El Encanto de la Boda de Paulina Rubio - Inspiración para tu Evento Especial

Así fue la boda de Colate Vallejo-Nágera y Paulina Rubio hace 17 años

Foto: Paulina Rubio y Colate Vallejo-Nágera en una imagen de archivo. (Getty/Carlos Álvarez)

Nada podía presagiar, tras una boda de cuento de hadas, lo mal que terminaría la historia de amor entre Colate Vallejo-Nágera y la cantante mexicana Paulina Rubio. La pareja se dio el ‘sí, quiero’ el 10 de mayo de 2007 en la capilla de San Francisco de Asís, situada en el parque ecoturístico de Xcaret, en el Caribe mexicano, tras dos años de noviazgo.

Ante más de doscientos invitados (muchos de ellos, rostros tan conocidos como Eugenia Martínez de Irujo, Vicky Martín Berrocal o Alejandro Sanz), todos vestidos de blanco por deseo expreso de los novios, Paulina Rubio llegó al altar, adornado con cascadas de rosas blancas, con un vestido de ensueño de Rosa Clará (uno de los tres que luciría esa noche) y acompañada por un cortejo de nueve niños vestidos por Lorenzo Caprile.

Por su parte, Colate Vallejo-Nágera lo hizo del brazo de su madre, Sabine Déroulède, y acompañado de su perro, Philippo, que le regaló Pocholo Martínez-Bordiú. Tras la ceremonia, los recién casados se dirigieron a la puerta del parque para hablar con la prensa, que no estuvo presente en el enlace. “Viva México y España”, gritó ante los medios Paulina Rubio, que besó al novio en varias ocasiones.

Aprovechó también para aclarar que estaba bien tras el percance sufrido la noche anterior en la preboda, que terminó con una herida con diez puntos de sutura en el pie (Paulina Rubio estaba bailando sobre una mesa de cristal que se rompió), y desvelar que le gustaría tener con su recién estrenado marido “tres o cuatro rubitos malcriados”.

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Ricardo Bofill Jr.: Todo sobre el ex de Paulina Rubio y Chábeli Iglesias, ¿qué fue de él?

Se codeó desde pequeño con lo más alto de la jet de Barcelona, ya que su padre, Ricardo Bofill Leví, fue uno de los arquitectos más importantes del mundo. Estaba llamado a ser su sucesor, pero durante los años 90 y principios de la década de los años 2000 fue el arquitecto más rebelde de la época. Ricardo Bofill Jr. se sumergió en el mundo de la noche y las adicciones, unido a la enorme repercusión mediática que tuvo por ser pareja de Chábeli Iglesias y Paulina Rubio. Se convirtió en uno de los protagonistas de la prensa rosa en esos años.

Tras participar en programas como Tómbola, divorciarse de Chábeli Iglesias y separarse de Paulina, Bofill tocó fondo en 2005 tanto por sus excesos como por sus aventuras amorosas. Y se retiró de los focos mediáticos: "No me escondo, pero decidí que quería acabar con ello, porque no era óptimo para una trayectoria seria", explicó en una entrevista para El País. De la noche a la mañana desapareció, ¿por qué?

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Hablan sus obras, que reflejan su pensamiento autoconstruido por todo el mundo. También habla él: cuenta su evolución, lo que muta y lo que trascie.

El no tabú de las drogas

En Colate, por Nicolás el madrileño le quita el tabú a un tema que siempre ha sido muy polémico, el de las drogas. De hecho, le dedica varias páginas en las que no tiene problema en confesar su consumo: "He probado de todo", dice en una parte, haciendo énfasis en que lo hacía "con bastante cabeza".

Nicolás Vallejo-Nágera posa con su libro autobiográfico recién publicado.

Nicolás Vallejo-Nágera posa con su libro autobiográfico recién publicado. Instagram

"He tomado drogas de diseño y todo lo que había en ese momento. No lo niego, pero como digo, con control. Nunca me he sometido a ellas y de eso me siento orgulloso", confiesa Colate, que detalla además que en su caso las tomaba para que su cuerpo aguantara más horas de trabajo, no con fines lúdicos.

Al menos fue así hasta que en la peor etapa de su vida, tras su divorcio con Paulina Rubio, decidió probar suerte "a la desesperada" con la ayahuasca, buscando "soluciones a su vida". La experiencia, sin embargo, no fue lo que se esperaba y terminó en mitad de un campo junto a un chamán de una iglesia brasileña. "Me daba mucho miedo, sin embargo, mi vida estaba en caída libre (. ) así que me animé a realizar el ritual". Pese al miedo que sintió, reconoce que fue entonces, tras tocar fondo, cuando "mi vida volvió a subir" para comenzar una etapa más serena.

Los looks, el fiestón… Lo que no sabes de la boda que reunió a Pelayo y Paulina

Foto: Pelayo Díaz y Paulina Rubio en la boda. (Redes)

El sábado vivimos la última gran boda del año. Un enlace (con fiestón incluido) que reunió a la flor y nata de la alta sociedad madrileña con otras figuras del cuché de lo más variopintas: desde Pelayo Díaz a la diva mexicana Paulina Rubio. ¿El motivo? Se casaba el hermano de la cantante con la sobrina del fundador del Opus Dei. Una boda inimaginable sobre el papel de la que sabemos todos los detalles (desde dentro).

El sábado 16 por la mañana, a pocos días de Navidad y apurando las horas de sol, se arremolinaban en la puerta de la iglesia de San José un elevado número de rostros conocidos que hacía que viandantes, vecinos y turistas se detuvieran en plena carrera de compras navideñas (se encuentra en plena Gran Vía). Paulina Rubio dejaba las minifaldas, los escotazos y las lentejuelas en casa para hacer de hermana perfecta enfundada en un discreto vestido azul marino y un maquillaje natural. Un estilismo al que no nos tiene acostumbrados y que complicaba la labor de reconocerla. Sin embargo, la gente lo hizo y se paró levantando gran revuelo.

Los pajecitos no se quedaban atrás. También predominando el azul marino, las niñas de arras esperaban ansiosas en la puerta con unos vestiditos que bien podrían estar firmados por Marie Chantal Miller (princesa de Grecia) y peinadas con unos peinados de trenzas. Todo muy royal y, por supuesto, muy ‘spanish style’ hasta que comenzó la fiesta.

Paulina Rubio habla sobre cómo vive la muerte de su madre, la relación con sus hijos y dardos a sus exnovios

Foto: Paulina Rubio en los Premios Juventud. (EFE/Enid M. Salgado)

La cantante mexicana ha vuelto a hablar del duelo por la muerte de su madre, Susana Dosamantes, una “pérdida irreparable”, como le ha confesado en su pódcast ‘A solas’ a Vicky Martín Berrocal. “Ella es, y sigo hablando de ella en presente porque vive en mí, muy impactante, muy imponente”, recuerda Paulina. Cuenta una anécdota con el rey Juan Carlos, que al ver a su progenitora se paró y preguntó quién era en Nueva York.

Tenía una presencia única y era una mujer de pocas palabras, diferente a mí, que soy toda extrovertida”, cuenta la artista. De su madre, confiesa: “Aprendí a respetar una carrera que para mí es mi vida”. Aquello de que “el show must go on”. De ella “me queda todo, soy ella, quisiera ser ella, al vivir ella en mí escucho cómo tengo que seguir”, afirma.

“Yo no tuve tiempo de despedirme de ella y no me voy a despedir de ella nunca”, le cuenta a la diseñadora, un trance que fue “algo muy rápido” y que aún está cruzando “un día a la vez, siendo muy honesta con mis sentimientos”. Ha pasado un año en el que se ha centrado, además de en su carrera, en estar con sus hijos y “tener ese núcleo, porque Susana, mi madre, era el sol de esta galaxia, y al pasar a la quinta dimensión, primero mis hijos tienen que saber que esa era mi madre, que no va a haber nada más importante”.

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