La Emotiva Primera Boda del Soro - Un Encuentro Mágico Entre Amor y Tradición

Premios BAFTA 2023: Guillermo del Toro e Iñárritu en lista larga de nominados

Sobresalió que el mexicano no mencionó a Lorenza Newton, su esposa en aquel entonces; sin embargo, el director aclaró un par de meses después que se habían separado desde septiembre de 2017.

En una entrevista con Variety se reveló que ambas personalidades empezaron su acercamiento amoroso durante la producción de Nightmare Alley (2021) y optaron por casarse en secreto. No se dieron más detalles sobre cómo fue la ceremonia de matrimonio.

La confirmación oficial del matrimonio entre la pareja la realizó el mismo del Toro durante el Art + Film Gala del Museo de Arte del Condado de Los Ángeles, donde presentó a Kim Morgan como su esposa.

Ella suele ir en compañía del director mexicano a diversos eventos, como la premier de Pinocho y los Globos de Oro.

Kim Morgan también está involucrada en la industria del séptimo arte, se ha desempeñado como guionista en algunos proyectos cinematográficos como The forbidden room (2015) y Seances (2016). Asimismo, es escritora y ha participado en festivales de cines.

El mexicano ha mantenido su vida privada siempre lejos de los reflectores, en varias ocasiones ella ha dedicado breves mensajes a del Toro en Instagram, como una felicitación por su cumpleaños el año pasado: “¡El gran Guillermo! Feliz cumpleaños a este maravilloso ser humano”.

Vicente Ruiz 'El Soro' y Eva Rogel se casaron en secreto el 30 de septiembre de 2022 tras años de amor

Beatriz Cortázar ha contado en exclusiva cómo ha sido la boda del diestro y su gran amor desde que, él con 20 años y ella con 15, se conocieron en Las Fallas. Después de muchos obstáculos, han podido darse el 'sí, quiero' como siempre habían soñado y hemos visto la imagen en Y ahora Sonsoles.

El diestro Vicente Ruiz 'El Soro' se ha casado en secreto en Madrid. Así lo ha contado Beatriz Cortázar en exclusiva en Y ahora Sonsoles. Fue el 30 de septiembre de 2022 en Foios (Valencia) cuando se celebró el enlace y hemos podido ver la imagen.

Lo que dicen que no se oyó aquel día

“Pero el caso de Stravinsky es bien diferente”, se lamenta el autor de la reseña de Le Figaro. A estas alturas no merece la pena pararse en las críticas que aquel periodista tuviera que hacer a una obra que ha trascendido con mucho sobre las valoraciones que puedan hacerse en ningún periódico. El sainetesco estreno de La Consagración de la Primavera, que bajó por un momento los niveles de popularidad del autor de El pájaro de fuego y Petrushka --obras estrenadas bajo el sello de Diáguilev-- tuvo como consecuencia que durante décadas en las representaciones de La Consagración de la Primavera se omitiera la danza. Tras unos pocos bolos en Europa ya no se acompañó desde la silla la huida de la mujer elegida para el sacrificio en la “acción ritual de los antepasados” en la que se desencadena la homicida consagración. Posteriores recuperaciones de la arqueología musical han traído a la era de internet una recreación meticulosa, suponemos, de lo que estaba previsto estrenar ese día.

Metales usados como alarmas, cuerdas que suenan como sacos cuando se rompen, parches que rebotan en la cabeza de los críticos y del público general. Los agudos al límite de un fagot dan paso a un viaje de poco más de media hora en el que todos los instrumentos aportan algo en la ceremonia en la medida en que coinciden sus itinerarios sonoros. La recuperación de ritmos eslavos, una herencia también presente en el resto de la composición, la retirada de la tonalidad clásica, y otros aspectos técnicos mejor estudiados que aquí, transportan al oyente/público en un objeto activo en ese momento primitivo, feliz y finalmente cruel.

Su amor por el toro

Aunque su padre no creía que pudiera ser torero porque era bajito y gordito –la antítesis de la estampa del torero– su pasión acabó ganándole y decidió apoyarle. "Desde pequeño sentí un amor enorme por el toro y por esta profesión", decía Ruiz en un documental sobre su carrera estrenado en marzo.

Empezó a torear y, siendo becerrista, se ganó un buen número de seguidores. Y es que el Soro, un joven con desparpajo dentro y fuera de los ruedos, conectaba bien con la gente. Sus heroicidades llegaron hasta los círculos taurinos valencianos y debutó con picadores en la tarde del 19 de agosto de 1979, entonces con el sobrenombre del xiquet de Foios. Aunque los problemas de huesos lo tuvieron en dique seco durante un par de meses en 1981, al año siguiente consiguió tomar la alternativa como diestro.

Lo que se vio

Si se trata del último episodio de burguesía escandalizada por las vanguardias históricas no viene al caso cuando tres años después se fundaba Dadá en Zurich. Sin embargo, sí se ha de anotar que entre los asistentes al estreno estaban Jean Cocteau, Coco Chanel o Pablo Picasso, quien en 1913 estaba llevando a cabo su propio avance sobre el cubismo. Se esperaba un escandalazo. La crítica de Le Figaro estalló en bilis contra Nijinski: “No tiene nada que decir (…) sus composiciones cada vez van a parecer un poco más ridículas, está muy claro que no es su culpa”. La batalla estaba servida hacía tiempo, y ya se sabía que las vanguardias llegaban a cambiar a la burguesía desde dentro de la burguesía. Los resultados de esa tarea no vienen al caso hoy.

"A pesar de que, años después, Stravinsky recordaba el pollo que le habían montado en los Campos Eliseos aquella tarde de primavera, la obra comenzó a defenderse por sí sola" Nijinski, el coreógrafo, que trabajó La Consagración de la Primavera durante extenuantes jornadas, que es lo que se suele decir estas veces, dispuso unos movimientos a la altura de la música: imprevisibles, salvajes, tiernos y reales. El sentido de primitivo que la crítica ha adoptado a menudo como sinónimo de arcaico porque no se ciñe a la tradición occidental, explota en la obra en una serie de movimientos que tienen tanto de primitivo como de pasos hacia un momento primordial o divertirse casi hipnotizado en una fiesta eslava o una rave. Primitivo también como lo es comer, beber y ese tipo de cosas. Y primitivo como pueden serlo la violencia y la muerte.

La escenografía y el vestuario de Nikolai Roerich, perfectamente modernas a su modo, y las escenas de erotismo, demasiado implícitas hoy para que un vistazo rápido nos lleve al archivo social del sexo, también contribuyeron a que la platea se volviese irrespetuosa, en palabras de los representantes de la Academia. La representación, no obstante, terminó, y cuentan que incluso se oyeron tímidos aplausos al final.

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