Leonor sorprende en Gales con su look más adulto y copia el color fetiche de Letizia: los detalles del vestido de la princesa en su graduación
La boda tuvo lugar el 22 de mayo de 2004 en la Catedral de la Almudena de Madrid, una cita histórica en la que la reina Letizia vistió un elegantísimo vestido de Pertegaz y a la que acudieron invitados de lo más exclusivos. Representantes de todas las casas reales de todo el mundo no se perdieron el acto y la ceremonia se convirtió en un desfile de estilismos royal que causaron sensación.
Mujeres como Rania de Jordania, Máxima de los Países Bajos, Carolina de Mónaco o Victoria de Suecia sacaron sus mejores galas y acudieron a la boda con estilismos que fueron de lo más comentados. Unos gustaron más y otros menos, pero fueron tres los más aplaudidos.
Una novia escoltada por sus tres cuñados
Como manda la tradición la novia ha llegado con unos minutos de retraso en un flamente Rolls Royce y una vez que todos han ocupado sus asientos. Rajwa estaba acompañada por sus cuñados, los tres hermanos pequeños del príncipe Hussein, las princesas Iman y Salma, que han ido colocando la cola del vestido, y el príncipe Hashem, quien le ha ofrecido su brazo. La novia ha optado por un sofisticado vestido con drapeados, una larga cola, velo y tiara. Han llamado la atención sus zapatos, completamente planos, y un pequeño ramo floral. Después, ha sido el hijo pequeño del monarca, quien recientemente se graduaba, el que la ha acompañado hasta su encuentro con un emocionado príncipe Hussein que ha sonreído plenamente al ver a su novia.
Una vez finalizado el servicio religioso, varias mujeres han interpretado la zaghrata, la ululación, un sonido vocal largo y agudo como señal de alegría que sirve para expresar felicidad en el mundo jordano. Tras ello, los recién casados han saludado uno a uno a sus invitados antes de dirigirse en la llamada caravana roja hasta el Palacio Al Husseiniya donde ha tenido lugar el banquete.
La sinusitis de Camilla que casi estropea su gran día
Hay detalles de aquel gran día que solo años después se han conocido. Penny Junor, cronista real y autor de la biografía de Camilla, desveló que aquel día la reina apenas se podía levantar aquejada de sinusitis. Había pasado la noche anterior en Clarence House con su hermana Annabel y su hija Laura, y el gran día apenas se podía levantar entre la sinusitis y los nervios.
Finalmente, y rodeada por los suyos, Camilla se levantó para no llegar tarde a su boda, y disfrutó de un día en el que todo salió redondo, incluido el discurso que dio Isabel II y que, según los presentes, estuvo lleno de muestras de cariño hacia ambos.
La reina Isabel II junto a Carlos y Camilla a la salida del servicio religioso que tuvo lugar en la capilla de San Jorge de Windsor tras su boda civil.