Carolina de Mónaco, con un conjunto azul en la boda de Felipe y Letizia
Carolina de Mónaco en la boda de Felipe y Letizia. / GTRESCarolina de Mónaco en la boda de Felipe y Letizia. / GTRESSi Rania de Jordania triunfó por ser de las más originales, Carolina de Mónaco lo hizo por ser de las más elegantes. La princesa optó por un total look azul claro que también se salía del clásico look royal gracias a los detalles especiales y que, como no podía ser de otra formaba parte de la colección de Alta Costura de Chanel.
Era un dos piezas compuesto por una chaqueta de cuello redondo, bordada y desflecada y una falda a juego con discretas aberturas en el bajo a modo de almenas. El toque que le hizo conseguir la matrícula de honro fue un sombrero tipo pamela que le sentaba de lujo.
Un vestido de novia que reutilizó dos años después
Camilla eligió dos vestidos de la firma Robinson Valentine para su boda. El primero de ellos, que lució en la ceremonia civil, estaba realizado en gasa de seda color crema, de cuello redondo y por debajo de la rodilla, con un abrigo a juego bordado a mano y una pamela con plumas en el mismo tono del diseñador Philip Treacy.
Carlos y Camilla, a la salida de la ceremonia civil en Windsor.Para la misa que tuvo lugar en el castillo de Windsor, la duquesa de Cornualles cambió el vestido midi por un vestido largo con falda con ligero vuelo en color azul grisáceo y un abrigo a juego con bordados de oro y cuello chimenea, que complementó con un bonito tocado dorado, también de Philip Treacy.
Lo más curioso es que es de las pocas novias reales que puede presumir de haber reutilizado su vestido de novia: lo hizo en junio de 2007, dos años después, cuando volvió a lucir el mismo conjunto de vestido blanco y abrigo a juego, esta vez con tocado y zapatos diferentes, para la inauguración de la Asamblea Nacional de Gales.
Recepción, espectáculos tradicionales y gran tarta nupcial
En el mismo Palacio de Al Husseiniya ha tenido lugar el banquete de bodas al que han asistido miembros de la familia real hachemita, jefes de estado extranjeros y árabes y funcionarios de alto rango. Ha sido entonces cuando los invitados se han cambiado, las damas de la realeza han desfilado con sus tiaras y la novia ha sorprendido con un segundo vestido.