La actuación de Carla Bruni, el menú… Los detalles de la boda del hijo de Borja Prado en Medina Sidonia
Este sábado, tal y como estaba previsto, Javier Prado y Catalina Vereterra se casaron en la boda más grande de la temporada: 800 invitados se dieron cita en la finca que desde hace años posee su padre, Borja Prado, expresidente de Endesa y presidente de Mediaset España, en la localidad gaditana de Medina Sidonia.
Un enlace por todo lo alto que contó entre sus invitados con la infanta Cristina, Nicolas Sarkozy y su mujer, Carla Bruni, y el matrimonio Aznar, entre otros, y que se celebró en la iglesia de Santa María la Mayor en Medina Sidonia al filo de las seis de la tarde, cuando la novia, elegantísima, entró del brazo de su padre, Luis Vereterra, uniformado con sus mejores galas de maestrante de Granada. Más tarde, todos ellos disfrutaron hasta altas horas de la madrugada de la fiesta posterior, en la que no faltaron ni las actuaciones musicales ni las sorpresas para todos los allí presentes.
Estos son algunos de los detalles que aún hoy, 48 horas después de la gran celebración, no habían trascendido, y que ahora sabemos que corrió a cargo de las expertas manos de A-Típica, organizadoras de otras grandes bodas como la de los marqueses de Cubas.
La boda de Sol
El próximo sábado 25 de marzo, Jerez de la Frontera volverá a ser testigo de la unión matrimonial de un miembro de la familia Prado López de Carrizosa, la de Sol, con su novio, el analista y consultor Gonzalo de Mora-Figueroa Borrero. Tal y como ha podido conocer este medio, la diseñadora de trajes nupciales y su prometido contraerán matrimonio en una ceremonia religiosa que, previsiblemente, tendrá lugar en la iglesia de San Marcos, el mismo templo del siglo Xlll en el que se casó su hermana Mercedes dos años atrás.
El traje de la novia, por supuesto, será de T.ba Brides. "Es una mezcla y reflejo de cómo la personalidad de la novia y de la marca son la misma. Nos encanta pensar que las novias son las que dan vida a los trajes, montamos las ideas sobre cada novia y acordes a ellas. En este caso no ha sido diferente", nos cuentan en primicia desde la marca.
Quedará expuesto y a la vista de todos en unas semanas. Como maravilla a admirar y como fuente de inspiración para futuras novias. Una obra nupcial que bebe de los valores de la marca, es decir, artesanía, sostenibilidad y calidad, y se rige por los siete ingredientes que sí o sí debe contener un traje firmado por la seña jerezana: respeto, exigencia, confianza, admiración, complicidad, ilusión y amor.
Cuando eres diseñadora de vestidos de novia y en tu porfolio figuran looks nupciales tan fotografiados y mediáticos como, por ejemplo, el de Claudia Osborne o, más recientemente, el de Ana Sainz (hija de Carlos Sainz), idear tu propio traje es todo un reto. Es a lo que se enfrenta estos días Sol Prado López de Carrizosa. Desconocida para el gran público, es la diseñadora y mente creativa detrás de los vestidos de novia de T.ba, la firma encargada de vestir a las mujeres de la jet set para sus bodas.
Menú en tres actos
Tal y como aseguran algunos de los invitados, la cena fue uno de los puntos fuertes de la ceremonia. Servido en tres pases, los novios hicieron las delicias de sus invitados con un entrante ligero compuesto por una crema de marisco con fideuá negra y teja de tinta de calamar, roast beef con puré de patata, cebollita glaseada y zanahoria como principal, y de postre, dos opciones que se sirvieron alternativamente entre los invitados: tarta árabe y fondant de chocolate con helado de vainilla.
Un menú clásico con el que consiguieron lo que pretendían: acertar. De hecho, algunos de los invitados alabaron durante el pase a los camareros el buen hacer de los cocineros. La cena fue maridada por vinos de Pago de Vallegarcía, Viognier 2021 y XR de Marqués de Riscal, reserva 2017. Más tarde, ya sin mesas que entorpecieran la relación entre unos y otros, comenzó la fiesta, que se alargaría, barra libre mediante, hasta altas horas de la madrugada.