El miedo a volar de su padre
Su padre, Antonio Redondo, se siente muy orgulloso de su hija y los logros que ha conseguido. Sin embargo, no la ha acompañado al Mundial de fútbol. El motivo es su miedo a volar.
Quien sí la acompaña es su hermano, que estará sentado en la grada del Stadium Australia de Sídney.
Mantillas y peinetas para las invitadas
Muchos fueron los invitados que aquel día asistieron a la boda. Su Alteza Imperial doña Esperanza de Orleáns-Braganza, la infanta doña Margarita acompañada de su esposo, el doctor Zurita, duques de Soria, acudieron en representación de la Casa Real española. La marquesa viuda de casa Ulloa y su hija, Adriana Torrez de Silva; Marta Chávarri, marquesa de Cubas; Rocío Jurado junto a su hermano, Amador Mohedano; lord y lady Nicholas Gordon-Lennox, embajadores de Gran Bretaña en Madrid en aquel momento; Rafael Medina, duque de Feria; la duquesa de Solferino; Naty Abascal, duquesa de feria. y un largo etcétera de personalidades que lucieron sus mejores galas.
El Levante UD se estrena con victoria agridulce: la lesión de Alba Redondo eclipsa los 3 puntos
El Levante UD consiguió sus primersos 3 puntos de la temporada, tras un partido intenso en el que el equipo fue de menos a más con el paso del tiempo. La calidad de Ángela Sosa destacó sobre el césped de Buñol, en el primer encuentro liguero, que le dio alas a su equipo con su experiencia y liderazgo en el terreno de juego.
Ivana Andrés celebrando con su esposa y su hija que es campeona de España
Ivana Andrés celebrando con su esposa e hija después de la victoria contra los Países Bajos
A Ivana Andrés la recordaremos todas siempre levantando la Copa del Mundo al cielo. La capitana de España es otra de las jugadoras que ha aprovechado la conciliación familia para poder pasar todo el tiempo posible junto a su pequeña Jara y su esposa Ana Moreno. Sus imágenes celebrando las victorias de España han sido algunas de las más bonitas de este mundial. Y la capitana no ha perdido oportunidad de hablar sobre lo importante que es para las jugadoras tener con ellas a sus familiares y para ella en especial compartir estos momentos con su esposa y su hija.
Pff, pues imagínate, si jugar un Mundial ya es especial… Pues estar al lado de mi mujer y de mi hija ya es algo de más. Que estén aquí, a mi lado, apoyándome a tantos kilómetros, mi hija tan pequeñita. Que imagínate si no hubieran podido venir, también gracias a la conciliación familiar, que puedan estar aquí es una suerte, me siento muy afortunada por tenerlas a mi lado. Porque siempre Ana me acompaña y ahora lo hace con Jara. Y le doy las gracias infinitas porque si no hubiera sido muy complicado, muy difícil. Cuando hubiera vuelto no sé si hubiera reconocido a mi hija. Dos meses después…
Además, la familia se llevó una de las anécdotas más bonitas del mundial. Porque a España le tocó jugar en Nueva Zelanda y ahí la pequeñita Jara se consiguió una tía nueva llamada Kelly. Así se lo contó la capitana a Relevo.
Queda mucho por avanzar. No podemos olvidarnos de que en este mismo mundial un reportero le preguntó a la capitana de la selección de Sudáfrica, lugar en dónde está penado con prisión ser lesbiana, si en su grupo había lesbianas, de que hay jugadoras españolas que decidieron no jugar porque hay impresentables en nuestra federación. Pero también se ha visto mucho más normalidad e igualdad y hoy estamos por celebrar las cosas bonitas. ¿Cuál fue su momento lésbico favorito de este mundial?
Así fue la gran boda sevillana del duque de Alba y Matilde Solís
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Sevilla, 18 de junio de 1988. Ha llegado el día más esperado para Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo y de Matilde de Solís y Martínez Campos. Y se cumple el deseo que Cayetana de Alba había expresado tiempo atrás: que su primogénito se casara, algún día, en la catedral de Sevilla.
Asegura la crónica publicada en ¡HOLA! que aquel día el sol fue generoso y que fueron muchos los curiosos que se agolparon a lo largo del recorrido que el novio, junto a su madre y madrina, la duquesa de Alba, y la novia acompañada por su padre, el conde de la Motilla, realizaron en sendos coches de caballos.
Los novios llegaron con una gran puntualidad y entraron a una catedral repleta en la que, en lugar de la clásica marcha nupcial, sonaba Fantasía y fuga en Sol menor, de Juan Sebastian Bach para su entrada. La emotiva ceremonia, oficiada por don Manuel Solís, hermano de la novia, tuvo lugar ante el altar mayor de la catedral hispalense, un privilegio que, en el siglo XX, solo se había reservado a doña Esperanza de Orleáns-Braganza y Cayetana de Alba.