Un amor a la española
Desde entonces, a la hija de Rainiero y Grace de Mónaco, cuyo primer marido fue Philippe Junot, hoy padre de Isabelle, marquesa de Cubas, no se le ha conocido pareja. Él, en cambio, mantiene desde 2021 una relación sentimental con la artista Claudia Stilianopoulos, hija de otra princesa, pero de la alta sociedad española del siglo XX: Pitita Ridruejo, casada con el diplomático filipino Mike Stilianopoulos. La pareja se conoció ese verano en Ibiza y, desde entonces, no se han separado. De hecho, Ernesto pasa cada vez más largas temporadas en Madrid, donde también vive su hijo Christian, promotor inmobiliario y casado con la princesa Alessandra de Osma, diseñadora y una de las damas que copan numerosos titulares en el papel cuché en la actualidad.
El príncipe Ernesto Hannover y Claudia Stilianopoulos en Ibiza en mayo 2023Leonor sorprende en Gales con su look más adulto y copia el color fetiche de Letizia: los detalles del vestido de la princesa en su graduación
La boda tuvo lugar el 22 de mayo de 2004 en la Catedral de la Almudena de Madrid, una cita histórica en la que la reina Letizia vistió un elegantísimo vestido de Pertegaz y a la que acudieron invitados de lo más exclusivos. Representantes de todas las casas reales de todo el mundo no se perdieron el acto y la ceremonia se convirtió en un desfile de estilismos royal que causaron sensación.
Mujeres como Rania de Jordania, Máxima de los Países Bajos, Carolina de Mónaco o Victoria de Suecia sacaron sus mejores galas y acudieron a la boda con estilismos que fueron de lo más comentados. Unos gustaron más y otros menos, pero fueron tres los más aplaudidos.
Máxima de Holanda con el look royal más atrevido
Máxima y Guillermo de Holanda en la boda de Felipe y Letizia. / GTRESMáxima y Guillermo de Holanda en la boda de Felipe y Letizia. / GTRESEl look escogido por Máxima de Holanda también fue de lo más comentado. Mezclo el corte clásico al más puro estilo royal con detalles muy originales. Escogió un estilismo monocromático en color nude, formado por un vestido de lentejuelas y un abrigo de seda a tono.
Y a pesar de que el vestido no pasaba desapercibido, fueron los complementos los que hicieron de este look uno de los más destacados. Un bolso tipo saco, unos salones a juego, unos guantes y un sombrero tipo pamela pusieron el toque final a este outfit.
Una íntima ceremonia en el ayuntamiento de Windsor con la ausencia de Isabel II
Apenas 28 invitados pudieron vivir en directo el 'Sí, quiero' de Carlos y Camilla, algo absolutamente excepcional en la boda de un príncipe heredero. Ambos estaban divorciados y apenas tres años antes, la iglesia anglicana había cambiado la norma para aceptar los matrimonios de personas divorciadas. Pero la iglesia de Inglaterra llegó al convencimiento de que era mejor un matrimonio civil, de tal manera que se convirtió en el primer miembro de la familia real inglesa en casarse de esta manera. A esa ceremonia civil no asistieron ni Isabel II ni Felipe de Edimburgo.
Después de la ceremonia civil, la novia se cambió de traje y acudieron a un servicio religioso en la capilla de San Jorge y una celebración posterior, en la que sí estuvieron los monarcas acompañados de 800 invitados.