¿Qué me pongo?
El manual de invitada perfecta para un evento estival parece bastante claro y sencillo: vestidos cargados de color, con bien de estampados, cortes midi y unas simples sandalias. Pero, claro, el tener que lidiar con las idas y venidas de las temperaturas es un embrollo ante el que queremos darte varias opciones.
Porque los complementos pueden ser la clave de cualquier outfit, pero este otoño cobran más importancia que nunca. De hecho, hay uno que destaca sobre el resto y que se está poniendo de moda. Es habitual ver que entre las invitadas más elegantes se cuelan aquellas que sobre un vestido sencillo se colocan un chal, pero de un modo diferente a como lo habías visto hasta ahora. Se lleva con los picos hacia atrás rodeando el cuello, cubriendo los hombros sin estar anudado o a modo de capa.
Si lo tuyo no son los vestidos sencillos, localiza uno de los modelos más currados de las colecciones, porque el patrón de cuello redondo cerrado, volumen en las mangas y cintura ceñida es otro de los más deseados. Idóneo para pamelas de rafia y salones básicos. Nos lo imaginamos en las amigas de la novia más modernas y que quieran verse esbeltas.
El corte midi será nuestra primera opción y no solo porque el protocolo lo marque así, sino porque es el muy favorecedor. En la colección de Narciso Rodríguez x Zara hemos encontrado un vestidazo rojo anaranjado que hace tipazo. De cuello amplio y manga sisa, tiene frunces y bajo con abertura. El drapeado afina cintura y evita marcas indeseadas.
Y que este año se lleven más los vestidos no quiere decir que las invitadas de pantalón no puedan conseguir un look sobresaliente. Lo harán si hablamos de dos piezas acordes en el mismo color o un traje. Los monos son cosa del pasado, de momento.
Un vestido sencillo y atemporal
Sobre el peinado, realizado por Carlos Rete, la novia lució un sencillo velo de tul y una de las tiaras del fabuloso joyero de la Casa de Alba: la Rusa. “Lució con la cabeza bien alta la diadema de nuestra casa, que poco tiempo después tuve que vender”, señaló la duquesa de Alba en sus memorias.
Drapeados estratégicos
Un vestido midi, como este de Zara, incorporará este otoño drapeados estratégicos para conseguir el deseado efecto tipazo.
Cómo se conocieron Dulceida y Alba Paul
Alba y Dulceida se conocieron en 2014 en la inauguración de una galería de ropa en Barcelona a la que las dos habían ido como invitadas. En aquel momento, ella ya era una superestrella de las redes y acababa de romper con Sergi Gómez, con el que había estado durante cuatro años.
De primeras, no hubo mucha química entre ambas, aunque el destino les tenía previsto un futuro juntas. Coincidieron en fiestas porque la influencer se llevaba muy bien con las amigas de Alba y eso supuso que cada vez pasaran más tiempo juntas.
El inicio exacto de su relación es un misterio y el único dato que hay fue un video que Aida subió en 2015 confesando que era bisexual y estaba "enamoradísima de una chica". La catalana incluso llegaba a soltar alguna lagrimilla al decir que lo que más le gustaba de Alba era su sonrisa.
En una entrevista en El Hormiguero, Dulceida habló de sus inicios con su novia. Las dos se habían presentado a sus familias como 'amigas' y fue su madre la que se dio cuenta de lo que sucedía: "Yo la conocí y pensé 'qué chica más guapa', y me sorprendió. Pero no lo dije como una chica cualquiera, noté algo. No la estaba viendo como a una amiga mía. Hasta que un día mi madre me dijo 'te gusta, ¿verdad?'. Me dejé llevar y fue maravilloso".
Su noviazgo duraría algo más de un año y en 2016 durante el Dulceweekend -el festival organizado por Dulceida- Alba se armó de valor y le pidió matrimonio delante de cientos de personas. En el concierto de Carlos Sadness, la empresaria se arrodilló y le entregó un anillo de Tous de oro blanco con un diamante.
Evidentemente, la influencer dijo que sí muy ilusionada.
Así ha sido la boda entre Jordi Alba y Romarey Ventura: Desde los invitados hasta la celebración
Ya son marido y mujer. Jordi Alba y Romarey Ventura se han dado oficialmente el 'sí quiero' este viernes en la Hacienda de Orán, en el término municipal de Utrera, Sevilla. La pareja ha celebrado un enlace en la estricta intimidad, aunque posaron juntos ante los fotógrafos. Tras siete años de relación, y dos hijos en común, la pareja culmina su amor con esta increíble boda donde han acudido muchos rostros reconocidos.
Ahora la pareja se casa en la tierra natal de ella y donde se inició su bonita historia de amor. Los tortolitos se han casado a los 33 años, y han intentado por todas las vías posibles hacer de esta celebración algo privado, reservado en la estricta intimidad. De hecho, la celebración se ha mantenido en secreto hasta el último momento y hasta pidieron a los organizadores del evento que firmasen un contrato de confidencialidad.
La ceremonia se celebró en Hacienda de Orán a las siete y media de la tarde. El novio, emocionado y con intención de no retrasarse, llegó una hora antes de la ceremonia en compañía de su madre. Madre e hijo, en su llegada, bajaron del coche para posar para los medios de comunicación allí presentes. Él lucía un chaqué negro, camisa blanca y corbata negra. Ella, un dos piezas gris perla con falda larga con un poco de color y un detalle de plumas en el hombro, un traje de lo más elegante para la boda de su hijo. Por su lado, los invitados llegaron al lugar en autobuses.