La Emotiva Búsqueda de Emilio de Justo - Encontrando el Amor en el Altar

El papel de Cristina Blanco en la vida profesional de Emilio de Justo

El papel de Cristina Blanco ha sido fundamental en la vida profesional del torero Emilio de Justo. Como manager y representante, Blanco ha jugado un papel clave en el direccionamiento de la carrera de De Justo, asesorándolo en decisiones estratégicas y abriendo puertas en el mundo taurino.

Bajo el liderazgo de Cristina Blanco, Emilio de Justo ha logrado consolidarse como una de las figuras más destacadas del toreo en los últimos años. Su gestión ha permitido que De Justo participe en las principales ferias y plazas del mundo, enfrentándose a los toros más importantes y conquistando al público con su valentía y técnica.

La relación entre Blanco y De Justo va más allá de lo profesional, ya que ambos han desarrollado una gran amistad y confianza mutua. Esta relación personal ha permitido a Blanco entender a fondo las motivaciones y aspiraciones de De Justo, lo que se ha traducido en una gestión más efectiva y en decisiones más acertadas para el torero.

En resumen, el papel de Cristina Blanco en la vida profesional de Emilio de Justo ha sido crucial para su éxito y posicionamiento en el mundo taurino. Su capacidad para guiar su carrera, abrir oportunidades y comprender sus necesidades ha contribuido significativamente al crecimiento y progresión de De Justo como torero.

Gloria y una adolescencia marcada por su padre

Gloria María Milagrosa Fajardo García nació el 1 de septiembre de 1957 en La Habana, donde vivió hasta los dos años. La cantante pertenece al grupo de cubanos que se exilió cuando Fidel Castro se hizo cargo del poder de la isla, tras derrocar a la dictadura de Fulgencio Batista. Su padre, en ese entonces, se convirtió en preso político por algunos meses, algo que quedó en la memoria de la cantante ("Recuerdo que fui a la cárcel con mi madre y mi abuela para visitarlo", dijo en una nota con CBS).

Luego conseguir la libertad, la familia se mudó a los Estados Unidos, donde comenzaron una nueva vida. Aunque, las cosas no mejoraron para ellos: su padre volvió a ser apresado, luego de ser parte de la invasión de la Bahía de los Cochinos, un plan orquestado por los cubanos disidentes con la CIA para sacar a los Castro del poder. Si bien a los 20 meses fue liberado, la carrera militar de José Fajardo continuó en el ejército del país que le dio refugio. La familia -que había sumado en Florida una nueva integrante, Rebecca- se trasladó a Texas y él partió hacia Vietnam en 1967. "Cuando estaba creciendo, él no estaba cerca", recordaría Gloria años más tarde.

Fue a la vuelta de la guerra, cuando la cantante se enfrentó a una de las primeras adversidades: su padre se enfermó gravemente y ella, casi sin conocerlo, tuvo que cuidarlo. El famoso agente naranja (el napalm, una sustancia muy tóxica que usaron los norteamericanos contra los asiáticos) había hecho estragos en el cubano, que tuvo que ser asistido por su hija mayor mientras su esposa trabajaba como maestra. José murió a los 47 años en 1980, tras ir perdiendo casi toda la movilidad. "Desarrolló esclerosis múltiple y comenzó a perder su capacidad de hablar, así como sus habilidades para tomar decisiones. Mi mamá tuvo que trabajar porque se dio cuenta de que mi papá solo se enfermaría más. Era un tipo muy grandote y se caía", contó Gloria sobre esos duros tiempos.

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