"Romance de Mario Conde hijo - ¡Amor en el aire!"

Mario Conde en la firma de uno de sus libros.

Según la información publicada en el BORME (Boletín Oficial del Registro Mercantil), en el año 2012 se constituyó la Editorial Dharana con sede en Majadahonda y su administrador único era Javier León, que ha cesado de su cargo este 2023. No aparece en la información de Mario Conde consultada por elcierredigital.com vinculación alguna con la editorial bajo la que se encuentra el proyecto que él mismo comenzó.

La aventura editorial de Séneca la comenzó Mario Conde en el año 2006. Empezó siendo un trabajo muy casero, ya que León se encargaba de hacer las maquetas de los libros y el exbanquero diseñaba las portadas. Así hicieron el primer libro del sello, Masonería: antiguos manuscritos, un estudio firmado por el propio Javier León.

Además de publicar a escritores jóvenes y noveles, la Editorial Séneca ha coeditado a su vez libros de etnología y antropología, de interés local, con varios ayuntamientos andaluces; ha hecho ediciones facsímiles, como de la obra La montaña de los Ángeles, del siglo XIX, que trata sobre Hornachuelos, donde estaba ubicada la sede de la editorial.

Por su parte, Mario Conde también ha publicado varios libros. Entre ellos, “El sistema: Mi experiencia del poder” (Editorial Espasa Calpe, 1994), “Derecho Penitenciario vivido” (Editorial Comares, 2006), “Cosas del camino” (Editorial Nous, 2008), “La Palabra y el Tao” (Editorial Nous, 2008) y “Memorias de un preso” (MR, 2009), sobre sus experiencias vividas en prisión. El libro está editado conjuntamente por su editorial Nous y Ediciones Martínez Roca, del Grupo Planeta.

Su último libro, "Siendo, eso es todo: cartas a un antropólogo", es un paseo por la correspondencia entre Conde y su amigo Javier León.

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La nueva vida de Mario Conde en Edimburgo: clases de inglés, relación a distancia con su novia pintora y una tregua entre "putadas"

Mario Conde y su nueva vida.

Mario Conde y su nueva vida. Arte EE

Ese día, él, su hija Alejandra, su hijo Mario y su exyerno desde hace unos meses, el banquero Fernando Guasch, fueron detenidos y acusados de ocho delitos contra la Hacienda pública, blanqueo de capitales, organización criminal y alzamiento de bienes. Santiago Pedraz, juez de la Audiencia Nacional —entregado posteriormente a sus amoríos con la marquesa viuda de Griñón—, sospechaba que la familia había repatriado 13,06 millones de euros desde Suiza, presuntamente saqueados a Banesto.

Sin embargo, tres años después, en 2019, la Operación Fénix, como fue bautizada, se diluyó y la Audiencia Nacional estimó que no hubo delito y archivó la causa. "Somos unos supervivientes", reflexionó Conde. Pronto, reclamó una indemnización al Estado de 36 millones de euros.

—¿Y ahora qué?— le inquirí tras el fin del caso.

Adriana Torres Silva.

Adriana Torres Silva. Instagram

Y eso es lo que precisamente ha hecho estos tres años, a pesar de la pandemia y alguna tristísima noticia, como la muerte de su hermana pequeña, Ana Conde, acaecida en 2021. En 2019, Mario todavía no se había recuperado de la turbulenta separación de su segunda mujer, María Pérez-Ugena, pero estaba ilusionado con realizar su primer viaje tras tantos años sin poder salir de España. Se desplazaba a Milán, donde, curiosamente, cerró la venta de Antibióticos por 400 millones de euros junto a su entonces amigo, Juan Abelló.

Consultora inmobiliaria

Alejandra volvió entonces a su actividad profesional como consultora inmobiliaria y a colaborar con su padre en los negocios de su casa. En junio de 2018 fue nombrada consejera de otra empresa familiar, Industrias Mecánicas de Precisión S.A., dedicada a la fabricación de piezas y accesorios para vehículos de motor. Y además surgió lo de Miguel Palacio, un proyecto que la tenía cautivada y le ocupaba buena parte del tiempo. Hasta el punto de vencer la timidez y convertirse en modelo para la firma.

Una Alejandra Conde muy elegante en blanco y negro, con el rostro serio, el pelo recogido, mira a la cámara. Lleva un vestido camisero anudado a la cintura y unas sandalias. Estamos en la página web donde el diseñador Miguel Palacio vende sus artículos de exquisita factura. Una reinvención profesional para la que decidió asociarse en 2018 con la hija de Mario Conde. Ambos se conocían desde que ella le encargó su vestido de novia, y lo que era una relación de amistad se consolidó estos tres años en una fructífera relación de negocios. Hasta que llegó el desencuentro que ha desembocado en una denuncia por parte de Miguel Palacio.

Auge, caída… y, de nuevo, vuelo de Mario Conde

Cuando nos encontramos en su casa en 2019, también le pregunté: "¿Dónde coloca tanta ignominia?". "Fue vomitivo y brutal", contestó sobre este segundo episodio con la Justicia. En cambio, Mario no parecía enfadado. Debía estar acostumbrada a la ofensa. Estaba feliz porque había podido demostrar su inocencia y la de los suyos.

Quizá feliz era una palabra demasiado grande para alguien acostumbrado a sufrir. En 1987, el estudiante de Derecho que obtuvo matrícula de honor en Deusto y fue primero de su promoción de Abogado del Estado en 1972, llegó a la presidencia del Banco Español de Crédito (Banesto). Poco tiempo después, Mario descendió a los infiernos al enfrentarse a varios procesos judiciales vinculados con el llamado Caso Banesto, considerado el mayor escándalo financiero de la década de los noventa.

Se convirtió en el preso 9435726448.

Mario Conde.

Por Argentia Trust, el Tribunal Supremo lo condenó por apropiación indebida y falsedad en documento mercantil. Conde sostenía que pagó a esta empresa por trabajos jurídicos, financieros y de marketing. El Tribunal, sin embargo, sentenció que había ingresado esa cantidad a una entidad que "fue meramente vehículo para orientar el dinero en dirección desconocida". Lo condenaron a cuatro años y seis meses de prisión —de los que cumplió año y medio—, a pagar una multa de 15 millones de pesetas —90.000 euros— y a indemnizar a Banesto con 600 millones de pesetas.

Era 1998, cuatro años después de que el Banco de España interviniera Banesto tras detectar un agujero patrimonial de más de 600.000 millones de pesetas —3.600 millones de euros—. En 2002, el Tribunal Supremo lo sentenció por el caso Banesto a 20 años de cárcel por un delito de estafa y apropiación indebida. Además, le impuso una responsabilidad civil de 3.736 millones de pesetas —22 millones de euros—. Conde pasó cuatro años en la cárcel y consiguió el tercer grado en 2005.

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