Las sabinas y el machismo
Quien no haya visto la película puede que se sorprenda de su argumento. Lo cierto es que, aunque hablemos de una película de 1954, ambientada en un indeterminado siglo XVIII/XIX y en un ambiento rural, es una trama chocante. Cuenta la historia de los pelirrojos hermanos Pontipee, siete varones que viven en el monte aislados de la civilización. En uno de sus viajes al pueblo, Adam (Howard Keel), el mayor de ellos, decide subir con una esposa. Le interesa “una mujer fuerte, que cocine bien”. Tiene la suerte de que la bella, gran cocinera y fuerte Milly (Jane Powell) se enamore de él a primera vista y decida aceptar su proposición de matrimonio. Al llegar a la granja la pobre Molly se verá sorprendida por los otros seis hermanos. Poco a poco conseguirá hacer que se limpien y dejen de comer con las manos. Ese es el nivel…
¿No tendría una chica ya empaquetada? Ando buscando esposa.
¿Alguna marca en especial?
Alguna viuda que no tema el trabajo. Somos yo y mis 6 hermanos. La casa es una pocilga. La comida, aún peor.
Estoy buscando esposa. Y no pienso volver de vacío. Sois lindas, frescas y jóvenes. Os tendré presentes. Pero no me decidiré hasta haberlas visto a todas.
Fragmento de la canción en la que Adam cuenta la historia de las sabinas: En tiempos de los romanos. Se bañaban en el río. Sus hombres estaban en los pastos. Al pasar, una tropa de romanos. Las vio en cordobanas. Y se las llevaron. A que se secaran. Eso, al menos, nos cuenta Plutarco. Y las mujeres. Lloraban y lloraban. Pero bien dispuestas. Estremecidas. Por esa cabalgata. Gritaban y besaban. Besaban y chillaban. En la campiña romana. Así que recordadlo. Si os lleváis a una novia. Llorando y dispuesta…
'Siete novias para siete hermanos', un clásico del musical manchado por el machismo
Veamos como resiste en la actualidad este clásico musical sobre siete hermanos que secuestran a seis chicas para casarse con ellas.
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Ante todo ‘Siete novias para siete hermanos’ es un canto a la vida, al color, a la alegría y al entretenimiento escapista en el mejor de los sentidos. Hablamos de un musical clásico intachable, uno de los mejores trabajos de Stanley Donen repleto de números grupales espectaculares, de irreal belleza onírica y pegadizas melodías que uno acaba silbando por el resto de la tarde. Pero los años pasan y hace ya varios que es difícil ver ‘Siete novias para siete hermanos’ sin notar, o incluso molestarse, por el argumento y las frases que lo forman. No podemos dejar de pensar que, vista hoy, entre las oscarizadas canciones de Adolph Deutsch y Saul Chaplin hay una historia que mezcla secuestro con amor y unos protagonistas que ignoran el no para conseguir el sí. Pero, quizás no sea todo tan terrible. Vamos a ver cómo enfrentarse a ‘Siete novias para siete hermanos’ en pleno 2019.