"Emotiva Lectura en la Boda Civil de mi Hermana"

Lectura del libro del Apocalipsis

Yo, Juan, oí en el cielo algo que recordaba el vocerío de una gran muchedumbre, cantaban:
“Aleluya. La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios”.
Y salió una voz del trono que decía:
“Alabad al Señor, sus siervos todos,
los que le teméis, pequeños y grandes”.
Y oí algo que recordaba el rumor de una muchedumbre inmensa, el estruendo del océano y el fragor de fuertes truenos. Y decían:
“Aleluya. Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo, alegrémonos y gocemos y démosle gracias.
Llegó la boda del Cordero,
su esposa se ha embellecido,
y se le ha concedido vestirse de lino
deslumbrante de blancura — el lino son las buenas acciones de los santos —”.
Luego me dice: “Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero”.
Palabra de Dios.

Novio y novia comentan algo en el altar el día durante la ceremonia religiosa

El cuaderno de Noah – Nicholas Sparks

Las lecturas para boda civil sobre el amor dicen mucho de los sentimientos y reflejan, como pocos, todo lo que sentís el uno por el otro. Como este maravilloso fragmento. ¡Se acabó preguntarse qué leer en una boda civil!

"Hay muchas formas de quererse, ¿Sabes? Pero la suya era… total. Un amor puro, increíble, alucinante. Un amor especial como hay pocos. Y ellos lo sabían. Todos los enamorados del mundo creen que su amor es único y distinto, pero el de ellos sí lo era. Estaban hechos el uno para el otro, se tenían y deseaban fundirse en uno solo, cuando estaban juntos el tiempo se aceleraba y cuando estaban separados se hacía eterno. Cada beso, casa caricia, era un puro sentimiento desnudo. Podían pasarse horas mirándose a los ojos y nada más, pero cuando se acariciaban, se besaban… entonces… no hay palabras para describir esa emoción".

La Biblia de Jerusalén, canción de canciones (2:8-10, 14, 16a; 8:6-7a)

Lectura boda: una pareja en el altar durante su ceremonia de boda religiosa

Yo, el prisionero por Cristo, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados.

Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos; sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu, con el vínculo de la paz.

Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola, es la meta de la esperanza en la vocación a la que habéis sido convocados.

Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo. Bendito sea por los siglos de los siglos. Amén. Palabra de Dios.

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