La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 464
Durante dos horas, Dolshi me estuvo criticando. A decir verdad, no fue de ninguna ayuda. Bueno, puede que me ayudara a darme cuenta de que uno debe dominar su magia por su cuenta.
Sin embargo, aunque todo lo que hizo fue sentarse allí durante dos horas y criticarme, se rascó el cuello y refunfuñó,
"Esto es agotador, muy agotador."
Se estiró en la silla mullida y dijo,
Cuando nuestras miradas se cruzaron, añadió en tono burlón,
"Ah, tu no puedes beber café."
'Es un dragón irritante.'
Era tan arrogante que sólo podría ser el dragón. Me quejé en mi interior, pero mantuve una expresión plácida. Llamé a un sirviente para que trajera unas sillas, café, bocadillos, y otras bebidas.
Debía de tener mucha hambre. En cuanto la mesa estuvo llena de comida, Dolshi devoró los bocadillos sin descanso. Al mismo tiempo, hablaba con Kapmen de cosas que yo desconocía. Kapmen reaccionaba a todo lo que decía.
Se veían muy cercanos. Fue interesante ver a Kapmen— un noble seco e inflexible como yo— manejar el torbellino de pensamientos de Dolshi sin retroceder.
Empecé a interesarme por su conversación. Dolshi hablaba de interminables extensiones desérticas, cumbres que atravesaban las nubes y enormes monstruos con forma de pulpo que aparecían en el océano. Parecía un entorno totalmente distinto al de la vida en el palacio, llena de elegantes violines, suaves perfumes y finas texturas. Sin embargo, tenía su propio encanto.
Así que me senté en silencio a escuchar la conversación.
"Por cierto, Kapmen."
Los ojos de Dolshi brillaron de repente.
Dolshi se inclinó hacia delante,
"Mencionaste algo sobre una poción de amor en una de las últimas cartas. Que querías encontrar la forma de revertirla."
Kapmen y yo nos estremecimos. Pero Dolshi no se percató.
Kapmen apenas se abstuvo de mirar hacia mí.
Ruddy gracia se volvio a casar
Capítulo 365. ¿ Cómo Está ? (1)
McKenna tenía un buen criterio de Kapmen porque había ayudado en el caso de Christa. Así que se acercó a Kapmen y le saludó como si fueran cercanos. Si podía ayudarle con sus problemas, lo haría.
Kapmen le devolvió el saludo con arrogancia, pero McKenna preguntó sin ningún disgusto.
"¿Te preocupa algo? No tienes una buena expresión."
'Tú tienes tus propias preocupaciones.'
Kapmen respondió con sinceridad sólo en su interior, y sonrió falsamente con frialdad.
De hecho, el ceño fruncido de Kapmen se debió a que el nombre de Navier apareció varias veces en los pensamientos de McKenna.
"Bueno, parece que no quieres contármelo a mí."
McKenna sonrió avergonzado ante la reacción de Kapmen.
Una vez que McKenna se marchó, Kapmen volvió a recostarse contra el árbol y cerró los ojos.
El primer equipo había hecho un gran trabajo, y el segundo equipo lo estaba haciendo mucho mejor, por lo que estaba ansioso por el futuro, pero no con la misma alegría que los demás.
Kapmen estaba sufriendo al no poder hacer nada frente al dolor en su corazón, hasta el punto de pensar que sería mejor que Navier congelara su corazón.
Justo en ese momento, escuchó la voz de Navier cerca.
Kapmen se levantó de un salto involuntariamente. Sintió como si una luz se acercara a lo lejos.
Extrañamente, no pude mirar a Heinley a la cara después de decirle 'te amo'. El simple hecho de estar frente a él hacía que mi corazón se estremeciera, y se dibujara una leve sonrisa en mis labios.
De todos modos, volverá por la noche.
Mientras daba un paseo para apaciguar los latidos de mi corazón, vi al Gran Duque Kapmen no muy lejos, entre los frondosos árboles.
Su cabello se balanceaba suavemente a medida que el viento soplaba. Cuando sus ojos se encontraron con los míos, su expresión tranquila se distorsionó.
