El príncipe Alberto se sincera sobre Charlène de Mónaco y la crisis del principado: «Nunca es fácil sentirse traicionado»
El príncipe Alberto y Charlène de Mónaco en la Coronación de Carlos III. / gtres
Convertido en jefe del Estado del principado de Mónaco desde 2005 tras el fallecimiento de su padre, Rainiero, el príncipe Alberto de Mónaco acaba de cumplir 66 años sin lograr deshacerse de su fama de mujeriego y de las polémicas que rodean permanente a su matrimonio con la sudafricana Charlène Wittstock, madre de sus dos hijos pequeños, los gemelos Jaques y Gabriella, que nacieron en 2014. A ellas hay que sumar el periodo de crisis que sacude al pequeño y adinerado país del Mediterráneo, puesto en jaque por una batalla legal que podría airear los secretos más ocultos de los Grimaldi.
En esta tesitura, Alberto ha decidido optar por la transferencia y conceder una extensa entrevista para el último número de la revista francesa 'Paris Match'. «La Princesa ya está bien», comienza diciendo el royal monegasco sobre una de las mayores controversias que sobrevuelan a su relación: la salud de la princesa Charlène y sus prolongadas ausencias del país en los últimos años.
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«Pero también estaba muy afectada por mí y entristecida por ciertas cosas que salieron en los medios», añade el príncipe Alberto, en referencia a los continuos titulares que se empeñan en dar por finiquitado un matrimonio, que pese a todo, parece seguir haciendo frente unido. Su última aparición conjunta fue ayer mismo durante una visita a la región gala de Alsacia, donde sorprendía apostando por una manicura 'dark' que rompía con el protocolo habitual para las uñas reales.
De nuevo con fuerzas y habiendo superado la aparente timidez que ha mosteado en sus últimos compromisos públicos, la situación actual es radicalmente diferente a la que se vivía en febrero de 2021, cuando Charlène hacía una última aparición en Mónaco antes de partir hacia Sudáfrica, donde se sometió a dos importantes operaciones de otorrinolaringología bajo anestesia general. Después pasó cuatro meses convaleciente en Suiza para, según la versión oficial al menos, recuperarse del agotamiento físico y mental. A ello se sumaron los mencionados rumores de separación, algo que según reseña el príncipe Alberto en la entrevista, la pareja superó unida. «Nos apoyamos mutuamente», afirma.
Alberto de Mónaco y su esposa Charlène. / GTRES
«Es cierto que ha retomado muchas actividades, más compromisos públicos, y todo el mundo está encantado con ello», comenta satisfecho su marido a 'Paris Match'. «Ella también quiere implicarse más», concluye con optimismo y sin entrar en más detalles.
Alberto también tiene palabras para el resto de los Grimaldi. «Es una suerte que toda mi familia esté a mi alrededor, rodeándome de su afecto, no solo mi familia inmediata, sino también la extensa familia de monegascos. Todos somos una sola familia, unida y solidaria. Esto me ha ayudado mucho durante este periodo», declara el Soberano al medio francés.
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Alberto de Mónaco y Charlene Wittstock se conocieron en las Olimpiadas de Sidney de 2006, pero no fue hasta 2009 cuando hicieron pública su relación, pasando posteriormente por el altar. Desde entonces, la princesa Charlène se ha convertido en todo un icono y símbolo de la elegancia, aunque su apariencia triste no ha pasado desapercibida en contraste con la alegría permanente de otras 'royals' como Máxima de Holanda. Ese apodo, el de 'princesa triste', es el que la acompaña desde su boda y solo saca una sonrisa cuando está con sus hijos o de miembros de su familia como su cuñada, Carolina de Mónaco.
Charlene de Mónaco pasó por un momento muy complicado en 2021 y tuvo que estar varios meses alejada de su familia después de tener una infección que le obligó a permanecer más tiempo del esperado en Sudáfrica. Tras esto, volvió a Europa pero, pese a lo que se pensaba en un primer momento, lo hizo para ingresar en un centro de Suiza en el que poder seguir recuperándose. De esta forma, la princesa estuvo prácticamente un año sin hacer ningún acto público y sin poder estar con su familia. Ahora, parece que la normalidad regresa a la vida de Charlene. A continuación, repasamos los mejores momentos de la biografía de Charlene de Mónaco.
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Dos meses después, los médicos la autorizaban a volver a Mónaco. El viaje de regreso se programó para el 12 de marzo, dos días antes del 64º cumpleaños de su marido. Ese sábado, según Bunte, Charlene llegaba por la tarde en un avión chárter al aeropuerto de Niza, donde la esperaba un helicóptero para trasladarla a Mónaco. Llevaba casi un año fuera de su hogar y, según las mismas fuentes, había llegado a la conclusión de que no podía volver a su vida anterior.
En las últimas semanas, no ha habido nuevos datos sobre su salud, ni tampoco se ha fijado la fecha en la que retomará su agenda. La más cercana en el calendario con la que se ha especulado es la del 13 de abril. El príncipe Alberto recibirá ese día en Nueva York, en la Gala Stars of Stony Brook, un premio por su dedicación a la conservación y sostenibilidad de los océanos. Sería una gran oportunidad para reaparecer apoyando a su marido en un escenario internacional. Si no se cumple, también hay otras celebraciones señaladas en el horizonte: el Gran Premio de F1 de Mónaco, a finales de mayo, o la Water Bike Challenge, que su Fundación está organizando para junio.