Muerte de Marie Curie
Después de la guerra, la salud de Marie siguió deteriorándose. Los años de experimentación científica con radiación y rayos X sin las debidas precauciones acabaron causándole una anemia aplásica, además de síntomas como fatiga crónica y disminución de la visión. Finalmente, después de una visita a Polonia, Marie falleció el 4 de julio de 1934, en Passy, en el este de Francia.
Sus restos fueron sepultados, inicialmente, junto a los de su esposo Pierre en el cementerio de Sceaux, en París. Allí reposaron durante sesenta años, hasta que la pareja fue trasladada al Panteón de París en 1995.
Su hija Irène, también ganadora del Premio Nobel de Química, publicó en 1935 el último libro de Marie, Radioactivité (“Radioactividad”), que había quedado inconcluso tras la muerte de su madre. Además, escribió una biografía de Marie que se publicó en 1937 en varios países e idiomas.
El matrimonio con Pierre Curie
En los planes de Marie no estaba casarse, sino volver a Polonia y asumir un cargo en la docencia universitaria. Por ese motivo, rechazó el primer ofrecimiento de matrimonio de Pierre, con quien tenía una estrecha relación de amistad y compañerismo profesional.
En el verano de 1894, Marie regresó a Varsovia e hizo todo para quedarse. Consiguió un empleo y durante un año intentó ingresar al claustro de la Universidad Jaguelónica de Cracovia, pero fue rechazada por ser mujer. Justo entonces recibió una carta desde Francia, en la que Pierre le proponía que volviera y emprendiera un doctorado.
En 1895 Pierre y Marie contrajeron matrimonio. Ella, a partir de entonces, sería conocida como Marie Curie. Su boda fue sencilla y sin ritos religiosos, pues Marie, como su padre, profesaba el ateísmo, y ella vistió el mismo traje azul oscuro que emplearía durante años en su laboratorio.
Dos años después de su boda, nació su primera hija, Irène. Marie cursaba sus estudios doctorales, y atender a la niña se convirtió en un problema para la pareja, enteramente dedicada a sus investigaciones científicas, pero el suegro de Marie se mudó con ellos y se dedicó al cuidado de su nieta.
Opinión de Madame Bovary
Madame Bovary es una historia sobre personas, sobre cómo viven sus vidas y sobre cómo pueden arruinarse a sí mismas si se ciegan por sus sueños e ideales. Esto se ve claramente en sus dos protagonistas principales: Charles y, sobre todo, Emma Bovary.
El resto de los personajes siguen los pasos de estos dos protagonistas, y son tanto testigos como detonantes, directos o indirectos, de su desgracia. Pero todo lo que acontece en la historia es culpa de un matrimonio que no sabe cómo vivir su amor y, en lugar de comunicarse y solucionarlo, se deja llevar por un amor irreal. En el caso de Charles, la ceguedad del enamoramiento; en el caso de Emma, la idealización del romanticismo.
La existencia impuesta dentro de unos cuerpos que son capaces de ir más allá y desear más de lo que deberían termina por arruinar este matrimonio, víctima de la tragedia. Charles es conformista y sólo quiere ser feliz junto a su esposa y, para ello, es capaz de negar lo evidente: que su esposa lo engaña constantemente. Emma, por su parte, no se conforma con nada y vive de ilusiones irreales y amores imposibles que sólo tienen un final feliz en los libros.
Irónicamente, los sueños de Emma terminan por matarla y esto termina también con la vida de Charles, quien, de tanto conformarse, terminó siendo incapaz de escuchar a su mujer y ayudarla como era necesario. Una visión pesimista por parte del autor, que nos invita a pensar que los humanos somos soñadores por naturaleza, pero que soñar demasiado nos lleva a la infelicidad.
Última actualización: 10 mayo, 2020
Lector empedernido y amante de la fotografía. Me encanta la literatura de fantasía y ciencia ficción. Escribo resúmenes, opiniones y reseñas para ayudarte a decidir tu próximo libro.