Estos son los 18 poemas más románticos para leer en vuestra boda civil (¡coged los pañuelos!)
Federico García Lorca no podía ser más claro al afirmar que, "la poesía no quiere adeptos, quiere amantes". Por eso, ¿qué mejor que incluir poemas de amor para bodas civiles en vuestra ceremonia, llenos también de pasión y emotividad? ¡Os encantarán!
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¡Cuánta creatividad e inspiración pide una boda! Desde los textos para invitaciones de boda hasta las palabras personalizadas que dedicaréis a cada uno de los presentes en las tarjetas de agradecimiento, pasando por las mejores lecturas para una ceremonia civil. Para ayudaros al máximo en esta última tarea, hemos recopilado para vosotros 18 poemas de amor para bodas que, seguro, os encantarán.
Estos versos forman parte de la literatura de todos los tiempos y los encontraréis en estilos muy variados para que os resulte mucho más fácil elegir. La mayoría de los poemas de amor para bodas civiles que os ofrecemos a continuación son poemas cortos para bodas civiles, aunque encontraréis propuestas muy diversas. ¡Empezamos!
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Romanos
Debemos no buscar nuestro propio agrado. Que cada uno de nosotros trate de ganar a su prójimo para el bien, buscando su edificación; pues tampoco Cristo buscó su propio agrado.
Y el Dios de la paciencia y del consuelo os conceda tener los unos para con los otros los mismos sentimientos, según Cristo Jesús, para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
Por tanto, acogeos mutuamente como os acogió Cristo para gloria de Dios. El Dios de la esperanza os colme de todo gozo y paz en vuestra fe, hasta rebosar de esperanza por la fuerza del Espíritu Santo. Palabra de Dios.
Libro de Ruth (1:16)
Respondió: Rut no me ruegues que te deje, y que me aparte de ti; porque a dondequiera que tú vayas, iré yo; y dondequiera que vivas, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios. Donde tú mueras, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aún me añada, que solo la muerte hará separación entre tú y yo.
Más valen dos que uno,
porque obtienen más fruto de su esfuerzo.
Si caen, el uno levanta al otro.
¡Ay del que cae
y no tiene quien lo levante!
Si dos se acuestan juntos,
entrarán en calor;
uno solo, ¿cómo va a calentarse?
Uno solo puede ser vencido,
pero dos pueden resistir.
¡La cuerda de tres hilos
no se rompe fácilmente!