Esta es la vida que llevan los hijos de Pablo Escobar y cómo han cambiado físicamente a lo largo de los años
Los dos hijos del extinto capo del narcotráfico viven vidas totalmente diferentes.
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Cuando Pablo Escobar mandó a matar al ministro Rodrigo Lara hace 25 años, el hijo de este, el hoy senador, tenía ocho años. Y pensaba que sólo era cuestión de crecer para vengar la muerte de su padre. Juan Pablo Escobar, el hijo del capo, tenía dos años menos. Aquí, en una visita a Washington.
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Durante la ceremonia, tal como lo hizo Sor Maria Vittoria della Croce, las novicias "se quitan el vestido de novia, se cortan el cabello, se ponen el hábito benedictino y reciben el crucifijo para indicar su alegre renuncia a todo lo vano y efímero".

Colocación de la toca, símbolo de la muerte y resurrección de Cristo / Foto: Arquidiócesis de Trani-Barletta-Bisceglie


Sor Maria Vittoria della Croce abrazando a su padre / Foto: Arquidiócesis de Trani-Barletta-Bisceglie
Losappio destacó que la vestición de Sor Maria Vittoria della Croce –que tiene 27 años y cuyo nombre de bautismo es Carmen D'Agostino– fue "un rito que no se efectuaba en Barletta desde la década de 1940 debido a la falta de vocaciones a la vida consagrada según la regla de San Benito".
"El monasterio de San Ruggero se redujo a muy pocas monjas que envejecieron y hace tres años fue refundado con la llegada de varias hermanas jóvenes, que lo revitalizaron desde el punto de vista vocacional", relató a ACI Prensa.
–¿Te incomoda que te miren?
–Ah no, para nada. Es normal. Yo haría lo mismo. No todos los días uno se encuentra con una persona amputada de las dos piernas.
Pero a Juan Pablo no solo lo miran por eso. Además tiene el aire de un David: del David de Miguel Ángel. No contento con ser alto, lleva rostro, porte y figura. Tras el accidente ganó peso y, luego de obtener las prótesis, decidió ponerse en forma. Dos pisos más arriba de la cafetería está el gimnasio donde entrena. Lo asiste un instructor que lo ha ayudado a labrarse un cuerpo griego –“un medio cuerpo”, repone él– que incluso le ha permitido participar en un certamen de belleza, en una competencia de fisicoculturismo y ser contratado como talento publicitario. Pero su meta no es ser ni míster ni modelo.

–Ya no es tan mala, ¿no?
–No –se ríe–. Ahora es la buena porque es la única que tengo. Si no tuviera esta rodilla me sería muchísimo más difícil caminar. Si además tuviera la izquierda, te aseguro que estaría haciendo el maratón de Nueva York.
Juan Pablo nació el 14 de junio de 1999. Cuando Teresa, su madre, estaba en el sexto mes de embarazo, a su esposo, el padre de Juan, le dio una meningitis y falleció de un día para el otro. Antes había nacido Moisés, el hermano mayor. Juan Pablo creció con él y con su madre, quien además de encargarse de los hijos siguió adelante con el negocio que había dejado su marido: una venta de pescado al mayor. No hay persona en el mundo a la que Juan Pablo quiera más que a su madre, y por eso cuando habla de sus miedos asegura que su mayor miedo es perderla.
–Mi mayor miedo es perder a mi madre, y el segundo, pues no poder salir corriendo. –Se alza de hombros y hace un gesto con la cara que sugiere que bromea sobre sí mismo. Explica–: Imagínate que ahorita hubiera un incendio en esta cafetería. Tendríamos que salir corriendo y yo no podría. Las prótesis me permiten caminar, pero no puedo correr. A la gente le da risa la manera como lo digo, pero es verdad.
Su ejemplo, motivación para otros
Es por eso que quiere que su experiencia de vida sirva de ejemplo para ayudar a otras personas que quizás estén pasando por la misma situación que él hace un par de años.
Después de todo, asegura que está viviendo la mejor etapa de su vida. Entre sus planes de futuro está el de publicar un libro y seguir dando conferencias para inspirar a otros.
