El Encantador Enlace de la Infanta Elena y Felipe - Un Evento Realmente Especial

La tiara Marichalar una joya versátil destinada a la realeza

Desde el momento en que Jaime de Marichalar y la infanta Elena decidieron consolidar su compromiso públicamente todos, en la saga de los Marichalar, sabían que su joya más querida acabaría descansando en la cabeza de la hija del rey el día de su boda. Un detalle que el resto del mundo desconocía.

La tiara en sí, creada por la firma de joyería Ansorena, responsable también del collar de diamantes y la tiara de flores de lis que el rey alfonso XIII regaló a la reina Victoria Eugenia, está realizada con diamantes engastados en platino y combina dos elementos decorativos de inspiración clásica: una corona de laurel y un diseño de grecas griegas.

Cuando la joya pasó de la familia Marichalar a convertirse en el eje del joyero personal de la infanta, se le añadió una base de platino con pequeños elementos circulares, que le aportaban mayor estructura pero que la infanta solía eliminar. Es por lo tanto una joya versátil, ya que es posible quitar, combinar y jugar con los diferentes elementos que la componen.

La primera vez que vimos a la infanta lucirla públicamente fue el día de su boda, el 18 de marzo de 1995, dando una sorpresa a los especialistas en la casa real que esperaban verla camino de la catedral de Sevilla con la tiara prusiana de su madre. Pero es que la tiara Marichalar se creó con vocación nupcial: ya adornó la cabeza de María de la Concepción Sáenz de Tejada en su boda con Amalio de Marichalar en 1957, y repitió ese papel en la boda de Ana de Marichalar con Luis Coronel de Palma en 1989.

La infanta Elena junto a Jaime de Marichalar el día de su boda. / / GTRES

En los años que siguieron a su boda la infanta Elena expandió el uso de la tiara Marichalar; la empleó en todos y cada uno de los eventos de gala a los que acudió mientras estaba casada, desde el banquete de Estado con el que se agasajó a Rania de Jordania y el rey Abdalá en 1999 en el Palacio Real a las celebraciones por el 50 cumpleaños del rey Carlos XVI Gustavo de Suecia.

Juan Carlos I y la infanta Elena dan por muerto el amor entre la reina Letizia y el rey Felipe VI

Aquel fue el primer obstáculo de muchos. La mayoría han estado relacionados con los borbones, con quien Letizia nunca ha mantenido buena relación. Nunca se han fiado de ella, a la que ven como una interesada oportunista. Siempre consideraron que estaba con Felipe por conveniencia. Sobre todo Juan Carlos I, presente durante años en las discusiones entre ambos, y también su hija favorita, la infanta Elena, a quien se lo ha contado absolutamente todo. Ambos han estado al día de los problemas que se han dado en la relación.

Felipe Letizia día Jaime del Burgo EFE

Los dos consideran que el amor en el matrimonio desapareció hace tiempo. Son conscientes de que no habrá divorcio, pues a Letizia le interesa mantener la buena imagen de la corona para proteger el futuro reinado de su hija Leonor y para mantener todo lo que tiene. Pero también los son de que las discrepancias entre los reyes han deteriorado la relación por completo. La infanta considera que la pasión ha caducado. Y que como en la relación de Juan Carlos I y Sofía, ya no hay amor.

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