Amistad familiar
La cara de Arévalo aparece algo difuminada, pero en Vanitatis hemos podido confirmar que estaba entre los asistentes al festejo real. Lo que no hemos podido saber por el momento es en calidad de qué. Sabemos, eso sí, que tiene relación con la hiperdiscreta María Fernández-Longoria, relacionada a su vez íntimamente con el rey Juan Carlos y también con su hija la infanta Elena. Cabe recordar aquí que Falcó y Arévalo viajaron juntos a Abu Dabi en octubre de 2022 a la boda de Khali El Assir, hija de María Fernández-Longoria y Abdul Rahman El Assir, con Juanjo Franco, hijo de Francis Franco y María Suelves. Don Juan Carlos fue uno de los grandes invitados a la celebración. De hecho, Juanjo Franco y Khali estuvieron entre los invitados, y Hugo Arévalo acudió en calidad de amigo de la familia.
Pocos esperaban también que asistiera la novia de Pablo Urdangarin, Johanna Zott, que aparece en las imágenes muy de refilón, casi avergonzada. La joven vive en Alemania desde el pasado otoño porque estudia Medicina con una beca Erasmus en Múnich. Estas Navidades, según informan a Vanitatis fuentes directas de ambos, no habían podido verse porque Pablo ha estado en Madrid, Vitoria y Bidart, y la joven en Barcelona. Así que el viaje a Abu Dabi ha sido un mágico reencuentro y ha servido para que la chica conozca al famoso abuelo de su novio.
Al resto de la familia, señalan las mismas fuentes, ya los conocía. Además, es muy amiga de Irene Urdangarin, junto a quien se sentó en la mesa durante la cena. Una mesa en la que, además de los nietos del exrey asistentes a la fiesta (los dos Marichalar y dos Urdangarin), estaba también Eulalia, la hija de Álvaro de Orleans y Antonella Rendina.
Superar el miedo
Además, la fiscalía a cargo de Rafael Curruchiche, que ha emprendido procesos contra periodistas y operadores de justicia que lucharon contra la corrupción, comenzó a investigar supuestas irregularidades en la conformación del Movimiento Semilla en 2019. Lo hizo justo cuando el partido pasó a la segunda vuelta. El fiscal logró que un juez dictara la cancelación de la personería jurídica del partido. Y aunque un amparo de la Corte Constitucional garantizó finalmente la participación de Arévalo en la segunda vuelta, la orden sigue vigente y se teme que Curruchiche pueda iniciar los trámites para despojar de inmunidad a los funcionarios electos por ese partido.
“Sabemos que hay una persecución política en curso que se lleva a cabo por medio de las instituciones y fiscalías y jueces que han estado cooptados corruptamente”, dijo Arévalo en la rueda de prensa. “Quisiéramos pensar que la contundencia de esta victoria va a hacer evidente que los intentos de descarrilar el proceso electoral no van a tener lugar. El pueblo de Guatemala ha hablado contundentemente”, añadió. Sin embargo, insistió en que su equipo legal está listo para responder ante cualquier acción del Ministerio Público.
Avanzar hacia la segunda vuelta con una investigación penal que consideran espuria fue complicado, pero el equipo ha logrado sobreponerse al miedo. “El principal riesgo es que en Guatemala no pase nada, el principal riesgo es que esta elección no se hubiera ganado”, dijo antes de salir a encontrarse con los votantes embebidos de esperanzas.
La tragicomedia de Arévalo: sus pérdidas y su nuevo amor Malena Gracia
Arévalo es uno de los grandes cómicos del país pero su vida no ha sido precisamente un chiste. El humorista de 73 años ha encajado golpe difíciles de llevar como la muerte de su mujer Elena, el gran amor de su vida, el fallecimiento de dos de sus hijos y la enfermedad de otra de sus progenitoras.
Francisco Rodríguez Iglesias, conocido artísticamente como Arévalo, no solo le debe esa etiqueta a su padre sino también su pasión por el espectáculo y el humor. Su progenitor fue un reputado actor cómico especializado en espectáculos taurinos, y se convirtió en un referente para Paco que siempre había querido seguir los pasos de su padre que falleció a los 100 años en el 2018 .
Aunque las primeras profesiones de Arévalo fueron como camarero y dependiente, le llegó la oportunidad cuando, casado y con tres hijos, estaba al borde del desahucio. Unos amigos le propusieron trabajar como humorista y no se lo pensó, mutando en el torero cómico que también había escenificado su padre.