Un vestido de novia que reutilizó dos años después
Camilla eligió dos vestidos de la firma Robinson Valentine para su boda. El primero de ellos, que lució en la ceremonia civil, estaba realizado en gasa de seda color crema, de cuello redondo y por debajo de la rodilla, con un abrigo a juego bordado a mano y una pamela con plumas en el mismo tono del diseñador Philip Treacy.
Para la misa que tuvo lugar en el castillo de Windsor, la duquesa de Cornualles cambió el vestido midi por un vestido largo con falda con ligero vuelo en color azul grisáceo y un abrigo a juego con bordados de oro y cuello chimenea, que complementó con un bonito tocado dorado, también de Philip Treacy.
Lo más curioso es que es de las pocas novias reales que puede presumir de haber reutilizado su vestido de novia: lo hizo en junio de 2007, dos años después, cuando volvió a lucir el mismo conjunto de vestido blanco y abrigo a juego, esta vez con tocado y zapatos diferentes, para la inauguración de la Asamblea Nacional de Gales.
Noticias relacionadas
Todos pasan por la báscula de Isabel II
Meghan Markle vuelve a desafiar a Isabel II
A los reyes de Inglaterra no les gustaba el entonces Felipe de Grecia por varias razones. La primera y más importante es que por sus venas corría la sangre alemana. El pueblo germano devastó Europa durante la II Guerra Mundial, mostrándose especialmente duro contra la ciudad de Londres, que bombardeaba noche sí, noche también. Que la princesa Isabel hubiera puesto sus ojos en un joven de semejante ascendencia escandalizó a la opinión pública y a buena parte de las altas esferas británicas, que tenían la esperanza de que la heredera al trono reflexionara y se decantara por algún otro chico perteneciente a las casas de alta alcurnia inglesa, como los Grafton, los Rutland, los Buccleuch o los Porchester.
Además, tampoco gustaba el escaso patrimonio con el que Felipe contaba. Los reyes querían para su hija un hombre poderoso y rico cuya posición estuviera a la altura del Palacio de Buckingham, pero la heredera al trono seguía en sus trece. Viendo que era imposible que la joven alteza se separara del problemático griego y que los rumores de compromiso empezaban a filtrarse entre la prensa, la casa real británica ideó un elaborado plan de marketing para limpiar la imagen del futuro consorte de cara a la ciudadanía.
Para empezar, Felipe tuvo que renunciar a sus raíces y a su propia ciudadanía griega, perdiendo así los títulos reales que el país heleno le concedió desde el momento de su nacimiento. Poco después se le otorgó el pasaporte británico, aunque en su primera página ya se podía leer un nombre diferente al que recibió cuando nació. Ya no quedaba rastro de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg, aquel molesto apellido alemán, y en su lugar se le bautizó como Mountbatten, un apelativo británico donde los haya.
La reina Camilla revela su percance con los zapatos el día de su boda y la reacción que tuvo Isabel II
Actualizado 18 de Septiembre de 2022 - 21:41 CEST Por Patricia Martin, Martín Gálvez PiquerasLa reina Camilla ha rendido un bonito homenaje a Isabel II a través de un especial emitido esta noche en la BBC, poco antes del minuto de silencio que se guardaba en honor a la difunta monarca a las 20:00h (21:00 hora española). La esposa de Carlos III ha elegido la víspera del funeral de Estado, que tendrá lugar este lunes en la Abadía de Westminster, para dedicar unas palabras a la que ha sido su suegra. Una intervención a modo de entrevista que, como no podía ser de otra forma, ha estado repleta de cariño y admiración. Además de contar una anécdota tan embarazosa como divertida, también habló del legado perdurable de la soberana y de otros recuerdos personales con ella.
"Siempre recordaré esa sonrisa inolvidable"
Camilla quiso recordar igualmente la relación personal que tenía con su suegra. "Tenía esos maravillosos ojos azules que, cuando reía, iluminaban toda su cara. Siempre recordaré esa sonrisa inolvidable", explicaba la esposa de Carlos III visiblemente emocionada. Isabel II ayudó mucho a Camilla los últimos años e intervino en varias ocasiones para mostrarle su apoyo.
En su Jubileo de Platino, cuando se celebraron 70 años desde su ascenso al trono, Isabel II expresó su “sincero deseo” de que, una vez que Carlos se convirtiera en Rey, su esposa fuera nombrada como reina consorte. Desde el fallecimiento de la monarca el pasado 8 de septiembre, Camilla le ha rendido varios homenajes, como cuando viajó a Gales junto a su marido, el rey Carlos III, y decidió llevar un hermoso broche de puerros parecido al emblema nacional galés que le habría regalado la Reina.