"Timothy Treadwell y Su Novia - El Video Que Conmocionó al Mundo"

Learning To Love The Grizzly Bears At Katmai National Park

Grizzly Bears Feeding

Wikimedia Commons Grizzly Bears feeding at Brooks Falls in Alaska’s Katmai National Park.

At first, Amie Huguenard was wary of the apex predators, which can weigh up to 1,000 pounds. But Treadwell had charm and a passion for the bears that assuaged her fear. He even once told David Letterman that they were nothing but “party animals.”

And during their summer visits, the bears were largely docile, spending much of their days resting and feeding, helping Huguenard to feel safe around them. Although she and Treadwell were anything but.

“Amie had a kind of naïveté about her that added a real sweetness to her entire persona. At times it was easy to convince her of things that were not entirely true,” Stephen Bunch, one of Amie’s old boyfriends, wrote after her death.

“But I always felt I could trust her because she bestowed the same trust in you unconditionally.”

Still, Amie Huguenard also witnessed Treadwell’s confrontations with the National Park Service. Park rangers were concerned that Treadwell was placing himself and others in danger by approaching the bears so closely and that he was maintaining dangerous camping practices on his quest to stop poachers.

Huguenard and Treadwell were sinking deeper into some critical mistakes. Crucially, and contrary to generations of Alaskan received wisdom and wildlife expertise, Amie Huguenard and Timothy Treadwell believed that the grizzlies were becoming “[their] animals.”

“Tim would honestly die if it meant these animals could live,” Huguenard wrote.

La confianza le pasó factura

Tras haber estado más de una década investigando el comportamiento de los osos, fue perdiendo el temor hacía ellos y cada vez se acercaba más para poder registrarlos. Según dicen algunos documentales, empezó a irrespetar el espacio de seguridad.

Timothy los rastreaba para acercarse a ellos y tocarlos. Consideraba que había lograba conectar e interaccionar con ellos.

Algunas personas que lo conocían y que trabajabaron con él aseguraban que Timothy actuaba como si los osos fueran personas disfrazadas y no animales salvajes. Su hipersensibilidad hacia la naturaleza lo hacía llorar cuando encontraba a algún animal muerto, le hablaba a los cadáveres, los acariciaba y dedicaba sentidas palabras, que eran grabadas por su cámara.

Cuando le preguntaban cómo se animaba a convivir con animales salvajes, simplemente respondía: "Ellos son incomprendidos". Al ser consultado sobre qué haría en caso de ser atacado por uno de ellos, reiteraba: "Nunca mataría a un oso en defensa propia".

La noche de la tragedia

Los gritos de agonía y desesperación de Treadwell y Huguenard quedaron registrados en una cámara de video que encontraron con la tapa puesta, de lo contrario, las imágenes que hubiera podido captar serían comparadas con cualquier película de terror gráfica.

Los constantes errores de Timothy lo convertían en presa fácil de los osos hambrientos, quienes estaban a punto de entrar en hibernación tras acabado el verano. Precisamente, dos días antes de fallecer, ambos habían presenciado la brutal pelea entre dos grizzly por una presa.

”Estoy un poco preocupada, especialmente luego de ver la pelea del otro día. Todavía los amo. (. ) Nos iremos en pocos días y necesitamos estar seguros de que filmamos todo lo que necesitamos. Puedo ver la tristeza en los ojos de Tim cuando hablamos de irnos. Realmente él pertenece acá, esta es su casa”, expresó Amie a la cámara.

”Es uno de ellos y los entiende.(. ) A veces siento que él los quiere más que a mí y eso está okey para mí. Estos osos son su familia. Espero que pueda manejar la depresión de dejarlos luego de otro exitoso verano con ellos”, agrega.

En la noche del domingo 5, un día previo a que el piloto del hidroavión los recogiera, un oso de unos 4 metros de altura arremetió contra el campamento de la pareja en medio de la oscuridad. Inmediatamente, uno de los dos, no se sabe quién, prende la cámara sin quitar la tapa, presumiblemente para captar cómo es el encuentro del animal hambriento con un ser humano.

En el audio se puede escuchar los gritos de Treadwell siendo devorado por el oso. El sonido de la lluvia golpeando la carpa se combinaba con los gritos de desesperación de la mujer, quien tan solo le puede decir a su amado “que se haga el muerto”, mientras el feroz animal lo desmiembra.

Los novios que grabaron cómo un oso los devoró en seis minutos

El Tiempo de Colombia, GDA

La muerte de Timothy Treadwell (46) y su novia Amie Huguenard (37) ha pasado a la historia por el crudo relato que logró registrarse de sus fallecimientos, cuando un oso grizzly los atacó en el Parque Nacional Katmai, en Alaska, Estados Unidos, el verano del 5 de octubre de 2003.

Treadwell llevaba más de 13 años dedicando su vida al cuidado y preservación de la vida silvestre, en especial la de este animal, que finalmente terminó con su vida. Los “amaba”, como confesó en numerosas ocasiones. Sentía que su objetivo en la vida era protegerlos y por eso decidió cohabitar junto a ellos en estado salvaje.

Durante su vida como ecologista registró absolutamente todos los movimientos que estos ejemplares realizaban en la reserva natural, sus movimientos, hábitat, búsqueda de comida, hibernación y hasta peleas.

”Mírenme cuánto amo a los osos, cómo los respeto, cómo soy uno de ellos”, decía frente a la cámara, en un presunto trastorno de la personalidad, el que Timothy verdaderamente se sentía un oso más.

Creía que conocía a cada ejemplar, que entendían sus sentimientos y que eran sus amigos. Gran parte de las imágenes que grabó fueron utilizadas por el director Werner Herzog, quien en 2005 lanzó un documental sobre su vida llamado Grizzly Man.>

”Hay momentos en que mi vida está al borde de la muerte. Estos osos pueden morder y matar. Y si soy débil, pierdo. Amo a los osos con todo mi corazón. Los protegeré y moriré por ellos. Pero no moriré por sus garras y patas. Lucharé y seré fuerte. Yo seré uno de ellos. Seré el amo”, llegó a decir el conservacionista en uno de sus tantos momentos en los que sentía que tenía el control de lo que sucedía.

Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar