El palacio de Mirabel, el legado compartido de la familia Falcó
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Ya ha llegado el gran fin de semana. El palacio de Mirabel, en Plasencia, lleva semanas en chapa y pintura para poder ofrecer su mejor cara antes del enlace entre Álvaro Falcó e Isabelle Junot. El hijo de Marta Chávarri y Fernando Falcó cumple con la tradición de su familia de casarse ante las vetustas paredes de este edifico histórico. Antes se celebrará una preboda también en el mismo edificio.
El palacio impresiona por su fachada renacentista, pero es en su interior donde alberga "tesoros como el salón de trofeos de caza del VIII duque de Arión, un precioso carruaje de estilo isabelino, el gran salón del emperador Carlos V con un fantástico busto, la impresionante colección de piezas arqueológicas italianas de época romana y los maravillosos azulejos provenientes del conocido monasterio de Yuste".
Este es el escenario elegido por el marqués de Cubas y su novia para celebrar su boda. El monumento es propiedad privada y pertenece actualmente a la familia Falcó, depositarios del título de marqueses de Mirabel, que hoy ostenta Xandra Falcó por cesión de su padre, Carlos. Ahora sabemos que también le legó a ella parte de la propiedad del monumento, que comparten entre distintas ramas del linaje.
Cuatro invitadas, cuatro estilos: Isabelle Junot, Amparo Corsini, Tamara Falcó y su hermana Xandra
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Ayer, a las puertas de la iglesia de las Calatravas en Madrid, además de una boda, se vivió un desfile con looks de invitadas. Se casaban Felipe Matossian e Ina Morenés, miembros de dos grandes familias nobles y, por tanto, con una exclusiva lista de invitados. Entre aristócratas, royals y jet set, por las inmediaciones del templo vimos llegar a la infanta Elena; a Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, duque de Alba; a Tamara Falcó, marquesa de Griñón; a Isabelle Junot y Álvaro Falcó, marqueses de Cubas, y otros rostros conocidos.
Con un árbol genealógico tan ilustre por ambas partes, él, marqués de Pons y sobrino nieto de Carlos Falcó, y ella, hija de María del Carmen Allendesalazar y Ruiz de Arana, marquesa de Velada, nieta por parte de madre del vizconde de Tapia y nieta por parte de padre del marqués de Villarreal de Burriel, se entiende la presencia de tales y tantos ilustres invitados. Como hemos avanzado, la ceremonia religiosa de la boda, que, por cierto, dio el pistoletazo de salida a la temporada nupcial, tuvo lugar en la iglesia de las Calatravas.
Con permiso de la novia, que llevó un vestido desmontable creado por Navascués, un diseño nupcial de dos piezas conformado por un chaleco de tweed y un vestido base blanco y confeccionado con dos tejidos de color blanco impoluto, uno rústico para el chaleco y otro liso, pero con cuerpo para el vestido, las invitadas destacaron gracias a sus looks.
Xandra Falcó, una invitada boho
Llegamos al final de este repaso por los looks de estas cuatro mujeres con la apuesta de Xandra Falcó para el enlace de Felipe Matossian e Ina Morenés en Madrid.
Para lograr su objetivo, ser una invitada de esencia bohemia, Xandra Falcó llevó un vestido con estampado gráfico de La DoubleJ. Para su fabricación se ha empleado un tejido fluido y, sobre él, un print con un original motivo en rosa palo, negro y amarillo. Aunque el poncho que lucía encima no nos permitió ver cómo era el vestido en su totalidad, rebuscando en la colección de la marca descubrimos los detalles que oculta su patrón: diseño stretch, cuello redondo, manga larga y falda larga, a la venta por 590 euros.
Si original era el estampado del vestido, mucho más la capa de flecos que llevó encima. Se trata de un modelo de la firma Forte Forte de color negro con flecos en el bajo y pedrería rosa por el corte. Como calzado, unos zapatos bicolores en negro y camel con tacón en bloque y la puntera negra, y unos aros XXL.
Ayer, a las puertas de la iglesia de las Calatravas en Madrid, además de una boda, se vivió un desfile con looks de invitadas. Se casaban Felipe Matossian e Ina Morenés, miembros de dos grandes familias nobles y, por tanto, con una exclusiva lista de invitados. Entre aristócratas, royals y jet set, por las inmediaciones del templo vimos llegar a la infanta Elena; a Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, duque de Alba; a Tamara Falcó, marquesa de Griñón; a Isabelle Junot y Álvaro Falcó, marqueses de Cubas, y otros rostros conocidos.
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"Es un palacio privado"
Tras negociar con ellos, el edificio se abrió al público aunque solo en algunos momentos del año, como el conocido como Martes Mayor o las Noches Abiertas. Como explican a Vanitatis desde la Oficina de Turismo de Plasencia, "el palacio del Marqués de Mirabel es visitable en la ciudad con un coste de visita establecido por la familia de cuatro euros. En la Oficina de Turismo de Plasencia no tenemos establecido ningún horario con ellos ya que es un palacio privado", explican. Estos días se mantiene cerrado por los preparativos de la boda Falcó.
Cuando abre, eso sí, es siempre un éxito de público, deseoso de conocer el famoso busto del emperador Carlos V, el salón de firmas, la cocina medieval, la capilla, el pensil, "una de las zonas más singulares y de mayor belleza", y la vieja portada medieval del primitivo palacio.