El menú del banquete (que no probaron)
La pareja abrió el baile con un vals y pasó la velada firmando autógrafos a los invitados. Casi sin probar bocado, subieron a su ‘suite’ para cambiar los trajes nupciales por atuendos más cómodos y se dirigieron al casino, como casi todos los invitados. “Apenas entraron, se dirigieron al bar y ordenaron dos pepitos. ‘¡Es que no hemos podido cenar por saluda a la gente y firmar autógrafos!’”, exclamaron.
Nerviosos en la ceremonia
“Sonriente, muy emocionada, escuchó las cálidas palabras del cura del circo, Padre Mendizabal, que les dijo: “Queridos Angel y María, no vivís un espectáculo, sino una ceremonia religiosa en la que el protagonista es el amor”. Las voces de los novios se escucharon claras, seguras, aunque algo nerviosa”. Ángel Cristo eligió como madrina a Rosa Zamora de Fernández, esposa de un médico muy amigo del domador, mientras que Bárbara, más tradicional, confió en su madre, Andrés García.
“Cuando los novios penetraron en el circo convertido en capilla, se escuchó la marcha nupcial”, rezaba el reportaje. Aunque no fue la única banda sonora -que, como no, volvió a sonar a la salida-. El himno de Valencia también los recibió. No en vano, de todas las ciudades del mundo, fue la elegida por la pareja para inmortalizar su amor.