La Majestuosidad de la Boda del Duque de Alba - Un Evento que Trasciende el Tiempo

Mantillas y peinetas para las invitadas

Muchos fueron los invitados que aquel día asistieron a la boda. Su Alteza Imperial doña Esperanza de Orleáns-Braganza, la infanta doña Margarita acompañada de su esposo, el doctor Zurita, duques de Soria, acudieron en representación de la Casa Real española. La marquesa viuda de casa Ulloa y su hija, Adriana Torrez de Silva; Marta Chávarri, marquesa de Cubas; Rocío Jurado junto a su hermano, Amador Mohedano; lord y lady Nicholas Gordon-Lennox, embajadores de Gran Bretaña en Madrid en aquel momento; Rafael Medina, duque de Feria; la duquesa de Solferino; Naty Abascal, duquesa de feria. y un largo etcétera de personalidades que lucieron sus mejores galas.

La gran boda sevillana del duque de Alba y Matilde Solís

La gran boda sevillana del duque de Alba y Matilde Solís

La gran boda sevillana del duque de Alba y Matilde Solís

La gran boda sevillana del duque de Alba y Matilde Solís

La gran boda sevillana del duque de Alba y Matilde Solís

La gran boda sevillana del duque de Alba y Matilde Solís

Bienvenidos al palacio de Monterrey, refugio 'secreto' del duque de Alba

Foto: Foto del duque de Alba en el palacio de Monterrey. (Cortesía)

El palacio de Monterrey es, sin duda, una de las propiedades del duque de Alba más desconocida. Construido en pleno centro de Salamanca, a pocos metros de la famosa Casa de las Conchas, llegó a la familia por herencia a través de un enlace matrimonial entre los Alba y los Monterrey en el siglo XVIII. Desde entonces, sobre todo en las últimas generaciones, ha sido un lugar de refugio y desconexión, primero para Cayetana y ahora para su hijo, Carlos Fitz-James Stuart, actual duque.

Suya es la propiedad y suya también la decisión de abrirlo al público hace dos años. No obstante, al visitante lo primero que le llama la atención es que no tiene nada que ver con el de las Dueñas (Sevilla) ni con el de Liria (Madrid). Monterrey es un hogar, una casa que se nota vivida y que el duque ha adaptado a sus gustos y necesidades.

Dos obras únicas para la historia del arte

Aunque las fotos son el reclamo más gossip de la casa, lo cierto es que en sus paredes reposan obras que han cambiado la historia del arte.

En el salón, cuelgan dos cuadros de los que nadie conocía su autoría hasta los 80, cuando la duquesa de Alba decidió limpiarlos para quitarles las capas de barniz que los conservaban pero que habían oscurecido mucho los dos lienzos. Descansaban desde que heredaron el palacio en los sótanos. Ahora, son la pieza principal de la propiedad.

Y es que, tras décadas pensando que serían de algún pintor anónimo, cuál fue su sorpresa cuando al limpiarlos apareció la firma nada más y nada menos que de José de Ribera. Estos son los únicos dos paisajes que se conocen de él. Dos obras únicas que han cambiado la percepción que se tenía de este artista hasta la fecha y que han influido notablemente en la historia del arte.

"Podría alcanzar el rango de patrimonio mundial"

"Es un paisaje arqueológico excepcional que podría alcanzar el rango de patrimonio mundial", aseguró el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Sevilla Leonardo García Sanjuán en 'El País' para denunciar su abandono. Una situación que esperemos se solucione pronto y continúe la investigación sobre este increíble patrimonio arqueológico.

El patrimonio artístico, en diferentes ámbitos, que podemos encontrar en España es increíble. De hecho, nunca dejamos de sorprendernos porque cuando creíamos que ya conocíamos las piezas más importantes de nuestro legado cultural. descubrimos que aún hay más.

Adaptada a los tiempos modernos

A pesar de ser el más pequeño de los tres palacios, se ha convertido en uno de los refugios predilectos del duque de Alba, quien suele viajar con frecuencia a Salamanca para alojarse en su residencia más privada.

El duque viene más a estar en su casa y se deja ver menos aunque eso no significa que no se sienta unido a la historia de la ciudad sobre la que reposa su palacio, adaptado, por cierto, a las necesidades del siglo XXI. Su madre comenzó a acondicionarlo en los años 50 cuando calefactó toda la casa y cambió el sistema eléctrico.

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