Álvaro Martínez-Conradi: ‘Las decisiones a corto plazo suelen ser radicales’
‘Hay dos posturas ahora mismo: tomar una decisión radical o esperar. Y tomar una de las dos es algo que cuesta. Al final, los ganaderos estamos aquí más por un lado sentimental que por otra cosa. Por eso, cuesta mucho trabajo tomar una decisión radical con animales que has seleccionado hace mucho tiempo y que genéticamente te ha costado mucho trabajo llegar hasta ahí, hasta conseguir un poco el comportamiento que buscas. Con la crisis, ya se eliminaron muchas cabezas de ganado, de hecho, desaparecieron muchas ganaderías. No sabemos lo que va a pasar en esta ocasión, pero seguramente desaparecerán muchos animales: algunas ganaderías desaparecerán y otras se reducirán mucho hasta poder ajustar la oferta a la demanda’, sentencia Álvaro Martínez-Conradi.
‘Todos los ganaderos a lo largo de estos últimos años después de la crisis se han ido reorganizando, pero ya no se puede volver otra vez a hacer ese ejercicio de reducción’

‘Luego, los costes de producción han ido subiendo, las fincas ganaderas se han intentado reducir en cuanto al manejo, alimentación… Todos los ganaderos a lo largo de estos últimos años después de la crisis se han ido reorganizando, pero ya no se puede volver otra vez a hacer ese ejercicio de reducción dentro de una explotación dónde estás preparando a un animal para llegar a una plaza con una máxima exigencia. O eliminas animales para que sobrevivan otros o desapareces’, asegura. ‘También hay que destacar el trabajo que durante este tiempo están haciendo los mayorales, vaqueros y toda la gente del campo. Evidentemente, los propietarios de las ganaderías somos los que estamos soportando todo económicamente, pero ellos también tienen su “espinita” y están sufriendo esta situación. Al final, es su vida, su afición, su trabajo y seguir criando a un toro con todo lo que eso conlleva un día tras otro sabiendo que no lo vas a poder lidiar en una plaza de toros es muy desilusionante’, reconoce Álvaro Martínez-Conradi.
La finca de Blanca Suelves
La idea de hacer de la histórica finca Soto de Mozanaque un lugar para eventos “surge de un sentimiento: la ilusión”, nos cuenta la exmodelo Blanca Suelves.
“Pensamos que Soto Mozanaque era una casa que podía reunir las condiciones necesarias para dedicarla a eventos: es muy bonita, tiene un gran jardín, está a tan solo 23 km del centro de Madrid; y algo intangible pero muy importante: su buena energía. La ilusión de ver el pabellón de caza del siglo XVIII del duque de Sesto en una casa restaurada y preparada para el siglo XXI resultaba un proyecto muy atractivo”.
Soto de Mozanaque es propiedad del marido de Blanca, Ioannes Osorio, tres veces grande de España, duque de Alburquerque y de Algete. Fue la primera finca privada de Madrid, hace ya más de 20 años, que se ofreció para eventos, y con todos sus permisos en orden (detalle importante). Soto de Mozanaque cuenta con una espectacular casa palacio y reúne exclusividad, historia, belleza, buena localización, profesionalidad y un precio muy tentador. Además trabajan con una selección de los mejores caterings, wedding planners y floristas, que con su experiencia convierten la casa en un lugar siempre diferente y único.
“Hay ocasiones en las que escoger bien es no arriesgar. Nuestro cliente sabe lo que quiere, y que nosotros no fallamos”, añade Blanca. Ella personalmente se encargó en un principio de todo, pero ahora nos cuenta que tiene la suerte de tener un gran equipo: “Yo me ocupo de ver presupuestos o el mantenimiento, ¡cuando me dejan!”, añade riendo.
“Siento una gran alegría cuando veo que una idea que tuve siendo muy joven hoy es un referente consolidado. Hemos celebrado bodas magníficas, reuniones de empresa, presentaciones. Ver la felicidad y la emoción de la gente es la mejor recompensa al esfuerzo, a la inversión tan grande y al trabajo. Nos hemos convertido en un valor seguro y decir eso hoy en día no es fácil”, concluye.
El catering de Eugenia Soto Fitz-James Stuart
Desde mediados de 2010 dirige el catering que lleva su nombre. Comenzó con un encargo de una amiga para un evento especial y desde entonces no ha dejado de recibir peticiones. “Siempre me ha gustado la cocina y todo lo que está relacionado con la mesa y la puesta en escena que es algo que cuido mucho porque me encanta”, afirma a Vanitatis.
¿Su secreto? Un servicio muy personalizado. “Cada evento es único y centra toda nuestra atención. Todo evento, desde el momento de la propuesta, está hecho a medida de cada cliente”. Entre sus platos estrella destacan las pechuguitas de perdiz con salsa de uvas, el curry de rape y langostinos y la crema fría de tomate y albahaca.
La Quinta, sin reducir el número de vacas
El campo no para. En cualquier crisis, los ganaderos son los que más sufren. Cuando apenas habían cogido ese pulso al mercado tras la crisis del 2007, un nuevo cambio obliga a volver a reestructurar toda la explotación. Volver a reinventarse cuando apenas se habían visto los resultados de la reinvención anterior. En el miedo, los hierros que se quedarán en el camino. ‘En principio, no vamos a reducir el número de vacas de la ganadería, porque también sería perjudicial para nosotros. Al estar matando vacas, estás también cerrando líneas y eliminando caracteres que pueden disminuir luego la variedad genética de la ganadería, difícil de recuperar al haber pocas ganaderías de nuestro encaste’.
‘No vamos a reducir el número de vacas de la ganadería, porque también sería perjudicial para nosotros’.

‘Esta crisis ha afectado a todas las ganaderías grandes y pequeñas, pero más si cabe a las que lidian en plazas de primera ya que necesitan un número muy grande de toros de ese nivel porque así se exige en la actualidad para poder estar anunciados en ellas. Luego, siempre hay bajas a lo largo del año y el toro de plaza de primera se consigue cuando hay un amplio número de animales para poder sacar astados con ese trapío. En el caso nuestro, para este año teníamos previstas seis corridas de toros y las seis eran de un nivel importante. Para eso, se necesitan unas camadas largas para poder ir seleccionando esos animales hasta llegar a toros los mejores y que se puedan lidiar en esas plazas‘, confirma. La situación de incertidumbre también se traslada a la hora de lidiar. Hasta el último momento, nunca se sabe si lo anunciado se puede celebrar y aunque sigue habiendo cierto movimiento, es muy difícil conocer qué va a pasar. ‘Hay cierto movimiento durante estos meses, ha habido empresas que han llamado interesándose, pero todo está en el aire y somos pesimistas en ese aspecto, aunque esperamos que se pueda resolver, sobre todo, de cara a la temporada que viene. Que la temporada del 2021 se pueda desarrollar dentro de la normalidad que teníamos durante estos años’, sostiene.
