Líneas de creación
En 1947 lanzó la linea de abrigos tailleur y sus vestidos globo. En 1955 llegó el vestido túnica. Sin adornos pero muy muy perfeccionada. En 1957 le toca el turno a la línea camisa. En 1958 llegaron los vestidos babydoll. En 1959 aparecieron los vestidos con cola, pavo real. En 1960 llegó una línea para una mujer más activa, con botas y minifaldas.
Los trajes de novia, muy puros en sus líneas, dando protagonismo total a la novia. La Reina Fabiola lució un vestido de satén blanco con un abrigo con cola de veinte metros y visón blanco. Todo majestuoso. ¡Precioso! Ese vestido está actualmente en la Fundación Balenciaga, donado por la reina de los belgas.
En 1952 se realizó el primer artículo de moda sobre el pret-a-porter, y desde entonces, ha formado parte de las revistas. De la misma moda que la alta costura empezaba a cambiar, sobre todo en el público. En 1962 dos de sus maniquíes crearon su primera colección de moda francesa. Una de ellas, fue Emmanuelle Khanh. Algo estaba cambiando.
En 1972 diseñó el vestido de novia de la duquesa de Cádiz, Carmen Martínez Bordiú.
Harold Kofa, responsable del Museo del Traje de Nueva York, afirma sobre Balenciaga: "los pescadores vascos eran su inspiración, introdujo colores que nunca se habían visto, era muy español".
Pierre Bergé afirma sobre el español, "en aquella época la moda solo existía en Paris. Los grandes almacenes americanos venían a Paris, compraban ropa a un precio muy elevado, y tenían derecho a reproducir después esos modelos, pero en un tejido diferente. Balenciaga, junto a Chanel, fueron las casas que más ganaron con este sistema", creo que su testimonio nos ayuda a entender más y mejor la moda actual.
El legado de un mito
Era el primer documental de la noche. Su protagonista, Cristóbal Balenciaga. Un clásico que siempre siempre me ha atraído. Balencigada, el vasco de origen humilde que vio en Paris la consagración de su obra.
En 1936, con el inicio de la Guerra Civil en España, fijó su residencia en París, en la Avenue George V, en el nº 10, donde estaba su nueva tienda tras cerrar las españolas. En 1937, viviendo ya y siendo amigo de Chanel, Lanvin.
Balenciaga, Chanel y Dior, eran los más grandes en los años '40, quienes marcaban la moda y la alta costura.
Coqueline Courrèges, diseñadora, "los tres eran modistos, pero Chanel tenía una concepción del cuerpo, porque los llevaba ella, y Balenciaga en cambio diseñaba pensando en una concepción de volumen. Las mujeres no podían ni sentarse".
Dior, con el New Look, diseñaba de nuevo para disfrutar del ansia de vivir, quiso recuperar la alegría anterior a la guerra con sus diseños. Su moda era la exaltación de la sensualidad tras los duros años de austeridad. Su éxito fue arrollador. Balenciaga, en cambio, era el revolucionario tranquilo: tejido, técnica de corte y cuerpo femenino eran los pilares del español. Todo perfecto.
Las mujeres se pasaron a los diseños de Dior, y eso afectó profundamente a Cristóbal Balenciaga. Ese cambio duró 10 años, pero volvieron a Balenciaga, quien seguía paso a paso, firme, con una elegancia constante. Los cambios de la moda de Dior no atraparon a todas las mujeres, se cansaron.
Balenciaga estaba obsesionado por la perfección, muy austero en su vida. Todo era reglado. Fernando Martínez, Ramón Esparza y Gerard Chueca (secretario personal de Balenciaga) fueron sus tres colaboradores más cercanos. Un detalle cuenta Chueca, "si algo no le gustaba de un traje, era capaz de deshacerlo entero".
El legado de Alfonso de Borbón y Carmen Martínez Bordiú: ¿Qué significará para la monarquía?
El reciente fallecimiento de Alfonso de Borbón, nieto del último rey de España, y de su hermana Carmen Martínez Bordiú, ha dejado un profundo vacío en la monarquía. La muerte de ambos miembros de la familia real no solo marca el fin de una era, sino que también plantea preguntas sobre el legado que dejaron y qué significará para la monarquía española.
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Alfonso de Borbón, conocido popularmente como “El príncipe maldito”, tuvo una vida marcada por el conflicto y la tragedia. Su renuncia a los derechos sucesorios a favor de su padre, el rey Juan Carlos I, en 1972, generó controversia y tensiones dentro de la familia real. Aunque vivió gran parte de su vida en el exilio, su fallecimiento ha despertado el interés en su papel como posible sucesor de la corona en caso de un cambio de régimen.
Carmen Martínez Bordiú, por su parte, era conocida como la nieta rebelde del dictador Francisco Franco. Su matrimonio con Alfonso de Borbón también generó polémica, ya que supuso la unión entre dos linajes que habían estado enfrentados históricamente. Sin embargo, su fallecimiento no solo marca el fin de una figura controvertida, sino que también pone en relieve la importancia de la reconciliación y el perdón en la sociedad actual.
El legado de Alfonso de Borbón y Carmen Martínez Bordiú
El legado dejado por Alfonso de Borbón y Carmen Martínez Bordiú es complejo y aún está por verse qué impacto tendrá en la monarquía española. Su renuncia a los derechos sucesorios y su vida marcada por la controversia pueden plantear interrogantes sobre el futuro de la institución. Sin embargo, también es importante reconocer que su fallecimiento representa el fin de una etapa y la oportunidad de construir una monarquía basada en los valores de reconciliación y unidad.
El vestido de novia de Carmen Martínez Bordiú: Elegancia y estilo en su máximo esplendor
Carmen Martínez Bordiú, la reconocida socialite española, se convirtió en el centro de atención en su día de boda gracias a su espectacular vestido de novia. Conocida por su elegancia y estilo impecable, Carmen optó por un diseño que reflejaba a la perfección su personalidad única.
El vestido de novia de Carmen Martínez Bordiú destacaba por su silueta femenina y su máximo esplendor en cada detalle. El escote en V y los encajes delicados daban un toque romántico y sofisticado al conjunto. El uso de tejidos de alta calidad y la perfecta confección del vestido garantizaban un aspecto impecable en su gran día.
Elegancia en cada detalle. El vestido de novia de Carmen Martínez Bordiú se complementaba con una cola larga que añadía un elemento dramático y elegante a su aspecto. Los bordados a mano y las aplicaciones de pedrería aportaban un toque de brillo y sofisticación, destacando la atención al detalle presente en el diseño.
El estilo único de Carmen Martínez Bordiú se reflejaba no solo en su vestido de novia, sino también en su elección de complementos. Optó por una joyería minimalista que realzaba la belleza del vestido sin restar protagonismo a su silueta elegante.
En conclusión, el vestido de novia de Carmen Martínez Bordiú fue un ejemplo emblemático de elegancia y estilo en su máximo esplendor. Cada detalle fue cuidadosamente elaborado para realzar la belleza de la novia y asegurar que su presencia fuera inolvidable en ese día tan especial.
Detalles exclusivos de la boda de Alfonso de Borbón y Carmen Martínez Bordiú
El enlace de dos familias nobles
La boda de Alfonso de Borbón y Carmen Martínez Bordiú marcó un momento histórico al unir a dos de las familias más prominentes de España. Alfonso, miembro de la Casa Real Borbón, es descendiente directo del rey Alfonso XIII y Carmen, por su parte, es nieta del dictador Francisco Franco. Esta unión generó una gran expectativa a nivel nacional e internacional y se convirtió en una oportunidad para que las dos familias pudieran dejar atrás sus diferencias políticas y construir un camino hacia la reconciliación.
Una ceremonia íntima y elegante
La boda se llevó a cabo en la Iglesia de San Francisco de Borja en Madrid. Aunque la invitada de honor fue la reina Sofía, el evento tuvo un carácter íntimo y fue exclusivo para familiares y amigos cercanos. La pareja optó por una decoración sencilla y elegante, con arreglos florales en tonos blancos y dorados, que resaltaban la majestuosidad del lugar. La música estuvo a cargo de una pequeña orquesta que interpretó melodías clásicas, creando un ambiente romántico y sofisticado.
Detalles personalizados y significativos
Cada detalle de la boda fue cuidadosamente planeado para reflejar la personalidad y los gustos de la pareja. Desde las tarjetas de invitación, diseñadas exclusivamente para la ocasión, hasta el menú gastronómico, que incluyó platos de la cocina tradicional española con un toque vanguardista. Además, cada invitado recibió como obsequio un pequeño recuerdo personalizado, que representaba un momento especial compartido con los novios. Estos detalles personalizados añadieron un toque íntimo y personal a la celebración, haciéndola aún más especial y única.