La gran fiesta
¡HOLA! también tiene constancia de que habrá sorpresas para cada momento, todas pensadas para que sean disfrutadas con elegancia y naturalidad, generando así el recuerdo de un día inolvidable que se alargará hasta las seis de la madrugada. Como ya adelantamos, nunca se pensó en tener fuegos artificiales, ya que El Rincón se encuentra ubicado en un espacio natural protegido. Tanto Tamara, que se ha encargado de todo lo referente a la ceremonia religiosa y lo gastronómico, como Íñigo, más centrado en organizar la celebración posterior y la logística, tienen un gran deseo: que su boda sea una gran experiencia para sus invitados.
De Alejandra Onieva a Vicky Martín Berrocal: alfombra roja en la fiesta preboda de Íñigo Onieva y Tamara Falcó
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La primera en llegar ha sido la hermana del novio, Alejandra Onieva. La joven actriz, de 31 años, conocida por series tan exitosas como Alta Mar o El secreto de Puente Viejo, ha confesado que está muy contenta por el inminente enlace
El padre de Iñigo Onieva, que también se llama Íñigo, ha sido de los primeros en llegar del brazo de su esposa. Con una sonrisa y sorprendido por la gran exepectación, ha definido a Tamara Falcó como “maravillosa”. El suegro de la aristócrata es empresario y vive en México
Los asistentes más conocidos
Como decíamos, más de 400 personas compartirán con Tamara e Íñigo su gran día. No faltarán las dos ramas familiares de Tamara, la Falcó y la Preysler. Por la parte paterna de la novia está confirmada la asistencia de todos sus hermanos: Manuel, Xandra, Aldara y Duarte. También la de su primo Álvaro Falcó e Isabelle Junot, marqueses de Cubas, que reaparecerán en sociedad tras la llegada de su primera hija, la pequeña Phillippa, el pasado 11 de junio.
Por la parte Preysler, estarán Ana Boyer, con su marido y sus hijos, y tanto Julio Iglesias, Jr., como Chábeli, que viajan desde Estados Unidos, esta última acompañada por su marido, Christian Altaba, y sus dos hijos, Alejandro, de 21 años, y Sofía, de once. La gran incógnita es Enrique Iglesias, que tampoco estuvo en las bodas de su hermano Julio ni en la de Ana con Fernando Verdasco. Sin embargo, el cantante no tiene ningún concierto programado para esos días.
También figuran entre los invitados sus compañeros del talent culinario Vicky Martín Berrocal y Juan Avellaneda, así como Macarena Rey, CEO de Shine Iberia, la productora de MasterChef, y su marido, Javier Goyeneche, CEO de la firma Ecoalf y poseedor de varios títulos nobiliarios —marqués de Villafuerte, marqués de Artesona, conde de Guaqui y conde de Casa Saavedra—.
Otros aristócratas que no se perderán esta gran cita será el matrimonio formado por Alessandra de Osma y Christian de Hannover. Igualmente, se espera a Khali El Assir —hija de Abdul Rahman El Assir, gran amigo de don Juan Carlos— y su marido, Juan José Franco —hijo de Francisco Franco Martínez-Bordiú y María Suelves—, a cuya boda asistió Tamara recientemente. En representación de la Casa de Alba irá Eugenia Martínez de Irujo, acompañada de Narcís Rebollo, presidente de Universal Music en España y Portugal. La familia de la duquesa de Montoro guarda grandes lazos con la de Tamara, pues no hay que olvidar que Carlos Falcó era primo de la duquesa de Alba y nació en el palacio de Las Dueñas, en Sevilla, en plena guerra civil española.
La finca de Blanca Suelves
La idea de hacer de la histórica finca Soto de Mozanaque un lugar para eventos “surge de un sentimiento: la ilusión”, nos cuenta la exmodelo Blanca Suelves.
“Pensamos que Soto Mozanaque era una casa que podía reunir las condiciones necesarias para dedicarla a eventos: es muy bonita, tiene un gran jardín, está a tan solo 23 km del centro de Madrid; y algo intangible pero muy importante: su buena energía. La ilusión de ver el pabellón de caza del siglo XVIII del duque de Sesto en una casa restaurada y preparada para el siglo XXI resultaba un proyecto muy atractivo”.
Soto de Mozanaque es propiedad del marido de Blanca, Ioannes Osorio, tres veces grande de España, duque de Alburquerque y de Algete. Fue la primera finca privada de Madrid, hace ya más de 20 años, que se ofreció para eventos, y con todos sus permisos en orden (detalle importante). Soto de Mozanaque cuenta con una espectacular casa palacio y reúne exclusividad, historia, belleza, buena localización, profesionalidad y un precio muy tentador. Además trabajan con una selección de los mejores caterings, wedding planners y floristas, que con su experiencia convierten la casa en un lugar siempre diferente y único.
“Hay ocasiones en las que escoger bien es no arriesgar. Nuestro cliente sabe lo que quiere, y que nosotros no fallamos”, añade Blanca. Ella personalmente se encargó en un principio de todo, pero ahora nos cuenta que tiene la suerte de tener un gran equipo: “Yo me ocupo de ver presupuestos o el mantenimiento, ¡cuando me dejan!”, añade riendo.
“Siento una gran alegría cuando veo que una idea que tuve siendo muy joven hoy es un referente consolidado. Hemos celebrado bodas magníficas, reuniones de empresa, presentaciones. Ver la felicidad y la emoción de la gente es la mejor recompensa al esfuerzo, a la inversión tan grande y al trabajo. Nos hemos convertido en un valor seguro y decir eso hoy en día no es fácil”, concluye.