Así fueron las dos bodas de Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam, las favoritas de Carolina de Mónaco
El 29 de junio de 2019 Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam celebraron una bucólica y chic boda religiosa en un lugar que era un auténtico homenaje a la madre y suegra de la ceremonia: Carolina de Mónaco.
El lugar escogido por la menor de los Casiraghi para la ceremonia religiosa es un auténtico santuario para Carolina: Saint Rémy de Provence, el lugar donde Carlota disfrutó su infancia y en el que Carolina se refugió tras la muerte de Stefano Casiraghi.
La ceremonia religiosa fue aún más íntima que la civil obligada por la indiscrección (por no llamar traición) de los invitados al primer evento. La boda civil se había celebrado el 1 de junio en Mónaco aprovechando el palacio monegasco para la ceremonia (y con homenaje estilístico de Carlota a su madre al escoger un traje de chaqueta corto para casarse) y aprovechando los jardines de La Vigie.
En este tour non stop de homenajes a su madre, Carlota Casiraghi escogió para su posado oficial un chanelizado modelo y un collar de Cartier de su abuela, Grace Kelly, que su madre había llevado en el Baile de la Rosa,
Retrato oficial de Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam el día de su boda civil / instagram
De aquella fiesta acabaron filtrándose dos vídeos en los que se podía ver a Carolina de Mónaco bailando y cantando más que los novios (y que Andrea Casiraghi) una canción del rapero francés MC Solaar al que habían contratado para la ocasión. La canción, por cierto, se llamaba «Caroline».
El retrato oficial de Dimitri y Carlota Casiraghi se captó en la misma balaustrada en la que muchos años antes Karl Lagerfeld inmortalizó en un retrato precioso a Carolina de Mónaco vestida de gala y acompañada de sus tres hijos y su marido Stefano Casiraghi.
Después de captar aquella idílica imagen Dimitri Rassam fue arrojado a la piscina por sus recién estrenados cuñados, Andrea y Pierre Casiraghi, y traicionado por su recién estrenada cuñada, Beatrice Borromeo, que captó la escena en vídeo y lo subió a sus redes sociales.
Quién es Nicolas Mathieu, el nuevo novio de Carlota Casiraghi
Poco parece que le ha durado la soltería a la Carlota Casiraghi, si no se aplica aquí aquella máxima de que uno no suelta una pareja sin haber atado a la siguiente. Y es que, tras conocerse a finales de enero que la hija de Carolina de Mónica había roto su matrimonio con Dimitri Rassam, de nuevo podría estar enamorada.
En esta ocasión el afortunado es Nicolas Mathieu, a quien ya se le habría visto saliendo de casa de la socialité. Eso sí, como buenos expertos en lo que a prensa del corazón se refiere, con unos minutos de diferencia, para que no parezca que han pasado la noche juntos en la vivienda que la nieta de Rainiero posee en París.
Este atractivo francés, de 45 años, es una estrella de la literatura, ámbito en el que ha recibido varias distinciones. Estudió Artes del espectáculo en la Universidad de Metz y, tras terminar su educación reglada, se instaló en París, donde trabaja como guionista, profesor particular, y periodista en medios de comunicación.
LA TRAICIÓN DE BEATRICE BORROMEO Por qué la boda de Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam es la favorita de Carolina de Mónaco (a pesar de que los novios fueron traicionados)
Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam el día de su boda religiosa. / Instagram
Desde que Grace Kelly llegó al principado más caro de Europa para casarse con el príncipe Rainiero, las bodas de los Grimaldi acaparan portadas y titulares por muy rácanos que sean sus protagonistas compartiendo información sobre el evento.
Dejando aparte la ceremonia que unió a Charlène y el príncipe Alberto, (que sería la favorita del público porque sigue generando rumores y cotilleos diez años después), seguramente la boda preferida de los Grimaldis fue la que unió a la hija de la princesa Carolina de Mónaco, Carlota Casiraghi con el hijo de su mejor amiga, Dimitri Rassam.
TAMBIÉN TE INTERESA
Así fue el lujoso matrimonio de Carlota Casiraghi en Mónaco
Con una gran fiesta, inspirada en el glamour de los años 1950, la hija de Carolina de Mónaco celebró su esperado matrimonio con Dimitri Rassam, un productor de cine francés. Este artículo hace parte de la revista Jet-Set.
Para la fiesta de bodas, Charlotte se peinó con un falso bob, y vistió un modelo de satín y escote palabra de honor de la colección primavera/verano 2019 de Chanel. | Foto: JET-SET
Encuentra aquí lo último en Semana
“Charlotte Casiraghi no es princesa, pero la consideramos como tal”, le dijo a Paris Match un monegasco que, como el resto de sus compatriotas, siente que todo lo que pasa con la familia Grimaldi es de su incumbencia.
Y no es solo él, sino también sus millones de admiradores en el mundo quienes creen que, así el protocolo de la monarquía diga otra cosa, ella se merece ese título y hasta el de reina.
Sus compatriotas la quieren tanto, que al igual que un día lo hicieron con su tía Estefanía, la princesa rebelde, han comprendido su estilo de vida a contracorriente de la tradición, sobre todo en cuestión de amores.
La gala, para 400 invitados, fue en La Vigie, mansión que perteneció al modisto Karl Lagerfeld, gran amigo de Carolina.
Por ejemplo, aunque eso no es bien visto en un principado cuya religión oficial es el catolicismo, ella tuvo un hijo, Raphaël, sin casarse, con el comediante francés Gad Elmaleh. Por él derramó tantas lágrimas, que se murmuraba que era víctima de la maldición de los Grimaldi.
Pero los malos agüeros parecen conjurados por la nieta de Grace Kelly, quien ahora vibra de felicidad con su nuevo esposo, Dimitri Rassam, hijo de la actriz francesa Carole Bouquet, chica Bond en Solo para tus ojos.
La boda no implicó la pirotecnia de otras ocasiones, pero tampoco careció de trajes largos, escenarios de ensueño y románticas evocaciones. Eso sí, la novia le imprimió su sello cool, suprimiendo el “acartonamiento” que reinó en viejas épocas en su familia.
Antes de las 11 de la mañana de aquel sábado 1 de junio, el Palacio Principesco, que data de 1191, empezó a animarse con la llegada de lo más granado del jet set, ataviado con colores dignos de la primavera y coquetos sombreros. Desfilaron representantes de las grandes familias de Italia, como los Brandolini, los Borromeo y los Missoni, con quienes los Grimaldi tienen estrechos lazos, quizá por aquello de su origen genovés.