'Sí, quiero' por segunda vez
Diez meses después, el 12 de julio de 2014, Fran y Lourdes celebraron una segunda boda, esta vez por la iglesia, en la capilla de la Esperanza de Triana de Sevilla. Lourdes optó entonces por un vestido de inspiración años 20 color rosa palo muy suave, con velo (esta vez, sí) y una cola larguísima diseñado por ella misma. "Para mí, mi verdadera boda fue la primera, donde me sentí casada de verdad. Aunque la religiosa también la viví con mucha emoción". Fran no pudo tenerlo más claro cuando, recién casado, declaró: "Prometerle a Lourdes amor eterno en ese altar, frente a mi Cristo y mi Virgen, ha sido lo más. Algo muy serio. Triana es mi casa". Juntos han tenido dos hijos y, a un paso de celebrar sus diez años de casados, siguen tan enamorados como aquel día de verano.
La diseñadora Lourdes Montes y el torero Francisco Rivera se conocieron, a través de amigos comunes, en una caseta de la Feria de Abril de 2011 entre rebujitos y platos de jamón ibérico. "No fue un flechazo inmediato, al menos por mi parte. De hecho, Fran tuvo que insistir mucho y tardó tres meses en convencerme de que empezara a hacerle caso. Yo no me fiaba mucho, la verdad. Después no pude estar más convencida de mi relación con él".
Lourdes Montes enseña su álbum de boda: "Tenía pensado mi vestido de novia desde los 17 años"
La diseñadora Lourdes Montes y el torero Francisco Rivera se conocieron, a través de amigos comunes, en una caseta de la Feria de Abril de 2011 entre rebujitos y platos de jamón ibérico. "No fue un flechazo inmediato, al menos por mi parte. De hecho, Fran tuvo que insistir mucho y tardó tres meses en convencerme de que empezara a hacerle caso. Yo no me fiaba mucho, la verdad. Después no pude estar más convencida de mi relación con él".
Pasados dos años de aquel primer encuentro, Fran calculó al milímetro su pedida de mano y decidió soltarle el '¿quieres casarte conmigo?', en la azotea de su casa sevillana. Lourdes dijo que 'sí' y, al poco tiempo, exactamente el 14 de septiembre de 2013, se daban el 'sí, quiero' en una ceremonia civil oficiada por el entonces alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido Álvarez. La celebración tuvo lugar en El Recreo de San Cayetano, la finca donde nació Antonio Ordóñez, abuelo del novio, en la localidad malagueña de Ronda.
Lo que los novios tuvieron claro desde el principio fue que en ese día tan feliz para ellos solo iban a rodearse de sus más allegados. "Va a ser una boda de amigos. Fran y yo nos negamos a invitar por compromiso", aseguraba Lourdes en una entrevista.
En total fueron 380 los invitados congregados en Ronda. Entre ellos, Cayetano Rivera, hermano del novio, acompañado de su entonces novia, Eva González; Manuel Díaz, el Cordobés, y su mujer, Virginia Troconis; el Juli; el periodista José María García -gran amigo de Francisco desde niño-; el cantante José Manuel Soto, tío de Lourdes, con su mujer, Pilar; el humorista César Cadaval y el bailaor Farruquito. Eso sí, el 'dress code' estaba claramente marcado en la invitación: chaqué y chistera el de ellos -"no sabes la insistencia de Fran con lo de la chistera"- y vestido corto y sombrero para ellas. Todos cumplieron con el protocolo. El primero de ellos, el novio, que llevó un elegante chaqué azul marino y chistera gris muy años 50.
La Hija De La Duquesa De Alba Se Encontraba Guardando Con Celo El Estilismo Que Había Lucido En El Evento Hasta La Actualidad
No obstante, fue sobre las doce de la mañana cuando llegó el flamante novio vestido con un chaqué impoluto al lado de su madre y madrina, Carmina Ordoñez, que lució entre los estilismos mucho más comentados de la día. En esta selección de imágenes hasta la actualidad desconocidas de aquel día, Eugenia relata el desarrollo que vivió antes de verla montada en el vehículo de caballos junto a su hermano y padrino, Cayetano Martínez de Irujo, de sendero a la catedral de Santa María de la Sede. “Gran recuerdo”, “antes y después de vestirme”, “obra de arte”, “risas” y “cariño” son solo ciertas palabras que ha utilizado la duquesa de Montoro para definir este álbum del que se encargó el fotógrafo Miguel Temprano. Instantáneas ante las que han reaccionado ciertos amigos y compañeros como Anne Igartiburu -la comunicadora rentransmitió la boda en directo para TVE- o Paz Vega, quienes han aplaudido el bonito homenaje a Ungaro. De esta forma lo vivió DIEZ MINUTOS. Para la ocasión, la gaceta editó una edición particular con 75 páginas de la que llamó \’la boda del año\’.
Eugenia sí que coronó su look nupcial hace 20 años con una de las tiaras que pertenecen a la vivienda de Alba, la de la emperatriz Eugenia de Montijo, una parte inusual formada por enormes perlas, diamantes y platino. Ahora, la duquesa de Montoro ha decidido regresar a lucirla en un reportaje fotográfico de la revista Harper’s Bazaar , un trabajo que Eugenia agradece al estilista Josie en Instagram. Curiosidades de la vida, las dos novias han acabado luciendo una y la hija de Eugenia y Francisco asimismo. Eugenia debió utilizar un postizo para que su trenza de insipiración medieval como su vestido, le llegara hasta la cintura. Pamelas al puro estilo inglés, las sandalias con plataforma y chisterafueron los looks seleccionados por todos los invitados mientras que en el enlace entre Eugenia y Francisco,la mantilla, el zapato de salón y el traje de chaqueta lo mucho más demandado.
La Emoción De Carmina Ordoñez
Ellos fueron los primeros en felicitar a los novios, Eugenia hizo una genuflexión frente doña Elena y después la besó. El torero Jesulín de Ubrique asistió acompañado de una prácticamente desconocida en esos años, Belén Esteban. El enlace entre los que fueron Duques de Montoro, al que fueron 1400 convidados, fue retransmitido por TVE. Era la unión entre el planeta del toro y una gran familia de la aristocracia. Al torero se le iluminaron los ojos al ver a su futura esposa, verdaderamente atractiva en el día más feliz de su vida, y esbozó una abierta sonrisa.
Parecía una princesa medieval de cuento con su vestido de novia”, detalla nostálgica su madre en sus memorias. El vestido era un diseño de Emanuel Ungaro por el que asistieron múltiples veces a probarlo a París. Como tocado, Eugenia lucía la diadema de perlas de Eugenia de Montijo que había llevado su madre el día de su boda. Cuando Ana Rosa Quintana comentó el apunte en Sabor a ti, el colaborador Carlos García-Calvo apuntó sardónico que no deberían lucirse joyas de una mujer tan desgraciada en su matrimonio como lo fue la emperatriz Eugenia. La novia llegó en calesa a la catedral, acompañado de su hermano Cayetano, con quien sostiene una muy buena relación y que asimismo era el padrino de la boda.
Se sincera sobre su boda
Francisco Rivera ha reconocido que su madre nunca confió en su relación con Eugenia Martínez de Irujo. No se equivocaba porque el matrimonio solo duró cuatro años y terminó mal. Antes de la boda, Carmen se acercó a su hijo y le pidió que no se casase. Se ofreció a encargarse de la cancelación, pero el torero decidió seguir adelante con sus planes.
«Mi madre me dijo, 'Fran, yo creo que esto ha sido una equivocación, Creo que esto te va a dar más problemas que alegrías, creo que esto no va a ir a ningún lado y lo que te vengo a pedir es que ahora mismo cojas un avión y te quites del medio 15 días. No te cases'», ha explicado Francisco.