¿Qué hay que organizar primero?
Desde la reserva del lugar y la selección del vestido o del traje, hasta la planificación de la nueva de miel, hay que seguir un calendario para que, en el caso de haber fallos, se puedan realizar los ajustes pertinentes.
Así lo estiman desde Dewedd, que da una serie de recomendaciones para poder llegar al día de la boda sin estrés ni preocupaciones. Así, en lo primero que hay que poner ‘manos a la obra’ es el lugar y el catering.
¿Y cuál debe ser el segundo paso? El vestido y el fotógrafo. Hay que realizarlo con tiempo suficiente para realizar ajustes o encontrar el vestido perfecto. Sobre el fotógrafo, conviene que sea cuanto antes para asegurar su disponibilidad en la fecha elegida.
¿Cuándo hacer las invitaciones?
Y seis meses antes del enlace conviene tener realizados los cursillos prematrimoniales (si la boda es religiosa) y tener prevista la música que habrá en la ceremonia y en la recepción. Los músicos también tienen su propia agenda.
Invitaciones de boda. Pixabay
El tiempo se sigue acercando: la prueba del menú, así como los detalles del look nupcial, convienen llevarlos a cabo cuatro meses antes. Y dos meses antes poner el foco en la decoración y la prueba de maquillaje.
¿Y qué hacer el día antes? Desde la wedding planner virtual lo tienen claro: relajarse y disfrutar del momento. “Recuerda que lo más importante es el amor que compartes con tu pareja, y que el día de la boda será inolvidable independientemente de los detalles”, concluyen.
Totalmente personalizables
Lo que realmente marcará el carácter de las invitaciones de boda 2020 o 2021 en metacrilato será el diseño final. Así que lo ideal es que las personalicéis al máximo teniendo en cuenta dos aspectos: sencillez y minimalismo. Normalmente estas tarjetas solo incluyen letras y números, aunque también podéis decantaros por modelos que incluyan pequeños elementos decorativos como pájaros, flores, hojas, estrellas o el skyline de una ciudad de la que tengáis recuerdos especiales. También es importante que los textos sean breves y que las tipografías sean lo más "limpias" y sencillas posibles, para facilitar al máximo la lectura.