Una villa con siete suites
Una vez elegida la isla, la próxima decisión a tomar era dónde se hospedaría la familia y donde tendría lugar la ceremonia. Para ello, contando siempre con la ayuda de la wedding planner, Tamara Falcó (36), la pareja decidió reservar una villa en la zona norte de la isla, con vistas a la bahía L'Ansecoy.
Vista aérea de la villa que ha reservado la pareja. Google.
Se trataba de una finca de estilo caribeño, con varios tejados a dos aguas y con siete suites. Uno de los principales encantos de este emplazamiento es la infinity pool de más de 18 metros, y a cada lado de la piscina un porche para poder cenar al aire libre. Además, cuenta con dos terrazas, servicio de chef, y 1,6 hectáreas de jardines tropicales que otorgaban intimidad a la pareja.
En cuanto a la iglesia, la pareja ha escogido un recóndito templo a solo 5 minutos de la villa. Un edificio construido de bambú y recubierto de vegetación que otorgaba bastante intimidad a la pareja. El interior era bastante sencillo: algunos bancos de mimbre y otros de madera, y un pequeño altar con solo los elementos necesarios.
54 páginas de exclusiva
La cifra principal de esta ceremonia son las 54 páginas que ha ocupado la exclusiva de la boda en ¡Hola! Aunque pueda sonar baladí, cada una de estas páginas y líneas ha supuesto un suculento ingreso para los novios, quienes han conseguido que su día más especial estuviera patrocinado por la revista y por otras marcas.
Ana Boyer y Fernando Verdasco posando para la exclusiva. ¡Hola!
No solo ha sido este medio el que ha contribuido económicamente en este día: las distintas marcas de joyas o de relojes, las firmas de ropa. Un detalle que no ha pasado desapercibido ya que han sido muchos los que han puesto el grito en el cielo por las facilidades económicas que han tenido los novios para financiar esta ceremonia. Además, otros han puesto el acento en que personajes muy poco habituados a este tipo de prácticas como Fernando Verdasco o Mario Vargas Llosa (88), todo un premio nobel de literatura, se hayan prestado a participar en esta exclusiva.
Un lugar de ensueño en el mar Caribe
A principios de agosto del año 2017, Ana y Fernando amanecieron juntos en una playa de México, donde Fernando supo que había llegado el momento de la verdad. Tal y como nos confesaba la propia Ana, no se esperaba que le pidiera matrimonio. “En ese momento fue una sorpresa. Bueno, Fernando y yo ya estábamos muy en serio. Llevábamos mucho tiempo juntos y teníamos planes de futuro. Pero en ese momento fue una sorpresa, claro”.
Tras el compromiso, el siete de diciembre llegaba el gran día. Tenían claro que querían una boda íntima, rodeados de sus seres queridos y más allegados; y el lugar elegido para celebrar su unión fue Mustique -un lugar predilecto para la Familia Real inglesa, que es asidua del lugar-. En una de esas islas paradisíacas que existen en el Mar Caribe, tan pequeña que es difícil de situar en los mapas.
Un vestido de novia con esencia boho chic
Para la ocasión, la hija pequeña de Isabel Preysler eligió un diseño exclusivo de Hervé Moreau, el director creativo de Pronovias en ese momento. Un delicado vestido con escote corazón y línea sirena, bordado en pailletes de nácar y pedrería de cristal, que estaba decorado, a su vez, con aplicaciones de guipur. Sin embargo, lo que más llamó la atención de su look nupcial fueron los manguitos largos que incorporaba, de los que colgaba un velo de tul de tres metros y medio de largo. ¡Una maravilla!
¿Te va el estilo bohemio y romántico por el que se decantó Ana Boyer? ¿Buscas un vestido de líneas relajadas para un enlace íntimo al aire libre? Entonces valora la idea de recrear el mismo outfit de la protagonista o de lucir cualquiera de las tendencias que despuntan en él –las mangas extraíbles, el femenino escote corazón, los hombros al descubierto, los detalles de encaje. –. Estos modelos de Ladybird, Sincerity Bridal, Rue de Seine, Divina Sposa By Sposa Group Italia –este y este–, White One y Nicole te pueden encajar, ¿no te parece?
Otra posibilidad es buscar un modelo con un detalle tan llamativo como el suyo: un velo que nazca de las mangas a modo de alas de murciélago. Si te atrae la idea, estos dos diseños de Nicole y Julie Vino te encantarán. Por último, y no menos importante, te recomendamos completar el conjunto con unos accesorios bien brillantes. Por ejemplo, con unos pendientes y un colgante de oro blanco y diamantes como el suyo, de la firma Suarez, o con un ramo de novia en tonos blancos y verdes.