Una vida sencilla pese a ganancias millonarias
Este lema es acaso lo que distingue a Tamara Gorro de otras modelos y empresarias que encontraron en las redes sociales el canal propicio para mostrar su talento y llegar de manera masiva a los consumidores. En su cuenta, la española cuenta casi todos los detalles de su vida: donde vive, la ropa que usa, el desayuno que se prepara, los ejercicios que hace, sus alegrías, sus tristezas, el devenir de la vida, y no hace alarde, nunca jamás, de todo lo que tiene, que es mucho, aunque mucho menos de lo que podría.
“La mujer de un futbolista es como la mujer de un millonario. Yo me enamoré de Ezequiel por su sencillez, le dije a mi madre: ‘Es como nosotros’. Es como yo, casero, nada de ir aun restaurante caro para aparentar o gastar. Nuestra vida es muy sencilla”, supo decir, y agregó: “¿Cómo me voy a comprar un bolso de 2000 euros si tengo a mi familia trabajando por 1.500? ¿Estamos locos? Tengo bolsos de marca falsos, tengo uno que se me está destiñendo. Nuca me verás con uno original”.
Casamiento y 18 intentos por ser madre
Esta elección de maternar le valió cientos de críticas a la española, llegando algunos a considerar un espanto su obsesión por ser mamá. Lo suyo y lo de Ezequiel era en realidad un deseo, acaso el más potente y así, el 14 de octubre de 2015 Tamara publicó una foto de ella junto a Ezequiel Garay y Shaila que decía: “Nuestra primera foto de familia. Les presentamos a nuestra princesa, Shaila”.
Comunicadora
Tamara hizo su formación escolar básica en Segovia y luego estudió Comunicación porque dedicarse a los medios era una de las máximas de su vida que siempre tuvo clara. Su desembarco en la pantalla no demoró demasiado en llegar y su ascenso fue meteórico, tanto por su calidad en el oficio como por, vale decirlo, su belleza, llave que le abrió las puertas más atractivas.