El príncipe Felipe
Hasta el momento, la vida de Isabel Sartorius se desarrollaba en torno a su actividad profesional dentro de la normalidad y como una persona más en el entorno y educación que había recibido. No era una persona conocida ni era objeto de los reportajes de las revistas del corazón. Sin embargo, esta realidad cambió en el momento en el que se conoció la relación que mantenía con por el entonces príncipe Felipe. En el año 1989, algunos medios comenzaron a especular con una unión más profunda que una simple amistad entre ambos.
El hecho de que el futuro heredero de la corona española tuviera una pareja desató todo tipo de informaciones y seguimientos por parte de la prensa rosa, dando lugar a toda clase de titulares y noticias relativas a esta vínculo, del que se dijeron gran cantidad de cosas y sobre el que hubo muchas especulaciones.
No mucho tiempo después, en el año 1991, varios medios se hicieron eco de una posible ruptura. Sin embargo, durante unos años se siguieron publicando noticias relativas a la pareja. Este hecho marcó, sin duda, para siempre la vida de la empresaria, que desde este ha ido apareciendo en los medios de un forma u otra, ya que han ido siguiendo en mayor o medida su evolución a lo largo de todos estos años.
¿Qué fue de Isabel Sartorius, la primera novia del rey Felipe VI?
Foto: Eduardo Briones / Europa Press / ANTENA 3
Martes 4 de febrero de 2020
Isabel Sartorius será siempre conocida por la relación sentimental que mantuvo con el rey Felipe VI. A pesar de que hace ya tiempo de que este episodio de su vida quedó atrás, es lo que hizo que su nombre adquiriera fama y a día de hoy todavía no ha podido desprenderse de él. Nació en Madrid el 20 de enero de 1965, tiene una hija llamada Mencía, fruto de su relación con Javier Soto, y en la actualidad está unida sentimentalmente al empresario César Alierta.
Su vida en Estados Unidos
Con el tiempo se trasladó a Washington (Estados Unidos), donde obtuvo la licenciatura en Ciencias Políticas entre la Universidad Georgetown y la American University. Con esta preparación y hablando cuatro idiomas logró un puesto en la sede de Naciones Unidas de Nueva York. Aquí permaneció hasta que en 1987 decidió regresar a Madrid, su ciudad natal. En la capital desempeñó varios cargos como relaciones públicas a la par que realizaba varios viajes a Estados Unidos y terminaba un Máster en Relaciones Internacionales.
Madre drogodependiente
Algunos años después, la madrileña escribió una autobiografía en la que se atrevió a hablar abiertamente del problema de drogodependencia de su madre —fallecida en 2009— y del efecto que esa circunstancia tuvo en su salud mental. "Con 14 años salía del colegio y mi madre me mandaba a comprar droga", reconoció. "Mi madre ha sido el eje de mi vida, la condicionó de una manera determinante. Estábamos tan unidas, la quería y me preocupaba tanto, que me até a ella. Luego, esta unión tan intensa nos enredó por completo y dejó en mí la semilla de un trastorno que marcaría mi futuro. Con el paso del tiempo descubrí que lo que me ocurría tenía un nombre: codependencia, y que los hábitos que había ido adquiriendo casi sin darme cuenta formaban parte de un trastorno que padecemos millones de personas en el mundo".
Después de su sonada ruptura, Sartorius huyó durante una temporada a Londres, donde no logró encontrar el anonimato que tanto ansiaba. Fue en esa ciudad donde conoció a Javier Soto, del que se quedó embarazada en 1997 y del que se separó a las pocas semanas de nacer su hija Mencía. "Lo nuestro fue un encuentro emocional fortísimo, congeniamos muy rápido. No nos casamos. De hecho, ni siquiera vivimos juntos el tiempo que pasé en Londres. Javier había sido muy sincero conmigo al decirme que no se veía preparado ni para ser padre ni para casarse", revelaría sobre un hombre que más tarde pasó a usar de primer apellido el de su madre (Fitz-James Stuart), quizás para despistar al personal, y contrajo matrimonio con María Chávarri, hermana de la que fuera otra de las mujeres más famosas de los ochenta y noventa.