torta del casar

«Sumérgete en el mundo del sabor auténtico y delicioso del queso Torta del Casar, una de las joyas gastronómicas de España que ha conquistado el paladar de los amantes del queso. ¡Descubre su historia, su elaboración y cómo degustarlo en este artículo web que te llevará directamente a la meseta extremeña!»
Entonces, ¿qué cortezas podemos comer?
Partiendo de la base de que ningún queso nos va a envenenar, son comestibles todas las cortezas naturales. Sin embargo, algunas resultan más interesantes que otras a la hora de degustar el queso.
En el caso de las cortezas más duras naturales, el problema está precisamente en su dureza. Con ejemplares muy maduros la corteza se puede volver difícil de masticar y adquirir un sabor demasiado fuerte, por lo que es más recomendable probar pequeñas porciones. Por ejemplo, la corteza del Parmigiano Reggiano es tan dura que podríamos dañarnos los dientes al intentar morderlo.
Merece la pena probar las cortezas de quesos que han recibido algún baño o recubrimiento natural especial, como los lavados con vino o los que presentan romero, pimentón u otras especias, ya que añaden gran parte de sus características olfativas y gustativas. Los quesos bañados en aceite de oliva también son exquisitos con su corteza.
No hay que olvidar que muchos quesos se almacenan y se exponen en los comercios directamente expuestos sin mayor protección que la de su propia corteza. En este caso, como recuerda Miguel A. Lurueña, habría que evitar su consumo o extremar las precauciones, pues las cortezas se exponen a todo tipo de elementos contaminantes. Pensemos en la fruta que compramos a granel, por ejemplo.