muy familiar. La llegada al mundo de su primera hija, Amparo, le hizo una enorme ilusión, como se puede ver en imágenes de la época. "Esta actuación", decía, con el bebé en brazos, sobre la experiencia de ser padre, "es la primera vez que la hago y siempre que se actúa por primera vez, se sienten unos nervios extraños. Luego, en el segundo o el tercero… Este es el primero de la docena. En el último ya estaré tranquilo".
"Sinceramente yo a mi hija no la encuentro todavía. A mí me han dicho que esta es mi hija y estoy tratando de creerme que es así, pero yo la veo de todo, menos de mí", bromeaba, antes de decir que le dedicaría la canción "Como todos". Miraba a la niña con verdadera adoración, un gesto ante el que su hija ahora, más de 50 años después, no puede contener la emoción. "Le veo cómo habla y cómo mira y me reconozco yo también… y a mi hijo, porque mi hijo ha sacado los ojos muy parecidos a él, los ojos Ferri", asegura Amparo.
El artista no pudo conocer a su segunda hija. Su mujer estaba embarazada en el momento del accidente en el que Nino Bravo perdió la vida y, siete meses después de la tragedia, nació la pequeña Eva. De alguna forma, Nino Bravo siempre ha estado a su lado. "Vivimos con él. Siempre está presente. Es un padre que no lo hemos tenido físicamente, pero siempre nos acompaña. El día a día nuestro siempre ha sido con él", dice Eva Ferri en la actualidad. Como asegura Amparo, "tenemos la fortuna de que él sigue vivo, de que Nino Bravo sigue vivo".
