Jordi Cruz (MasterChef): su beso con Tamara Falcó, su polémica con los becarios y su actual novia
Madrid 18/07/2022 20:02
Está claro que el chef catalán ha conseguido convertirse en uno de los hombres más deseados del país. Ya no solo por sus habilidades culinarias, que también, sino por su físico y su personalidad de tipo duro y disciplinado que muestra como juez del talent de cocina.
¿Pero qué se esconde detrás del "chico malo" de MasterChef? Te acercamos su vida personal, su gran polémica, su papel como jurado de MasterChef y su vida amorosa.
Jorge Javier Vázquez rompe a llorar por culpa de Rocío Carrasco
Redacción
Redacción
La prueba estuvo llena de momentos de tensión entre Cruz y Falcó, que durante el rodaje de esta edición, todavía se encontraba en una relación con Íñigo Onieva.
El sorprendente motivo por el que Jordi Cruz decidió no ir a la boda de Tamara Falcó
12·07·23 | 10:49 | Actualizado a las 10:50
Tamara Falcó, marquesa de Griñón EP
La boda de Tamara Falcó e Iñigo Onieva se ha visto marcada por grandes ausencias entre las que destaca la de Enrique Iglesias, sin embargo, ha habido otras que han pasado más desapercibidas, aunque quizás por motivos más personales de lo que creemos. Pese a todo, muchos rostros conocidos asistieron al “evento del año”, entre los que se encontraba el jurado de “MasterChef”, pero con alguna carencia. Fueron Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nágera, pero Jordi Cruz no quiso ir por motivos que han sido objeto de debate.
Relacionadas
Y es que tras la reconciliación de Tamara e Iñigo, el chef no se hizo de rogar y desveló su descontento al respecto. “He vuelto con Iñigo y a Jordi no le gusta”, declaró Tamara, a lo que el cocinero no se cortó un pelo y le contestó: “Nunca me gustó”.
En el momento en el que vio que su amiga le había dado otra oportunidad al empresario pese a las infidelidades que salieron a la luz, expresó: “No me lo creo”, a lo que la marquesa de Griñón contestó mientras se reía: “Y lo dice tan pancho…”.
Vestidos desmontables
La colección es una belleza, de forma y de estilo. La lluvia es la fuente de inspiración y el punto de partida de una propuesta rotunda, con un claro acento arquitectónico, pero siempre femenina y elegantísima. "Hay muchos vestidos desmontables, para tener un primer momento Lady Di y luego otro más familiar, abrazando a los hermanos o sobrinos". Sofía presume de la versatilidad de los vestidos, que ofrecen varias versiones, pero también de la honestidad con la que están hechos. Hay plumas, pero solo porque se han recogido del suelo; hay corsés, pero no son incómodos ni oprimen; hay pedrería, algo que no suelen utilizar, pero aplicada de forma muy sutil.
La paleta de color también va muy pensada y varía tímidamente del champagne al blanco impoluto. "El tono champagne nos lo piden más para el segundo vestido. Aquí somos más de blanco roto, pero la clienta asiática quiere blanco absoluto, y volúmenes". Y los vemos, pero sin traicionar el espíritu de la casa. "Jugamos con el tul y lo colocamos en sitios inesperados", revela. Vemos largos, muy largos, y otros midi que contrastan con los vestidos cortos, algunos con claras referencias a los años 60. Está también el sastre clásico en blanco, y una versión sin mangas y falda de tul.