Ni de blanco, ni de negro
Aunque el grado de formalidad dependerá del estilo de la boda, la madrina no debe abusar de los brillos, los encajes ni las lentejuelas. Tampoco puede ir demasiado llamativa, con trajes muy escotados o faldas muy cortas. Como madrina puede lucirse más que otras invitadas, pero debe saber mantener la elegancia y dejar el protagonismo a la novia. Debe imperar la discreción.
3. ¿Qué debe ponerse una madrina?
Como ya hemos comentado, la madrina se lleva muchas miradas, así que es normal que se preocupe por lo que va a ponerse y, sobre todo, si va adecuada y acorde al protocolo que se establece para una ocasión así. Antes de pensar en el vestido de madrina que lucirás es importante que tengas en cuenta estos consejos:
En cuanto al color, y sabiendo que hay que prescindir del negro y del blanco y de todas las tonalidades similares, es mejor optar por un color diferente. Al ser un día alegre en el que se celebra algo especial elige mejor colores vivos, como los azules, rojos, corales, verdes, mostaza, lila… ¡la variedad es enorme!
En definitiva, la primera regla fundamental del protocolo para la madrina es no hacer sombra a la novia. Haciendo referencia a esto, si que el estilo de la novia debe de ir en consonancia con el de la madrina.
¿Qué color de vestido puede usar la madrina de boda?
El papel de la madrina de boda es muy importante en cualquier ceremonia nupcial. Ella es una de las personas más cercanas a los novios y su presencia se destaca durante todo el evento. Por lo tanto, su elección de vestuario debe ser cuidadosa y acorde con el estilo y temática de la boda.
Hay algunas reglas básicas sobre el color del vestido que la madrina de boda debería seguir. En primer lugar, se recomienda evitar el color blanco y cualquier tonalidad cercana a este, ya que generalmente se reserva exclusivamente para la novia. Además, también es importante evitar el color negro, ya que se asocia comúnmente con el luto o eventos más formales.
El color predominante que las madrinas de boda suelen elegir es el azul marino. Este color es muy versátil y se adapta a diferentes tipos de bodas y estaciones del año. Además, el azul marino es un tono elegante y sofisticado que complementa a la mayoría de las personas. Sin embargo, la madrina también puede optar por otros colores siempre y cuando se ajusten al ambiente y la preferencia de la novia.
Por otro lado, si la madrina desea añadir un toque de color más llamativo, puede optar por tonos vibrantes o estampados florales. Estos colores vivos como el rojo, el fucsia o el amarillo pueden ser apropiados en bodas más informales o temáticas, siempre y cuando se coordine con la novia y no se convierta en el centro de atención.
En resumen, la madrina de boda tiene una amplia gama de colores para elegir su vestido. La clave está en asegurarse de que el color elegido se ajuste al estilo de la boda y no compita con el aspecto de la novia. La armonía y el equilibrio son fundamentales para el éxito de la elección de vestuario de la madrina.
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