Encerado
Aunque es una técnica poco conocida, tiene resultados más que satisfactorios. Se trata de sumergir las flores frescas y naturales del ramo en cera de parafina previamente calentada en una olla a 150ºC. Un movimiento que debe ser rápido para que la flor no se estropee con el calor, por lo que deberás apresurarte a secar cada tallo ipso facto. ¿Cuánto tiempo zambullirlas exactamente? Con un par de segundos será suficiente, dejando luego que escurra la cera sobrante durante 30 segundos más.

Paso 4. Opta por flores de temporada
Cada época del año especial y en cada una de ellas encontramos aspectos positivos para celebrar un matrimonio. Las flores, en este sentido, pueden servir para dar visibilidad a la estación en la que te casas.
Para un matrimonio que se celebra en otoño, puedes escoger aquellas flores de verano y que aguantan unos meses más. Buenos ejemplos son las dalias o el brezo. Ambas opciones son ideales porque aguantan bien en el tiempo y mantienen el mismo aspecto incluso después de secas. ¡Escoge ramos de novia que sean cálidos y llenos de color!
Para un matrimonio de invierno tienes dos alternativas. Por un lado, decantarte por tonalidades frías, como un guiño a las bajas temperaturas de esta estación. Por otro, optar por colores cálidos que contrasten con el ambiente. Algunas flores de esta época son los tulipanes, calas, rosas, anémonas, ranúnculos o astilbe.
Si tu matrimonio es en primavera, ya sabes que esta es la estación en la que el color invade los campos. Aprovéchate y agrega color a este acontecimiento con lindas flores como las peonías, paniculata, rosas, claveles, lavanda…
Por último, quedan los matrimonios de verano para llenarlos de margaritas, peonías, rosas, dalias, claveles y muchas especies más.

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Prensado
Si optas por este método tendrás que despiezar el ramo para que cada flor quede por separado. Después, colócalas entre hojas de periódico con un gran peso encima –como libros o cajas llenas– y déjalas secar durante unas tres semanas. Tendrás que ir revisando los papeles de diario a menudo y, en caso de que estuvieran todavía húmedos o mojados, cambiarlos por otros secos. Un procedimiento sencillo que también se puede hacer con hojas de papel secante e, incluso, con una prensa real si es que dispones de una en casa.
¿Qué tiene de especial este sistema para conservar el ramo de novia? Que te permitirá hacer un cuadro con tus flores favoritas, guardarlas en una cajita o bien hacer con ellas alguna manualidad DIY –como una postal de amor o una composición artística con otras piezas de la boda, como los votos nupciales o una parte de la invitación–. También puedes incluirlas a posteriori en las tarjetas de agradecimiento y quedar la mar de bien, ya que los seres queridos que las reciban alucinarán con este detalle tan delicado. Así que deja volar tu imaginación y que salga lo que tenga que salir. Y es que si lo haces con mimo y doble ración de amor y paciencia, seguro que el resultado es de película.

