Ana Boyer, la "empollona" de la casa, tuvo una boda de ensueño
En 2015 entró a trabajar en el madrileño despacho de abogados Uría & Menéndez, para posteriormente incorporarse como becaria a la sede en Nueva York del Banco Santander. Tras unos meses allí se mudó a Sao Paulo, donde trabajó en el banco BTG Pactual. Pero el amor se cruzó en su vida y por este lo dejó todo.
Ana Boyer y Fernando Verdasco se casaron en el 2017, en una preciosa boda celebrada en la isla caribeña de Mustique. Su enlace tuvo un sabor agridulce para ella, ya que cuatro años antes había fallecido su padre, pero en su camino hacia el altar tuvo un padrino de honor: su hermano Julio José.
Desde entonces, la hija de Preysler y el tenista son la viva imagen de la felicidad. Ana dejó su trabajo para dedicarse a acompañar a Fernando en sus viajes y torneos por todo el mundo. y ahora no lo hace sola: también van con ella los pequeños Miguel y Mateo, los hijos de la pareja.
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Un velo de 3,5 metros de largo
El vestido de Ana Boyer era una de las sorpresas más esperadas de toda la boda. Y, como era de esperar, no ha dejado indiferente a nadie. El vestido se creó en exclusiva para Ana de la mano de Hervé Moreau, el director creativo de Pronovias. Por un lado, el velo de 3,5 metros de tul que sale de los manguitos del vestido ha sido uno de los detalles más llamativos del conjunto.
Por otro lado, el el vestido, un diseño en palabra de honor con escote de corazón en tejido bordado no ha gustado a todo el mundo. Todo lo contrario, han sido muchos los que han criticado la vestimenta de la joven: "Qué horror, esperaba otra cosa de ellos"; "Es un traje muy hortera"; "Qué horripilante, vaya cuadro", son algunos de los comentarios que se pueden leer en la red.