2. De qué hablar en el discurso
Obviamente esto dependerá mucho de quién pronuncie el discurso. Y es que no es lo mismo que lo haga la pareja o sus amigos. Si eres el novio o la novia lo normal es que hables de vuestra relación, de lo que te hace sentir la otra persona, qué te encanta de él o ella, qué pensaste cuando lo/la conociste, qué cosas te divierten, anécdotas curiosas que hayáis vivido juntos (y que se puedan contar, lógicamente) y por qué quieres pasar el resto de tu vida a su lado.
Si eres el oficiante de boda o algún familiar o amigo lógicamente hablarás de cosas distintas, mucho menos íntimas, pero igual de emotivas y especiales. Seas quién seas, en una boda hay algunos consejos que es mejor que tengas en cuenta, pues te ayudarán a la hora de saber de qué hablar y de que NO hablar.
- Evita temas polémicos: hay que tener en cuenta que algo que a ti te puede parecer muy gracioso como una anécdota de vuestra infancia a lo mejor no lo es para el resto y lo que es peor, avergüenza a la pareja y a los invitados. Piensa bien si lo que vas a contar puede ofender a alguien o sentarle mal.
- Anécdotas especiales: seguro que hay muchas anécdotas interesantes, divertidas o emotivas que hayáis vivido juntos y que puedes contar y conseguir sacar una sonrisa de los asistentes. Puedes hablar de situaciones que sean una muestra de la personalidad de la pareja, algún detalle que haga que los invitados entiendan de qué hablas y se diviertan con la anécdota.
- Haz partícipes a los invitados: sobre todo si eres el protagonista es importante decir unas palabras en agradecimiento a los invitados que han hecho posible que estéis aquí y que más os han ayudado. Lo ideal es incluir anécdotas con más familiares y amigos, y, sobre todo, no olvides hablar de las dos familias. Haz una mención especial a las personas que no han podido asistir por problemas de agenda, de salud o de situación geográfica.
- Intentano tirar de drama: ni aprovechar esas ausencias para construir un clima triste. No te recrees en las pérdidas importantes, sobre todo si son recientes, y no las menciones si no eran personas especialmente directas, pues nunca sabes qué sensibilidad puedes herir. Pero si quieres hacer alguna mención especial, hazlo con respeto, recordando los buenos momentos y lamentando su ausencia con bonitas palabras exentas de dramatismo.
- Valorar a la pareja: poner en valor a los protagonistas es importante en un día tan especial para ellos, así que dedicar parte del discurso a valorar cómo son y por qué son esenciales en tu vida dará al discurso un toque muy emotivo.
Nostalgia y diversión en el discurso de los amigos
Si buscas discursos graciosos para bodas de amigos, tienes que saber que, posiblemente, las palabras más divertidas de la noche vendrán de ti, pues conoces a los novios en otras facetas de sus vidas y, por ende, tienes una perspectiva distinta de su camino hacia el altar. Los mejores amigos suelen improvisar buenos chistes a partir de ciertas anécdotas, por ello pueden ponerlo al final, así terminará de romper el hielo para abrir paso a la celebración. Ejemplos de discursos de amigos con una mezcla entre humor y amor.
- No estoy perdiendo a un amigo, estoy ganando a una compañera extra de parranda.
- Hoy te llevas a mi mejor amiga, pero en dos semanas nos vemos, porque las noches de chicas jamás se cancelan.
- Ella es mi persona, pero si la respetas y la haces feliz, estoy dispuesta a compartirla contigo.
- Tengo toda una vida compartiendo con él y te aseguro que lo mejor que le ha pasado es que tú llegaras a la suya.
- Pensábamos que nadie podría soportarte por mucho tiempo y mira, nos has sorprendido, ¡felicidades!
1. Cómo hacer un discurso de boda
Independientemente de cuál sea tu papel en la boda, hacer un discurso de boda no siempre es fácil. Así que antes de nada, piensa que el discurso debe reflejar lo que sientes, especialmente si eres el protagonista o alguien muy cercano. Por ello, no te pongas a escribir a lo loco… respira, reflexiona, analiza y ten en cuenta estos consejos.
- Qué tipo de mensaje quieres dar, lo que sientes y cómo transmitirlo y, sobre todo, cuánto quieres mostrar al mundo sobre tus sentimientos.
- Haz un borrador de todas esas ideas que han brotado en tu cabeza. Empieza contextualizando el momento en el que te encuentras y echa la vista atrás para entregar a tu pareja (si eres el novio/a) y a los invitados referencias de vuestra relación. Indaga mucho en ello y menciona a todas las partes implicadas. Finaliza con una buena reflexión sobre todo lo que habéis construido y lo que queda por construir.
- Piensa el tono: los hechos pueden ser unos, pero adornados con cierto estilo pueden evocar unas cosas u otras. ¿Qué prefieres? Decídelo antes de ponerte a escribir.
A partir de ahí, puedes coger el boli o teclear en el ordenador. Todo fluirá porque lo tienes anotado al lado, como guía para escribir y no quedarte pensando en la nada. Tu relación con esa persona es especial y, aunque no sepas escribir, las ideas surgirán. Como ya te hemos advertido, puedes pedir ayuda a una persona que escriba mejor que tú o que, simplemente, sea un poco más organizada. Pero recuerda que la esencia debe ser tuya, solo tuya.
6. ¡Habla de la pareja!
Si eres algún amigo o familiar, no olvides involucrar a la pareja. Cuenta anécdotas o cosas que hayas vivido con los dos. Si eres el novio o la novia puedes contar la historia de cómo se conocieron o de por qué decidieron tomar la decisión de unir sus vidas.
No olvides que algunos familiares también son importantes, principalmente los papás o los hermanos, pues en cierta medida ellos han sido responsables o se han visto involucrados en la felicidad de la pareja. Por eso, el que los tengas en cuenta, seguramente también los hará sentir importantes.
3. No te olvides de los chistes o anécdotas divertidas
Da inicio al discurso con una breve introducción y, luego, di algún chiste local, de esta forma no solo romperás el hielo, sino también lograrás que todos los invitados pongan toda su atención en tus palabras.
Evita a toda costa un lenguaje súper formal o rebuscado. Recuerda que es un discurso de boda, por lo tanto, no hay mejor elemento que usar el corazón para escribirlo. Así que di lo que sientes, lo que te salga del alma y, sobre todo, intenta hablar con mucha naturalidad, obviamente sin caer en un tema muy coloquial. Toma en cuenta que es un momento serio y muy importante para mucha gente que estará presente.