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Con su documental, estrenado en 2019, Ara Malikian y Natalia Moreno obtuvieron, además del cabezón de la Academia de Cine, un Premio Forqué. La historia que se cuenta, la del propio músico, tiene ingredientes suficientes para interesar: desde la infancia nómada del libanés de ascendencia armenia que salió de su tierra a los 14 años hasta su llegada a España donde acabó asentándose y en donde lleva más de tres lustros. Después de casi cuatro años de conversaciones entre el violinista y su pareja, y unas 79 horas de metraje, lo consiguieron: retrataron la historia con cariño y sensibilidad.
Tuvo mucha culpa del éxito Ara Malikian, quien, con su característico pelo estilo rockero, logró imponerse como uno de los músicos de clásica más carismáticos del siglo XXI. Todo comenzó por un violín que utilizó su abuelo para sobrevivir a un genocidio armenio (se hizo pasar por músico de una orquesta). Su padre, inspirado por este episodio decisivo, le ponía el instrumento heredado en la barbilla y le obligaba a estudiarlo varias horas al día. Le impregnó el amor, pero también la exigencia y disciplina.
Cómo se conocieron y cómo ha sido la historia de Ara Malikian y Natalia Moreno
Ara (Beirut, 54 años) y Natalia (Zaragoza, 45 años) se conocieron en un concierto, en 2010. Él tocaba y ella los escuchaba por primera vez como una espectadora más. Se quedó absorta por el virtuosismo del violinista y logró que una amiga común les presentara. Fue un empujón para hacerles inseparables. Pudieron hablar y se comprendieron desde el primer momento.
Se entendieron, se acompañaron y ella se convirtió en la directora escénica de los espectáculos de Malikian. Antes, había sido actriz en películas como Manolito gafotas, Una de zombies o series como Hospital central o Impares. Natalia estudió Arte Dramático y lo que la orientó hacia el mundo de la dirección fue su embarazo.
Cuatro años después, tuvieron su primer hijo en común: Kairo. Decidieron ponerle ese nombre, como tal vez hayan deducido, inspirados por su fascinación por la ciudad egipcia de El Cairo. Además, da la casualidad que su significado es «el que llega a tiempo». Lo estaban esperando.
En 2018, cuando llevaban ocho años de recorrido en común, decidieron dar un paso más y contrajeron matrimonio en Las Vegas. Vestidos de rojo y negro, lejos de la tradición del blanco típico.
«Los premios son un regalito y también un aval para el esfuerzo»
TL: El documental Ara Malikian, una vida entre las cuerdas te posicionó en lo más alto. Los premios te dieron el reconocimiento ¿Eso te hace vivir la sensación del trabajo bien hecho?
NM: Sí, pero esa sensación no está directamente relacionado con el premio. Estoy profundamente agradecida a todos los premios que e han dado, desde el festival más chiquitito hasta los Goya. Los premios son un regalito y también un aval para el esfuerzo. Yo ya sentía que merecía la pena lo que había hecho, durante cinco años, con esa historia. En todo ese tiempo, nunca perdí el latido y la claridad de que tenía que contarla. Es muy complejo ser director de cine y hacerlo porque, detrás de toda la idea, está la financiación y es muy difícil acceder a ellas porque son muy altas en cine. Hay que ser muy terco, mucho, para mantener la ilusión y la convicción de que tu historia tiene que ser contada.
TL: Después de varios años dedicada a la dirección ¿subirte, de nuevo, a un escenario como actriz es como un “volver a empezar”?
NM: He estado 12 años sin subirme a un escenario, dedicadísima a la dirección, a escribir, a buscar historias, a dirigir videoclips, documentales, cortometrajes… La verdad es que esta vuelta está siendo algo maravilloso. No te voy a negar que, la primera semana, me temblaron las piernas y algo me siguen temblando, porque le tengo mucho respeto al escenario, pero si echo la vista atrás, han sido muchos más los años de actriz que de directora. Siento que este pequeño barbecho en el que me he metido, ha sido muy esclarecedor para muchas cosas y tener una mirada más externa y global, que es algo que debe tener un director. Mi vuelta a los escenarios va a ser algo bueno. Siempre se dice que “quien tuvo, retuvo”.
La impactante ceremonia y su significado simbólico
La ceremonia es uno de los momentos más esperados en un evento especial. En el caso de eventos como bodas, graduaciones o premiaciones, la ceremonia tiene un significado simbólico que trasciende lo meramente formal. Es un momento de celebración y reconocimiento, donde se destacan los logros alcanzados y se honra a las personas involucradas.
En una boda, por ejemplo, la ceremonia es el momento en el que dos personas unen sus vidas en matrimonio. A través de rituales como el intercambio de votos y los anillos, se simboliza la unión y el compromiso mutuo. Estos actos tienen un impacto emocional en los novios y sus invitados, y generan un ambiente de felicidad y emoción.
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En eventos como las graduaciones, la ceremonia marca el fin de una etapa educativa. Se premia el esfuerzo y la dedicación de los estudiantes, y se les otorga un reconocimiento que simboliza el logro de sus metas académicas. Estos momentos son especialmente significativos, ya que representan la culminación de varios años de estudio y sacrificio.
La solemnidad y la belleza de la ceremonia también juegan un papel importante en su impacto simbólico. La elección de lugares emblemáticos, la música, los colores y las palabras utilizadas durante la ceremonia tienen el objetivo de crear una atmósfera especial, que refuerce el significado y la importancia del evento.
Los detalles de la exclusiva recepción
La exclusiva recepción es uno de los momentos más esperados de cualquier evento. Es la oportunidad de socializar, disfrutar de deliciosa comida y bebida, y celebrar con amigos y colegas. Sin embargo, para que esta recepción sea exitosa, es importante prestar atención a los detalles.
Uno de los primeros detalles a considerar es la ubicación de la recepción. ¿Se llevará a cabo en un salón de banquetes? ¿En un jardín al aire libre? Es fundamental seleccionar un espacio que se adapte al tamaño de la audiencia y que tenga la atmósfera adecuada para la ocasión.
Otro detalle importante es el menú de la recepción. Si bien la comida y la bebida pueden variar según el tipo de evento, es esencial ofrecer una variedad de opciones para satisfacer los diferentes gustos y necesidades de los asistentes. Desde aperitivos y platos principales hasta opciones vegetarianas o sin gluten, es importante tener en cuenta la diversidad de la audiencia.
Además, es importante prestar atención a la decoración y el ambiente de la recepción. La iluminación adecuada, la disposición de las mesas, las flores y los elementos decorativos pueden marcar la diferencia y crear un ambiente acogedor y atractivo. ¡No olvides los detalles como la música ambiental y el servicio de camareros amables y atentos!
En resumen, los detalles de la exclusiva recepción son fundamentales para crear un ambiente agradable y satisfactorio para los asistentes. La ubicación, el menú, la decoración y el ambiente general juegan un papel clave en el éxito de este evento. Al prestar atención a estos detalles, se puede garantizar una experiencia memorable y satisfactoria para todos los presentes.