"Boda de la Infanta Elena en la Catedral de Sevilla"

¿Quién fue el encargado de celebrar el matrimonio de la infanta Elena?

El matrimonio de la infanta Elena fue celebrado por el arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, el 18 de marzo de 1995. La ceremonia se llevó a cabo en la Catedral de Sevilla, uno de los lugares más emblemáticos de España para celebrar bodas reales. La infanta Elena contrajo matrimonio con Jaime de Marichalar en una ceremonia religiosa rodeada de familiares, amigos y personalidades de la realeza.

¿Cuál fue el protocolo y los detalles destacados de la boda de la Infanta Elena en la Catedral de Sevilla?

La boda de la Infanta Elena en la Catedral de Sevilla fue un evento muy destacado en la realeza española. El protocolo seguido en esta ocasión fue bastante estricto y lleno de detalles.

El evento se llevó a cabo el 18 de marzo de 1995 y fue una ceremonia religiosa muy tradicional. La Infanta Elena contrajo matrimonio con Jaime de Marichalar, quien se convirtió en Duque de Lugo tras la boda.

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El protocolo dictaba que la ceremonia debía ser realizada por el arzobispo de Sevilla, monseñor Carlos Amigo Vallejo. La Catedral de Sevilla, reconocida por su belleza arquitectónica y su importancia histórica, fue el escenario perfecto para este evento tan especial.

Uno de los detalles más destacados de esta boda real fue el vestido de la novia. Elena lució un vestido diseñado por Pertegaz, uno de los diseñadores españoles más reconocidos. El vestido era de corte clásico, con mangas largas y una larga cola.

Otro detalle importante fue el velo que la novia llevaba sobre su cabeza. Este velo era muy largo y estaba bordado con motivos florales, combinando a la perfección con el estilo romántico del vestido.

En cuanto a los invitados, asistieron numerosas personalidades de la realeza y la aristocracia tanto española como extranjera. Entre los invitados destacados estaban los Reyes Juan Carlos y Sofía, así como otros miembros de la familia real.

Una boda muy aristocrática

La duquesa de Alba se casó en primeras nupcias con Luis Martínez de Irujo el 12 de octubre de 1947 ante el altar mayor que, como decimos, está reservado habitualmente para los miembros de la realeza. Fue una boda multitudinaria con unos 3.000 invitados. Y en cuanto al coste de la misma, se habló de 20 millones de la época, así como una serie de donaciones a las personas más necesitadas de la ciudad por expreso deseo de la aristócrata, quien siempre estuvo muy vinculada a la ciudad en la que falleció, en el emblemático palacio de las Dueñas el 20 de noviembre de 2014.

Esta primera boda de la duquesa (recordemos que después se casaría con Jesús Aguirre en el madrileño palacio de Liria y con Alfonso Diez en el palacio de las Dueñas) fue lo más parecido a una boda real que vivió la ciudad hasta que llegó la hora de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, una pareja que se separó bajo el eufemismo del 'cese temporal de la convivencia' en 2007, doce años después de decir 'sí, quiero', el 18 de marzo de 1995.

La infanta Elena junto a Don Juan Carlos.

Todos los rumores eran posibles y según testigos, aquel encuentro podría haber estado relacionado con la herencia millonaria del Rey Emérito de más de mil millones de euros según varias revistas americanas como Forbes. Don Juan Carlos visitaba Suiza tras quedar libre de la investigación abierta desde haces varios años por el fiscal Yves Bertossa, por canalizar presuntamente dinero opaco a sus cuentas.

Una investigación que ha quedado archivada por falta de pruebas. Quizá su presencia se debiera a que, ya libre de toda investigación y del bloqueo de cuentas, pudiera acceder con facilidad a ellas y mover y dejar poderes a quienes serán sus futuras herederas, sus hijas las infantas Elena y Cristina de Borbón.

La vida actual de Doña Elena dista mucho de la que llevaba años anteriores. Desde que despertó a la juventud ha sido considerada como el verso suelto de los Borbones, aficionada a la hípica, y a la tauromaquia y relacionada con múltiples hombres como con Cayetano Martínez de Irujo y el jinete Luis Astolfi hasta el 24 de noviembre de 1994 cuando la Casa Real anunció el compromiso entre la primogénita de los reyes y Jaime de Marichalar Saénz de Tejada. Junto a el consejero de la firma Loewe dió la bienvenida a sus dos hijos, Felipe Juan Froilán y Victoria Federica.

Para ambos, sus hijos son su mayor prioridad y junto a ellos Doña Elena había fijado su residencia en el barrio madrileño de Retiro. La convivencia era insostenible ya que los diversos escándalos que ha protagonizado Froilán y la nueva profesión de influencer de Victoria Federica no habrían sido el agrado de la primogénita del Emérito. A pesar de los deseos de Victoria Federica de marchar de casa de su madre, lo cierto es que ambas siguen viviendo bajo el mismo el techo, no así ha sido el caso de su hijo Froilán a quien ha enviado a vivir junto a Don Juan Carlos en Abu Dhabi para evitar la persecución de los medios de comunicación.

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