1 - Afinidad personal
Desde el comienzo de la edición, Eneko, Alex, Lluis y Pilu han formado un grupo que ya se consideran como amigos. Por ejemplo, Pilu en la prueba de los robos descartó quitarle ingredientes a alguno de ellos precisamente por esa afinidad personal. Y siempre, en cualquier tarea, es mejor trabajar con gente con la que te llevas mejor y tienes más confianza.
Lluis, como capitán del equipo rojo, delegó funciones en Eneko y en Pilu sin dudar, con confianza ciega en ellos. Siempre con un ojo en todas las elaboraciones, Lluis repartió el trabajo de una manera justa en la que todos se sentían importantes dentro del equipo. Trabajar con el respaldo y la confianza de tu capitán siempre es beneficioso. Del mismo modo que es esencial saber que tu capitán responderá por ti y resolverá tus dudas si lo necesitas.
Alex: juventud y proyección gastronómica
En su paso por MasterChef Junior 4, Alex sembró las bases para ser un gran cocinero. Durante años esperó a la mayoría de edad para presentarse al casting de adultos y en MasterChef 11 ha demostrado que su base culinaria es muy amplia. A sus 19 años tiene cientos de conceptos gastronómicos asumidos y da gusto verle trabajar. Para él, MasterChef es una oportunidad única de dar el salto a la cocina profesional.
En esta edición le hemos visto crear un vínculo casi fraterno con Eneko, hemos comprobado su carácter cuando las cosas no salen bien y sus ganas de revertir las malas situaciones. También nos ha dejado claro que su familia es lo primero y nos ha hablado de alguno de sus referentes, como por ejemplo, Carlos Maldonado. Probablemente, su juventud y su falta de experiencia sea su punto débil, pasándole factura en algún que otro emplatado. Alex controla a la perfección las técnicas de vanguardia pero le falta saber aplicarlas con el mismo control.
Alguno de sus grandes platos en el programa han sido: el canelón de pollo en escabeche o las alcachofas en texturas.
Pilu: evolución y carácter
Es pequeña de estatura pero tiene mucho cáracter y un gran corazón. Pilu empezó con buen pie en MasterChef 11 pero no terminó de destacar con grandes platos. Y estuvo a punto de pasarle factura, incluso vimos a la controladora aérea enfrentarse a los jueces. Pero todo cambió. Pilu entendió que las críticas eran solo para que mejorara y poco a poco sintió que no podía desperdiciar esta oportunidad.
Tal fue su evolución que llegó a ser la envidia de sus compañeros cuando ganó el delantal dorado con un plato de gnocchi delicioso. Su personalidad encajó perfectamente con las de Eneko, Lluis y Alex y los cuatro formaron una unión difícil de romper. Y eso se reflejó en muchos cocinados. Como debilidades, la travesía de Pilu en MasterChef 11 ha sido una montaña rusa y eso, en ocasiones, ha afectado a su confianza en sí misma. Además, su carácter y su "mecha corta" le han jugado alguna que otro disputa con compañeros.