Renace el Amor - La Emotiva Boda de la Viuda de Nino Bravo

De la nada al éxito

Nino Bravo, en una imagen de archivo de la revista

Nino Bravo, en una imagen de archivo de la revista 'Mundo Joven'.

Atrás quedaban el grupo que creó en 1961, Los Hispánicos, y su pertenencia a Los Superson en 1963. Aunque parezca increíble, a punto estuvo de no proseguir con su carrera musical porque mientras hacía el servicio militar en Cartagena sufrió tal bajón de autoestima que escribió a su íntimo amigo Vicente López (bajista de Los Hispánicos) para decirle que como no iba a alcanzar la misma tesitura que Domenico Modugno era mejor dejarlo. Ipso facto, Vicente llamó a Miguel Siurán, uno de los locutores valencianos más conocidos por su espacio en Radio Popular, que le inscribió en el I Festival de Cantantes Noveles del Ayuntamiento de Vall d’Uxó. El comunicador también se encargó de crear su nombre artístico.

Fichó por Fonogram, Manuel Alejandro le compuso Es el viento y Como todos, los dos primeros temas de Nino Bravo y después contrataron a Armenteros-Herrero, que idearon Un beso y una flor, Libre y América, América. Con este último tema le gustaba despedirse al cantante en cada concierto que hacía al otro lado del Atlántico. Tampoco hay que olvidar la música de Augusto Algueró para su inolvidable Noelia, inspirada en la relación extramatrimonial que mantuvo con Noelia Alfonso, Miss España 1969 y Miss Europa 1970. El letrista fue el egregio Rafael de León.

Las tres 'viudas' de Nino Bravo a los 50 años de su muerte: qué pasó con su herencia secreta

Nino Bravo, flanqueado por su hija Amparo (i.), su mujer, María Amparo (c.d.), y su hija Eva (d.).

Nino Bravo, flanqueado por su hija Amparo (i.), su mujer, María Amparo (c.d.), y su hija Eva (d.). Diseño: Arte EE

Si en Estados Unidos apodaron a Frank Sinatra como La voz, nosotros tuvimos nuestra versión made in Spain en la figura de Nino Bravo, fallecido el 16 de abril de 1973. Hoy se cumple el 50º aniversario de su despedida final. Tenía 28 años. Estuvo un plis de ingresar en el famoso Club de los 27. En aquel momento el artista valenciano había subido todos los peldaños hasta alcanzar un éxito sin precedentes en tan poco tiempo porque en sus últimos cuatro años de vida se había convertido en uno de los cantantes mejor pagados de España.

“Podríamos decir que estaba entre los tres primeros junto a Raphael y Julio Iglesias, ya que por actuación cobraba entre 100.000 y 150.000 pesetas, que no estaba nada mal para la época. Hacía un promedio de entre 80 a 100 galas en la temporada veraniega que se extendía de mayo a septiembre”, afirma Darío Ledesma, el único biógrafo oficial que recientemente publicó el libro Nino Bravo: voz y corazón (Editorial Milenio). Todo se truncó cuando el coche que nunca debió conducir –lo tenía que haber hecho su cuñado y mano derecha, Manu Martínez, que se quedó en Valencia haciendo varias gestiones– se salió de la carrera en una curva del municipio de Villarrubio (Cuenca), dio tres vueltas de campana. Falleció de camino a un hospital madrileño. Los otros tres ocupantes sobrevivieron.

Su único y verdadero amor

Para Marie, que se había criado hasta los 19 años en Tánger, volver a Valencia le trajo su gran amor. Se quedó hipnotizada cuando escuchó a Nino cantar Como todos y cuando fue con sus amigas a la discoteca Victor's le preguntó al disyóquey si conocía al artista. Le comentó que venía casi todos los fines de semana. Un día se la presentó y ambos quedaron atrapados por las flechas de Cupido a finales de 1969. En junio de 1970 salió al mercado Te quiero, te quiero, que se convirtió en una bonita anécdota, tal y como explica Darío Ledesma: “Nada más tener el sencillo en sus manos se lo dedicó a aquella joven con un ‘Para Marie, mi único y verdadero amor con propuesta de matrimonio, ¿sí o no?”. Se casaron el 20 de abril de 1971.

Nino Bravo y María Amparo Martínez, en su boda el 20 de abril de 1971.

Nino Bravo y María Amparo Martínez, en su boda el 20 de abril de 1971.

En vida, Nino siempre fue un hombre tremendamente discreto. Sólo quería que la prensa hablar de su profesión y dejara de lado su faceta íntima. Sin embargo, el fenómeno fan era exigente y los periodistas siempre querían algo a cambio. Por eso el enlace no pudo ser secreto porque en cuanto se enteró el periodista Guillermo Ortigueira cogió tal cabreo que se lo comentó al director de una de las revistas más populares de la época, Mundo Joven, para que enviara a dos corresponsales. Guillermo no entendía que el cantante hubiera visto en él antes al periodista que al amigo. Tal fue el desmadre, que cuando el cantante regresaba de su despedida de solteros intentó despistar a la prensa, llegando incluso a salir de su piso por los balcones del patio trasero de su edificio. Pero no consiguió desembarazarse de los medios.

La romántica pedida de mano de Nino Bravo

Nino Bravo conoció a María Amparo Martínez Gil, Mari, en una discoteca, donde se la presentó el periodista Guillermo Ortigueira. Allí empezó todo. Su música era todo un canto al amor y al romanticismo y su pedida de mano no podía ser menos. En la funda del single de "Te quiero, te quiero", un enamorado Nino Bravo le pidió a su novia que se casara con él. "Para Marie, mi único y verdadero amor con propuesta de matrimonio, ¿sí o no?", escribió el artista, como se puede ver en el documental Nino Bravo: Vivir. Detrás, María Amparo le respondió que sí.

Nino Bravo junto a su mujer, María Amparo Martínez, y su hija

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