¿Qué pendientes quedan mejor con cada peinado de novia?
¿Estás buscando los pendientes de novia perfectos? A la hora de elegirlos recuerda que, además de tus gustos personales, deberás tener en cuenta también el peinado que lucirás el día de la boda. Resuelve tus dudas con esta práctica guía… ¡y triunfa!
Pide información y precios de vestidos y complementos a empresas cercanasA la hora de escoger los pendientes que llevarás el día de la boda debes tener en cuenta tanto tus gustos y tu estilo como el peinado de novia que lucirás, ya sea un recogido, un semirecogido o bien optes por dejar tu melena al viento. De esta manera. ¡acertarás seguro! Y tranquila, porque te damos todas las claves para triunfar. Descúbrelas a continuación. ¡y empieza a soñar con tu romántico look!
Perlas en el outfit nupcial
Como decíamos al inicio, la popularidad de las perlas se ha multiplicado y, con ellas, también las opciones a la hora de lucirlas el día B. Así, al margen de en las joyas, hoy en día es posible encontrar perlas en el vestido de novia 2021, en los zapatos y en variados complementos, como el velo, los guantes, la empuñadura del ramo de novia natural, en diversos y variados adornos para el pelo, como tiaras, tocados de novia. Todos ellos se rinden ante la belleza de las perlas. ¡Y sus posibilidades parecen no conocer límites!
Está claro que las perlas han llegado dispuestas a quedarse en el ámbito nupcial y que este año seguirán pisando fuerte y no te faltarán posibilidades. Un universo de propuestas creativas que ponen a tu disposición todo tipo de perlas. Grandes, pequeñas, diminutas. Y que tanto se presentan en petit comité para destacar alguno de los apliques o zonas del vestido de la protagonista de la jornada, como se encuentran en grandes cantidades en la totalidad del mismo, recorriendo escotes, cuerpos, faldas, mangas, espaldas. ¿Te imaginas caminando hacia el altar convertida en una novia llena de estilo gracias, entre otras cosas, a este elemento casi imprescindible en los enlaces actuales?
Tipos de cultivo
Antiguamente, la única posibilidad de conseguir una perla era recogiéndola del interior de una ostra mar adentro. Por este motivo se trataba de un recurso de gran calidad y escaso, por lo que su valor monetario era muy elevado, solo al alcance de la realeza, la nobleza y la clase alta. Hoy en día, su cultivo ha provocado que se puedan conseguir perlas de mucha calidad en grandes cantidades, por lo que ya no hay escasez y su precio no es tan excluyente.
Aunque cultivadas, las perlas de agua salada son piezas exclusivamente de joyería. Entre ellas se encuentran las perlas de Tahití, que tienen un color oscuro azulado, plateado, verdoso o morado; las perlas Akoya, originarias de Japón y caracterizadas por su pequeño tamaño; las perlas australianas, cuyo principal rasgo es su gran tamaño; o las perlas Mabé, que se reconocen por su forma de media perla porque tienen un lado plano.
Las perlas naturales de agua dulce no se comercializan, ya que no existe demanda. Las de cultivo, sin embargo, sí que despiertan interés, pues se trata de un producto de gran calidad a un coste asequible, caracterizado por su alto nivel de nácar y por su variedad de formas, colores y tamaños.