El Boda de José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo - Una Unión para Recordar

El vestido de novia de Teresa Urquijo en su boda con Almeida: los detalles de un look muy regio y de estilo royal

Teresa Urquijo y Almeida, a la salida de la ceremonia. / limited pictures

Raquel Rodríguez

Y el momento más esperado de la boda de Almeida llegó. Como en todo enlace, el vestido de novia se ha convertido en el detalle que más expectación ha generado y aunque ya sabíamos la historia familiar que escondía su look, lo cierto es que Teresa Urquijo no dejó de sorprender en su llegada a la iglesia. Ni el look de la infanta Cristina ni el vestido elegante de Isabel Díaz Ayuso, la esposa del alcalde de Madrid fue la mujer que acaparó todas las miradas.

De carácter regio y con ese punto royal que definía el vestido que también lució su abuela y su madre, la ya esposa de José Luis Martínez-Almeida apareció radiante (también algo nerviosa) y muy sonriente con un vestido adaptado por el taller de Navascués para el que seguramente sea el día más especial de su vida y el que ha sido el look perfecto que ha hecho oficial su historia de amor con el edil.

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Con cientos de curiosos acaparadas a las puertas de la iglesia y seis muntos tarde -como marca el protocolo-, Teresa Urquijo llegó a la cita en la parte trasera de un coche oscuro. Acompañada de su padre, Lucas Urquijo y Fernandez-Araoz, se bajó del automóvil colocando su vestido y con un rostro visiblemente abrumado por la expectación.

El rostro de Teresa estaba ligeramente tapado por un voluminoso velo que cubría también gran parte del vestido y que estaba confeccionado en un delicado y fino tul seda natural. Un accesorio que se llevaba todo el protagonismo y que dejaba entrever la sonrisa de oreja a oreja con la que llegó a la cita.

Teresa Urquijo se coloca el vestido de novia. / LIITED PICTURESTeresa Urquijo se coloca el vestido de novia. / LIITED PICTURES

El vestido, por su parte, desprendía ese estilo aristócrato de la época y que evidencia que se trata de una pieza con más de 60 años de vida. Un diseño que fue realizado para su abuela Teresa de Borbón-Dos Sicilias y Borbón-Parma, princesa de las Dos Sicilias y marquesa de Laserna. Una auténtica joya con mucho significado e historia que 30 años despuñes lució la madre de Teresa, allá por 1995, y que la joven ha recuperado ahora también para su día.

Se trata de un vestido de novia confeccionado en brocado jacquard con hilo de plata, un detalle que podríamos decir que era el único que definía a esta pieza que derrochaba sancillez y elegancia. Es un modelo recto con cuello con bies en rulo y range abullonada y ha sido modificado y actualizado por al taller de Navascués, donde han trabajado de manera cuidadosa este tejido con tanta historia.

El vestido de novia de Teresa Urquijo ha sido modificado por Navascués. / limited pictures

La falda del look de Teresa tenía una abertura trasera para facilitar el movimiento y no iba al ras del suelo, detalles que nos ha permitido ver unos originales zapatos destalonacos de tacón cómodo. Tenía también una cola independiente, realizada en gazar y garza de seda natural y bordada en hilo plata, acorde al jacquard del resto de la prenda. Junto a él, la ya esposa de Almeida escogió un discreto ramo de flores silvestres con eucalipto.

Una finca con espectaculares vistas a Madrid

La finca El Canto de la Cruz pertenece a los abuelos maternos de la novia, Teresa de Borbón-Dos Sicilias e Íñigo Moreno de Arteaga, marqueses de Laserna. En ella la abuela de Teresa cría caballos pura sangre árabe de los más prestigiosos internacionalmente con su Yeguada Flor de Lis. También, puntualmente, se organizan en la finca concursos completos de equitación en los que la propia Teresa de Borbón está al pie del cañón de los detalles.

Para la novia, Teresa Urquijo, a quien en su familia llaman Teresita, El Canto de la Cruz es un lugar muy especial. Además de tener una relación muy estrecha con su abuela, ha heredado su pasión por los caballos y no duda en escaparse siempre que puede a montar allí. Además, la finca de Colmenar Viejo le ha servido de refugio durante su relación con José Luis Martínez-Almeida, pues era un lugar donde poder pasar tiempo juntos lejos de miradas indiscretas.

El Canto de la Cruz se edificó en 1991 y hasta entonces no contaba con casa. Era una finca propiedad de Íñigo Moreno de Arteaga que decidieron edificar para albergar la Yeguada Flor de Lis, de Teresa de Borbón. Desde entonces, el matrimonio de Moreno Borbón-Dos Sicilias reside allí. Previamente, Teresa de Borbón, abuela de Teresita, había tenido sus caballos en la finca La Toledana (Ciudad Real), propiedad primero de su padre, Alfonso de Borbón-Dos Sicilias, y posteriormente de su hermano Carlos de Borbón-Dos Sicilias, duque de Calabria y padre de Pedro de Borbón-Dos Sicilias, actual duque.

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