Momentos buenos y malos
Si el accidente cambió su vida, el fallecimiento de Kardam en abril de 2015 volvió a dar un giro importante. Vendió la casa que había sido el hogar familiar en La Moraleja y compró un piso en la zona de la iglesia de los Jerónimos, que fue el que vendió al marcharse a vivir a Londres. La decisión tuvo que ver con los estudios de sus hijos, que anteriormente estuvieron en un colegio en Austria. Viajaba a Madrid para ver a sus amigos, a su familia y presentar sus nuevas colecciones de su firma MdU, pero su vida cotidiana ya estaba centrada en Londres. Así lo contaba a Vanitatis: “Estoy acostumbrada a los cambios. Y no me costó tomar la decisión. Allí están mis hijos y en el plano laboral es muy interesante lo mucho que se mueve el mundo artístico en el Reino Unido. He hecho varias exposiciones y han funcionado muy bien”. Comenzó a viajar a los Emiratos, a Arabia, donde sus joyas tenían gran aceptación y donde seguirá ofreciendo sus diseños.
Licenciada en Historia del Arte, Geografía e Historia y gemóloga, Miriam empezó muy joven a trabajar por cuenta ajena en firmas importantes y de renombre pero anticuadas, a las que dio otro aire. Prefería estar en la sombra y no firmar sus creaciones. En 2014 decidió dar el salto y presentó su primera línea de anillos, colgantes, pulseras y pendientes con gran éxito bajo el nombre MdeU en El Corte Inglés. Fue su reencuentro con la prensa tras el fallecimiento de su marido y agradeció el respeto mostrado hacia su familia: “No soy una excepción. Todos tenemos momentos buenos y malos. Creo que en mi caso hay un componente genético, unos nacen más fuertes que otros y yo me considero una persona positiva. Y la fuerza hay que trabajarla y yo lo hago”, declaró en aquella ocasión.
El príncipe Ghazi es licenciado en Literatura por la Universidad de Princeton y en Lenguas Modernas y Literatura Medieval en Cambridge. Ejerce como asesor principal de su primo, el rey Abdalá, en asuntos religiosos y culturales. En 1997 contrajo matrimonio con Areej Zawawi. Fruto de este matrimonio nacieron cuatro hijos: la princesa Tasneem, el príncipe Abdalá, la princesa Jennah y la princesa Salsabeel, nacidos entre 1999 y 2014. En mayo de 2021, un comunicado de la Corte Real Hachemita anunció un cambio de título de la princesa Areej Ghazi a princesa Areej bint Omar Al Zawawi, un título típico que revela un divorcio.
Detalles del enlace
No hubo amigos que viajaran a la capital jordana. Tampoco asistieron al enlace el padre, Bernardo Ungría, que tiene 92 años, ni los hermanos, con los que mantiene una buena relación. La diseñadora de joyas estaba muy unida a su madre, que falleció en octubre de 2010. La empresaria ha marcado siempre lo que era su unidad familiar estricta y así lo contaba a Vanitatis: “Tengo unos hijos maravillosos. Son buenos chicos y muy fáciles de trato que nunca han dado ningún problema más allá de los normales en una relación entre madre e hijos. Lo que siempre he tenido claro, y ellos también, es que no soy su amiga. Me cuidan mucho y son un gran apoyo. No soy ninguna madre coraje, sino una persona que afronta la vida como viene y que tengo la suerte de tener una serie de recursos que otras no tienen. Miro al futuro porque el pasado ya está escrito y, por lo tanto, no se puede cambiar”.
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Los hijos tuvieron que aprender a convivir con una situación que no era la normal y lo hicieron. Se acostumbraron a la rutina de dar un beso a su padre antes de irse al colegio y cuando volvían. La nueva princesa jordana tuvo una actitud positiva ante lo que supuso que durante años su marido estuviera en coma tras el accidente que sufrió el 15 de agosto de 2008 con secuelas irreversibles. Su lema de vida, como contó a Vanitatis, era: “No añorar el pasado, porque así no se crece, y mirar hacia adelante. Soy muy creyente y eso me ayuda”.