"Charo Hidalgo - La Novia del Pirri"

El cobro de la deuda

El Charro ya se había olvidado de aquel trato que lo maldijo. Por eso, cuando se le apareció el diablo para recordarle que la hora del cobro estaba cerca, se asustó como nunca.

El terror invadió a nuestro protagonista hasta el último rincón de sus entrañas. Recordó su deuda y, por cobardía, comenzó a ocultarse. Mandó al personal de su hacienda a poner cruces por toda su propiedad y a construir una pequeña capilla.

No obstante, el recuerdo de la deuda pendiente no lo dejaba dormir ni disfrutar de los pocos meses que le quedaban de vida. Así que, en un arranque de miedo tomó a su mejor caballo junto con una bolsa que contenía unas cuantas monedas de oro que no se había gastado. Emprendió el viaje durante la noche, para que nadie lo viera huir.

Sin embargo, el diablo se dio cuenta de que el Charro faltaría a su palabra así que volvió a aparecer frente al jinete y su caballo pero esta vez, con el fin de llevárselo.

—Iba a esperar a que murieras para cobrar la deuda que tienes conmigo, pero, como te ocultas cobardemente, te llevaré ahora —dijo el diablo.

El Charro no tuvo tiempo de responder. Cuando se dio cuenta, su caballo, encabritado, trató de patear al demonio pero era tarde, los brazos de su amo habían comenzado a secarse y su carne a desaparecer. Solo le quedaba el ajuar de Charro encima de los huesos blanquecinos. El diablo volvió a hablar:

—Veo que tu bestia te es fiel, por eso ha de ser maldita igual que tú y condenada a acompañarte a tu viaje hacia el infierno. Aunque, de vez en cuando, quiero que hagas algo por mí, cobrarle a mis deudores. Si haces bien tu trabajo, dejaré que el hombre que acepte esa bolsa con monedas de oro que traes, tome tu lugar.

Su primer marido, "culpable" de su carrera como actriz

Se casó muy joven, antes siquiera de aterrizar en el mundo de la actuación. "Pero si no tenéis un duro, sois unos inconscientes", le dijo su padre cuando le contó que planeaba pasar por el altar. Dio el 'Sí, quiero'a Jesús García de Dueñas, amigo del novio de su hermana Marisa. Se conocieron en marzo de 1963, cuando ella tenía 19 años. La boda se celebró el 2 de octubre de 1965, después de año y medio de relación. En Madrid, donde vivían, Jesús trabajaba como crítico de cine y cultura en Triunfo, mientras que Charo López era profesora.

Charo López y Jesús García de Dueñas

El cine se cruzaría en su camino más tarde, precisamente por el oficio de su entonces marido. Ella, que había estudiado Filosofía, entró en la interpretación por casualidad: Jesús García de Dueñas quería entrevistar a Gonzalo Suárez, quien iba a dirigir su primer filme. Cenaron juntos, y Charo se sumó al grupo. Fue entonces cuando el director le propuso participar en Ditirambo, su primer papel en el cien. En 1972, tras siete años de matrimonio, Jesús García de Dueñas y Charo López decidieron separarse.

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