La Emotiva Búsqueda de Emilio de Justo - Encontrando el Amor en el Altar

Detalles de Pablo Aguado con el a menos sexto

Tras la borrachera de toreo del quinto, salió el toro de la jota , un colorado ojo de perdiz con 538 kilos de peso que blandeó de salida. Intentó torear a la verónica Pablo Aguado pero no embistió claro el toro, echando las manos por delante. Muy protestado el de El Pilar en todo momento y muy medido, dejó un lento quite a la verónica Pablo Aguado y el toro no se cayó, por lo que cambió de tercio el presidente, originando muchas protestas. Buen tercio de banderillas por parte de la cuadrilla de Pablo Aguado, que se sacó con suavidad al flojo pero noble animal, para ponerse a diestras con mucho temple, gusto y toreando para el toro. Toreo de salón de Pablo Aguado donde extrajo derechazos de mucho empaque. Sonó la música y se la echó a la zurda el sevillano pero el toro fue más tardo y no tenía el viaje largo, por lo que Aguado volvió a la diestra. Templó el torero al animal por la diestra con gusto pero el toro ya había dado todo. No le ayudó nada el toro a Pablo Aguado en la suerte suprema. Tras tres pinchazos dejó una estocada desprendida. Pitos para el toro y silencio para Pablo Aguado.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de La Misericordia, Zaragoza. Octava de la Feria del Pilar. Corrida de toros. Casi lleno.

Toros de El Pilar. Primero flojo y venido a menos; dormidito y orientado el segundo que se dejó más por el pitón derecho; muy flojo el tercero, muy flojo también el cuarto, de extraordinario condición el quinto, con calidad y galope,

Alejandro Talavante -en sustitución de Morante de la Puebla-, silencio y silencio.

Emilio de Justo, vuelta al ruedo y dos orejas.

Pablo Aguado, silencio y silencio.

INCIDENCIAS: Tras el paseíllo, obligó la afición de Zaragoza a saludar a los tres matadores.

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Aguado se estrella contra el inválido tercero

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Más bajo de hechura fue el tercero, un colorado ojo de perdiz que fue protestado por su presencia (hubo palhas más terciados pero no se oyó ni una queja) con el que dejó unas templadas verónicas Pablo Aguado. Blando el toro sangró mucho en el primer puyazo, a pesar de no estar mucho tiempo en el peto y se arrancó con alegría en el segundo, picando bien Manuel Jesús Ruiz. Perdió las manos el de Moisés Fraile y arreciaron las protestas pero el presidente lo aguantó. Muy bien a una mano para cerrar el toro Juan Sierra. Tras los primeros muletazos volvió a caer el cornúpeta y arreciaron las protestas de nuevo. Con mucha suavidad Pablo Aguado con la derecha. Muy corto y sin nada el de el Pilar por el pitón izquierdo. Lo apretó Aguado con la diestra y el toro respondió bien pero en el remate perdió las manos. Luego ya se fue apagando el de El Pilar sin éxito. Pinchazo, media estocada descabello. Pitos para el toro y silencio para Pablo Aguado.

La vida de Cristina Blanco: Una mirada al pasado de la novia de Emilio de Justo

Los inicios de Cristina Blanco

Para comprender la vida de Cristina Blanco, es importante conocer sus orígenes. Nacida en una pequeña ciudad del norte de España, Cristina creció en un entorno familiar modesto pero lleno de amor y apoyo. Desde temprana edad, demostró su pasión por los animales y la naturaleza, lo que la llevó a estudiar veterinaria en la universidad.

La carrera profesional de Cristina

Tras graduarse, Cristina Blanco trabajó en varios proyectos de conservación animal, colaborando con organizaciones internacionales y viajando por diferentes países. Su dedicación y conocimiento la llevaron a convertirse en una voz influyente en el ámbito de la protección de especies en peligro de extinción. Sus logros profesionales no pasaron desapercibidos, y fue durante uno de estos proyectos que conoció a Emilio de Justo, reconocido torero español.

El romance con Emilio de Justo

La relación entre Cristina Blanco y Emilio de Justo ha sido bastante comentada en los últimos años. A pesar de provenir de mundos aparentemente opuestos, ambos comparten una pasión por la naturaleza y el respeto por los seres vivos. Este factor en común fortaleció su vínculo y, a pesar de los desafíos propios de sus respectivas carreras, han logrado construir una sólida relación basada en el amor y la comprensión mutua.

La historia de Cristina Blanco es fascinante y revela una mujer comprometida con la protección de la vida animal y la conservación de las especies en peligro de extinción. Su conexión con Emilio de Justo demuestra cómo dos personas pueden encontrar el amor a pesar de las diferencias en sus trayectorias profesionales. Sin duda, su pasado ha moldeado a Cristina en la mujer fuerte y apasionada que es hoy en día.

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