Esfuerzo de Emilio De Justo ante el segundo, un toro con teclas: vuelta tras petición

El segundo fue un toro con caja, de 596 kilos, y algo tocadito de pitones, con el que trató pero no consiguió, torear a la verónica Emilio De Justo. Metió los riñones el toro en el peto, recargando, y lo midió Juan Bernal con la puya, pues mostraba justeza de fuerza. Saludaron Ángel Gómez y Pérez Valcarce en banderillas. Torerísimo inicio de faena de Emilio De Justo, con pases por bajo y de trinchera para ponerse a derechas con un animal soso y rebrincado, que además se quedaba corto. Pero lo apretó el torero extremeño y rompió la faena y sonaron los olés y la música. No bajó la intensidad de la obra en la siguiente tanda de derechazos. Más dormido por el pitón izquierdo el toro y más orientado, sabiendo donde estaba el matador. Volvió a la derecha pero ya el toro se le vino dormido y orientado, que le pegó un tremendo arreón a Ángel Gómez en cuanto apareció en el ruedo. Se puso el toro difícil de cuadrar antes de que Emilio De Justo dejara una estocada arriba de efecto rápido. Hubo petición de oreja, que no atendió el usía por no mayoritaria. Silencio para el de El Pilar y vuelta al ruedo para Emilio De Justo.
Gloria y una adolescencia marcada por su padre
Gloria María Milagrosa Fajardo García nació el 1 de septiembre de 1957 en La Habana, donde vivió hasta los dos años. La cantante pertenece al grupo de cubanos que se exilió cuando Fidel Castro se hizo cargo del poder de la isla, tras derrocar a la dictadura de Fulgencio Batista. Su padre, en ese entonces, se convirtió en preso político por algunos meses, algo que quedó en la memoria de la cantante ("Recuerdo que fui a la cárcel con mi madre y mi abuela para visitarlo", dijo en una nota con CBS).

Luego conseguir la libertad, la familia se mudó a los Estados Unidos, donde comenzaron una nueva vida. Aunque, las cosas no mejoraron para ellos: su padre volvió a ser apresado, luego de ser parte de la invasión de la Bahía de los Cochinos, un plan orquestado por los cubanos disidentes con la CIA para sacar a los Castro del poder. Si bien a los 20 meses fue liberado, la carrera militar de José Fajardo continuó en el ejército del país que le dio refugio. La familia -que había sumado en Florida una nueva integrante, Rebecca- se trasladó a Texas y él partió hacia Vietnam en 1967. "Cuando estaba creciendo, él no estaba cerca", recordaría Gloria años más tarde.
Fue a la vuelta de la guerra, cuando la cantante se enfrentó a una de las primeras adversidades: su padre se enfermó gravemente y ella, casi sin conocerlo, tuvo que cuidarlo. El famoso agente naranja (el napalm, una sustancia muy tóxica que usaron los norteamericanos contra los asiáticos) había hecho estragos en el cubano, que tuvo que ser asistido por su hija mayor mientras su esposa trabajaba como maestra. José murió a los 47 años en 1980, tras ir perdiendo casi toda la movilidad. "Desarrolló esclerosis múltiple y comenzó a perder su capacidad de hablar, así como sus habilidades para tomar decisiones. Mi mamá tuvo que trabajar porque se dio cuenta de que mi papá solo se enfermaría más. Era un tipo muy grandote y se caía", contó Gloria sobre esos duros tiempos.
La vida de Cristina Blanco: Una mirada al pasado de la novia de Emilio de Justo
Los inicios de Cristina Blanco
Para comprender la vida de Cristina Blanco, es importante conocer sus orígenes. Nacida en una pequeña ciudad del norte de España, Cristina creció en un entorno familiar modesto pero lleno de amor y apoyo. Desde temprana edad, demostró su pasión por los animales y la naturaleza, lo que la llevó a estudiar veterinaria en la universidad.
La carrera profesional de Cristina
Tras graduarse, Cristina Blanco trabajó en varios proyectos de conservación animal, colaborando con organizaciones internacionales y viajando por diferentes países. Su dedicación y conocimiento la llevaron a convertirse en una voz influyente en el ámbito de la protección de especies en peligro de extinción. Sus logros profesionales no pasaron desapercibidos, y fue durante uno de estos proyectos que conoció a Emilio de Justo, reconocido torero español.
El romance con Emilio de Justo
La relación entre Cristina Blanco y Emilio de Justo ha sido bastante comentada en los últimos años. A pesar de provenir de mundos aparentemente opuestos, ambos comparten una pasión por la naturaleza y el respeto por los seres vivos. Este factor en común fortaleció su vínculo y, a pesar de los desafíos propios de sus respectivas carreras, han logrado construir una sólida relación basada en el amor y la comprensión mutua.
La historia de Cristina Blanco es fascinante y revela una mujer comprometida con la protección de la vida animal y la conservación de las especies en peligro de extinción. Su conexión con Emilio de Justo demuestra cómo dos personas pueden encontrar el amor a pesar de las diferencias en sus trayectorias profesionales. Sin duda, su pasado ha moldeado a Cristina en la mujer fuerte y apasionada que es hoy en día.
El divorcio de Lili

En el primer programa, Lili hizo un descargo sobre su escandaloso divorcio, tras 25 años en pareja con el empresario cubano Lorenzo Luaces. "Fue un divorcio muy público, de una persona con la que pensé que tenía una vida perfecta, una familia perfecta, todo perfecto. La vida simplemente te enseña que no es así", expresó. Y contó cómo se enteró de que su esposo tenía un affaire: fue poco antes de salir al aire, y tras un huracán, cuando él le confesó que no solo la había engañado sino que lo estaban extorsionando con fotos.

Lili, además, dio detalles de la noche en que despareció. Sin avisar a nadie, tomó su auto en su casa en Miami y en pijama manejó hasta las 4 de la mañana, cuando se dio cuenta había llegado a Orlando. "¿Por qué decidió eliminarme de mi posición como esposa?", dijo Lili que pensaba al manejar. Más allá de la humillación, los Estefan consideran a Luaces parte de la familia. "Rezo todas las noches para que mis hijos conozcan al increíble hombre con el que me casé y no del que me divorcié", concluyó.
Talavante lo intenta con otro inválido, el cuarto

Faroles de recibo de Talavante al cuarto, seguidas de verónicas a pies juntos muy jaleadas. El toro, otro colorado con más presencia, cuajado y con longitud de pitones que el anterior pero con trece kilos menos, 499 este se dejó pegar con fijeza en el caballo montado por Manuel Cid. Chicuelinas de Talavante y pérdida de manos del toro, y vuelta a las protestas. Muy justo este toro también, lo aguantó en el ruedo el usía. Brindis de Talavante con alguna protesta de fondo. Se sacó Talavante al de El Pilar y este volvió a perder las manos. De viaje corto y muy rebrincado fue imposible el lucimiento. Pinchazo y bajonazo de Talavante para acabar con el toro, que fue pitado en el arrastre siendo silenciado Alejandro Talavante.
