Las consecuencias de no registrar legalmente el matrimonio religioso
Es importante recordar que el matrimonio religioso no es legalmente válido si no se registra en el Registro Civil correspondiente. Muchas parejas optan por casarse por la iglesia sin saber las consecuencias que esto puede tener.
En primer lugar, si no se registra legalmente el matrimonio religioso, no se reconocen los derechos y obligaciones que se derivan del matrimonio. Esto significa que la pareja no tendrá derecho a la pensión de viudedad, no podrá heredar los bienes del otro cónyuge y no tendrá derecho a la protección social que ofrece el Estado.
- La pareja no tendrá derecho a la pensión de viudedad
- No podrá heredar los bienes del otro cónyuge
- No tendrá derecho a la protección social que ofrece el Estado
En segundo lugar, si la pareja decide separarse en el futuro, no tendrán las mismas protecciones legales que tienen las parejas casadas legalmente. Esto significa que no tendrán derecho a la pensión alimenticia, no tendrán derecho a la custodia compartida de los hijos y no tendrán derecho a la repartición de los bienes.
- No tendrán derecho a la pensión alimenticia
- No tendrán derecho a la custodia compartida de los hijos
- No tendrán derecho a la repartición de los bienes
Por último, es importante tener en cuenta que si la pareja no registra legalmente su matrimonio religioso, pueden tener problemas en el futuro si necesitan acreditar su estado civil. Esto puede ser especialmente problemático en situaciones como solicitudes de visados, trámites de adopción o trámites de herencia.
Leer más ¿Pueden cobrar los dos cónyuges la ayuda familiar?En resumen, es fundamental que las parejas que deciden casarse por la iglesia registren legalmente su matrimonio religioso para evitar problemas en el futuro y garantizar el reconocimiento de sus derechos y obligaciones como cónyuges.
¿Los divorciados se pueden volver a casar en el templo parroquial?
El divorcio como tal no existe en el concepto de matrimonio de la Iglesia católica puesto que el vínculo que une a los esposos es indisoluble, como es irrompible el amor de Jesús por la humanidad y su Iglesia, que el sacramento del matrimonio representa.
Lo único que hace que una relación matrimonial-sacramental anterior quede disuelta es que la misma Iglesia pueda probar que, por unas circunstancias claras, el vínculo anterior no fue nunca un matrimonio como tal.
En estos casos el proceso se llama “anulación” y permite que las personas de este vínculo disuelto puedan casarse de nuevo, de forma válida, con la misma persona o con una pareja diferente, según el caso.
El divorcio es un proceso civil que se adelanta frente a un tribunal civil y disuelve sólo el vínculo civil que unió a una pareja. Personas divorciadas que nunca se hayan casado por la Iglesia pueden contraer matrimonio por la Iglesia, con la misma o una nueva pareja.
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