La reina Camilla revela su percance con los zapatos el día de su boda y la reacción que tuvo Isabel II
Actualizado 18 de Septiembre de 2022 - 21:41 CEST Por Patricia Martin, Martín Gálvez PiquerasLa reina Camilla ha rendido un bonito homenaje a Isabel II a través de un especial emitido esta noche en la BBC, poco antes del minuto de silencio que se guardaba en honor a la difunta monarca a las 20:00h (21:00 hora española). La esposa de Carlos III ha elegido la víspera del funeral de Estado, que tendrá lugar este lunes en la Abadía de Westminster, para dedicar unas palabras a la que ha sido su suegra. Una intervención a modo de entrevista que, como no podía ser de otra forma, ha estado repleta de cariño y admiración. Además de contar una anécdota tan embarazosa como divertida, también habló del legado perdurable de la soberana y de otros recuerdos personales con ella.
Un vestido de novia que reutilizó dos años después
Camilla eligió dos vestidos de la firma Robinson Valentine para su boda. El primero de ellos, que lució en la ceremonia civil, estaba realizado en gasa de seda color crema, de cuello redondo y por debajo de la rodilla, con un abrigo a juego bordado a mano y una pamela con plumas en el mismo tono del diseñador Philip Treacy.
Para la misa que tuvo lugar en el castillo de Windsor, la duquesa de Cornualles cambió el vestido midi por un vestido largo con falda con ligero vuelo en color azul grisáceo y un abrigo a juego con bordados de oro y cuello chimenea, que complementó con un bonito tocado dorado, también de Philip Treacy.
Lo más curioso es que es de las pocas novias reales que puede presumir de haber reutilizado su vestido de novia: lo hizo en junio de 2007, dos años después, cuando volvió a lucir el mismo conjunto de vestido blanco y abrigo a juego, esta vez con tocado y zapatos diferentes, para la inauguración de la Asamblea Nacional de Gales.
La sinusitis de Camilla que casi estropea su gran día
Hay detalles de aquel gran día que solo años después se han conocido. Penny Junor, cronista real y autor de la biografía de Camilla, desveló que aquel día la reina apenas se podía levantar aquejada de sinusitis. Había pasado la noche anterior en Clarence House con su hermana Annabel y su hija Laura, y el gran día apenas se podía levantar entre la sinusitis y los nervios.
Finalmente, y rodeada por los suyos, Camilla se levantó para no llegar tarde a su boda, y disfrutó de un día en el que todo salió redondo, incluido el discurso que dio Isabel II y que, según los presentes, estuvo lleno de muestras de cariño hacia ambos.
La reina Isabel II junto a Carlos y Camilla a la salida del servicio religioso que tuvo lugar en la capilla de San Jorge de Windsor tras su boda civil.
Una íntima ceremonia en el ayuntamiento de Windsor con la ausencia de Isabel II
Apenas 28 invitados pudieron vivir en directo el 'Sí, quiero' de Carlos y Camilla, algo absolutamente excepcional en la boda de un príncipe heredero. Ambos estaban divorciados y apenas tres años antes, la iglesia anglicana había cambiado la norma para aceptar los matrimonios de personas divorciadas. Pero la iglesia de Inglaterra llegó al convencimiento de que era mejor un matrimonio civil, de tal manera que se convirtió en el primer miembro de la familia real inglesa en casarse de esta manera. A esa ceremonia civil no asistieron ni Isabel II ni Felipe de Edimburgo.
Después de la ceremonia civil, la novia se cambió de traje y acudieron a un servicio religioso en la capilla de San Jorge y una celebración posterior, en la que sí estuvieron los monarcas acompañados de 800 invitados.