Bibiana Fernández se pronuncia
“Yo sigo queriendo mucho a Asdrúbal y le pregunté inmediatamente cuando salió esta noticia”, ha contado Bibiana, que estaba al corriente de la detención de su ex
“Yo sigo queriendo mucho a Asdrúbal y le pregunté inmediatamente cuando salió esta noticia”, ha revelado la actriz, tras lo que ha admitido que sabía que su ex había sido detenido recientemente y que creyó lo que él le contó sobre el asunto: “El día de su cumpleaños volví a hablar con el y me dijo que había habido una detención, pero no me explicó nada más. Yo me creo lo que él me cuenta porque si no, no le pregunto”.
A pesar de que la versión que recibió del modelo fue tranquilizadora, Bibiana ha admitido también en su intervención que la de la mujer de este no lo fue tanto. “Más tarde hable con su pareja para preguntarle por sus hijos. La mujer estaba preocupada, pero bueno”, ha comentado.
Fue en 1997 cuando la actriz española, nacida en Tánger, conoció a Asdrúbal Ametler en su Cuba natal. A pesar de la diferencia de 23 años que les separaba, la conexión fue instantánea y trasladaron su romance hasta nuestro país, donde contrajeron matrimonio tres años más tarde en Boadilla del Monte.
A pesar de los unidos que estuvieron, la pareja finalmente se divorció en 2003 por las infidelidades del modelo, según dio a entender Bibiana en unas declaraciones posteriores. “Se ha tirado a mucha gente. Antes, durante y después de estar conmigo”, comentó en su momento con un gran dolor, que no ha impedido que entre ellos siga habiendo amor y amistad años después.
Su ficha policial
'Diez Minutos' ha tenido acceso a su ficha, donde el cubano aparece con la característica camisa naranja y el pelo y la barba llena de canas. En el escrito se adjuntan los cargos que se le imputan, así como la fianza de 1.000 dólares que le impusieron por el robo en inmueble desocupado. Ahora no puede salir de Florida a la espera del juicio.
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Una de las protagonistas de la Movida madrileña
La Movida madrileña estaba entonces en plena ebullición y Bibiana fue una de sus principales protagonistas de aquellos años en los que también brillaron Alaska, Tino Casal, Ágatha Ruiz de la Prada y, en especial, el director de cine Pedro Almodóvar. Entre la artista y el realizador manchego se estableció tan buena amistad que la llamó para protagonizar el cortometraje "Tráiler para amantes de lo prohibido" (1985) y después continuarían su relación profesional con "Matador" (1986), "La ley del deseo" (1987), "Tacones lejanos" (1991) y "Kika" (1993). Con todos estos títulos se la podía considerar, sin ninguna duda, una chica Almodóvar.
En la década de los 80, se convirtió en la primera transexual en posar para la portada de "Interviú" bajo el titular "Bibi Andersen deja de ser Manolo", y volvería a ser portada varias veces más.
En 1984, actuó en "La noche más hermosa", de Manuel Gutiérrez Aragón, con quien se enemistó para siempre al sentirse estafada. Bibiana aceptó trabajar en el filme porque era un papel bonito, creía que era su gran oportunidad para demostrar que era una buena actriz, pero, a medida que fue avanzando el rodaje, su personaje se deformó. Sin decirle nada cambiaron el guión y pusieron en boca de otros personajes alusiones a que era un señor travestido de mujer.
En plena cresta de la ola, Pilar Miró la contrató para presentar junto con el periodista Carlos Herrera el espacio musical "Sábado noche" (1988-89) y, entre los años 1992 y 1994, intervino en el conocido programa "¡Hola Raffaella!". Después de 14 años de relación, Javier y Bibi se separaron en 1993.
Buscando su propia identidad…
Desde muy pequeño, Manolito sintió auténtica devoción por el cine y sus estrellas. Tenía álbumes llenos de autógrafos de los actores más importantes del momento, como Gina Lollobrigida, Sophia Loren, James Coburn y, sobre todo, Ursula Andress, a la que idolatraba. Su pasión llegó hasta tal punto que cuando la actriz suiza y Jean Paul Belmondo estaban viviendo su tórrido romance y llegaron a Tánger para rodar "Las tribulaciones de un chino en China", Manuel se pasaba el día apostado a la entrada del palacio en que se alojaban para verlos entrar y salir.
A los 10 años, se fue a vivir a Málaga, concretamente a la localidad de Vilanueva del Rosario, donde pasó su adolescencia y primera juventud. Allí empezó a entender que necesitaba un cambio de aires para encontrar su propia identidad. Tras dejar los estudios a los 18 años, se emancipó de su padre. Para entonces, se consideraba a sí mismo como una mujer y trabajó como vendedora de libros, representante de una casa de cosmética y vendedora de una lotería clandestina, actividad que le permitió conocer a una mujer que decía que quería montar un ballet, aunque luego descubrió que, en realidad, era un pretexto para que las chicas hicieran alterne.
Su ilusión era irse a París porque consideraba que esa ciudad era el centro del mundo del espectáculo, pero no tenía dinero para hacer realidad su sueño. Deseaba vivir su vida y hacerlo de una manera diferente. Finalmente, se fue a Barcelona, pero, como no tenía el carnet del Sindicato del Espectáculo, no pudo trabajar.