Opinión de Bodas de sangre
Bodas de sangre es una de las obras más estudiadas de Federico García Lorca, pues pudo retratar con mucha fidelidad la Andalucía de la década de 1930. Esto puede verse en personajes como el padre, que representa cómo muchos hombres casaban a sus hijos e hijas para hacer negocio más que por la felicidad de sus retoños.
Una característica notable es que la obra está escrita en prosa y en verso, seguramente porque las partes en verso estaban pensadas para que los protagonistas cantaran en el teatro. Esto, y su estructura de tres actos, hacen que la lectura sea fluida y dinámica.
También es curioso que ningún personaje tiene nombre salvo Leonardo. Esto da fuerza a su personaje como antagonista y permite que el resto de personajes reflejen mucho mejor el contexto de la época; el mensaje era más profundo si los personajes podrían ser, simplemente, cualquiera.
Bodas de sangre es una fantástica obra sobre el amor y la muerte, repleta de simbolismos y mitos que le dan un toque fantástico a una narración tradicional. Una obra indispensable para todo amante del teatro español, de la mano de uno de los dramaturgos más grandes del país.
Última actualización: 29 enero, 2021
Lector empedernido y amante de la fotografía. Me encanta la literatura de fantasía y ciencia ficción. Escribo resúmenes, opiniones y reseñas para ayudarte a decidir tu próximo libro.
Sinopsis de Bodas de sangre
En un pueblo andaluz, todo el mundo se dispone a celebrar una boda que pondrá de manifiesto los secretos y rencillas de dos familias. Por un lado, la familia del novio se conforma de una madre que perdió a su marido y a uno de sus hijos por culpa de los Félix, cuyo hijo Leonardo sigue enamorado de la novia.
Una situación que caldea una boda que, aunque llega a celebrarse, termina en tragedia cuando la novia decide escaparse con Leonardo. Una huida que moviliza a todo el pueblo, con el novio como principal perseguidor de la pareja a través del bosque.
Finalmente, la historia llega a su fin con la muerte del Novio y Leonardo, quienes acaban uno con el otro mientras la luna yace en lo alto del cielo. La novia sobrevive, convirtiéndose en principal sufridora de la muerte junto con la mujer de Leonardo.
Este final, conocido por todos, supone la eclosión de una historia que va in crescendo, colmada de toda la mitología andaluza vertida por un Lorca en estado de gracia. Elementos recurrentes combinados con una inspiración nacida gracias a la nota de prensa que relataba la historia de Francisca Cañadas, quien una noche de julio de 1928 huyó junto a su primo Francisco Montes, el amor de su vida, de la boda recién celebrada con su prometido, Casimiro, con quien su familia intentó casarla a fin de que su dote cayese en buen lugar.